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J.M.
Miércoles, 15 de enero 2025, 13:04
Más de un centenar de activistas reunidos en la localidad cántabra de Escobedo han logrado paralizar el traslado de cinco vacas a su propietario, que le fueron decomisadas en 2022 por el SEPRONA al encontrarse en estado de desnutrición, encadenadas y en condiciones «extremadamente precarias» y que este miércoles le iban a ser devueltas por orden judicial.
Durante estos tres años, el refugio La Manafa Cántabra ha cuidado de estos animales, que vivían «entre una suciedad extrema y total oscuridad», y estaban «al borde de la muerte». Sin embargo, el Juzgado de Instrucción n° 1 de Medio Cudeyo ha dictado que las vacas deben ser devueltas a su propietario.
Una fecha señalada para la devolución que debía tener lugar este 15 de enero, razón por la que La Manada Cántabra convocó este miércoles en Escobedo a activistas, ecologistas y a la sociedad para «generar la presión social necesaria para cambiar esta resolución».
Desde el refugio de animales cántabro han lamentado que las leyes de protección animal se convierten en «papel mojado» si no hay medios o recursos para cumplirla y han avanzado que reclamarán al ganadero propietario de las vacas, con antecedentes de maltrato animal, una indemnización económica ya que durante dos años ellos se han hecho cargo de la manutención y cuidado de unas vacas que gracias a su paso por el refugio han mejorado su estado, y ahora el ganadero de Sarón podrá lucrarse de su venta.
El traslado previsto para este miércole finalmente no se ha hecho hoy ante la presencia de gente en los caminos, miembros de colectivos animalistas y medios de comunicación, en una jornada en la que la principan consiga ha sido «Estas vacas no se tocan».
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