Euskadi desafía las últimas restricciones del Gobierno

Desde Madrid insisten en que la orden comunicada por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, es de «obligado cumplimiento», pero desde Lakua mantienen que no van a acatarla por considerarla una mera «invasión de competencias». Así, da luz verde para que sus establecimientos hosteleros -pese a la incidencia acumulada de 204 positivos en el País Vasco- puedan abrir hoy sus interiores sin más limitación que los de aforo (50%), horario (hasta las 24.00 horas) y distancia de seguridad entre mesas.

El lío es considerable, y Euskadi, que el miércoles no quiso ni siquiera participar en el debate del CISNS, no es la única comunidad autónoma que se ha rebelado. Otras ya votaron en contra, como Madrid, Cataluña, Andalucía, Galicia y Murcia. El Gobierno central, por un lado, se muestra firme con su plan y recuerda que contra su orden se puede interponer un recurso de reposición ante la ministra de Sanidad en el plazo de un mes, o bien un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional en el plazo de dos meses. No ha hecho falta esperar tanto para conocer la respuesta de Euskadi, que simplemente no se da por aludida.

Habrá que ver en qué queda el aviso lanzado por Carolina Darias, que ha advertido que si alguna de las comunidades 'rebeldes' no respeta la nueva normativa para el verano, el Gobierno central tendrá que «hacer que se cumpla». En una entrevista en la Cadena Ser, la ministra de Sanidad mantuvo el órdago y aseguró que los servicios jurídicos gubernamentales se encargarán de velar por su cumplimiento. En este sentido, puso el ejemplo de la Comunidad de Madrid, que hace poco más de dos meses amenazó con que no iba a cumplir las restricciones de movilidad establecidas para la Semana Santa, y finalmente las acabó acatando. Pero entonces, como recuerdan desde el Gobierno Vasco, mediaba un estado de alarma que decayó el pasado 9 de mayo y, precisamente, lo hizo en contra de la voluntad vasca. Y Euskadi no va a aceptar ahora órdenes que considera que son únicamente de su competencia, como es la regulación de una actividad, en este caso la de los hosteleros, que observan «perplejos» las «incomprensibles» directrices que llegan desde Moncloa.

El documento 'consensuado' el miércoles en el CISNS, denominado 'Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19', trata de regular de una manera homogénea en todas las comunidades autónomas las limitaciones a aplicar según la incidencia del Covid en cada territorio, en distintas actividades que van más allá de la restauración y el ocio nocturno, como son acontecimientos culturales y eventos multitudinarios. De esta manera, el semáforo Covid establece cuatro niveles de riesgo según la incidencia acumulada (IA) a 14 días: desde el rango 0, que supone una IA de hasta 25 casos; el 1, hasta 50; el 2, hasta 150; y el 3, con más de 150. Por encima de ese límite -que es en el que se encuentran Euskadi y otras comunidades como Madrid, Andalucía o La Rioja- el interior de los locales ni tampoco celebrarse ningún evento multitudinario.

A sabiendas de que la publicación de controvertido documento en el BOE era cuestión de uno o dos días, el lehendakari ya anticipó el jueves que el País Vasco se va a seguir rigiendo por las consideraciones adoptadas el pasado lunes por el LABI político. La más significativa fue, precisamente, la ampliación en dos horas del horario hábil para la hostelería, cuyo cierre se retrasa de las 22.00 a las 24.00 horas. También eliminó el límite de personas para hacer deporte al aire libre y amplió a diez la composición de grupos en visitas expositivas o turísticas.

Estas fueron algunas de las primeras modificaciones introducidas por el Gobierno Vasco en el plan Bizi Berri con el que afrontó el levantamiento del estado de alarma. Una hoja de ruta que el lehendakari asegura fue «consensuada y compartida con el Gobierno de España en primavera del año pasado y que ha resultado eficaz». Y al plan Bizi Berri, y solo a él, se aferra su Ejecutivo para tratar de seguir haciendo frente a la pandemia. No asume, por tanto, el documento «impuesto» en el Consejo Interterritorial», en el que Euskadi ya expresó su intención con su ausencia tanto en el debate como en la votación. «No es esta la actitud de gobernanza compartida ni colaborativa. Nosotros tenemos nuestras propias competencias y en este sentido reitero que tenemos una hoja de ruta», expresó.