El reto de convertir una idea en un proyecto

Después de que la semana pasada se dieran a conocer los nombres de los 20 grupos que pasan a la siguiente fase de Mondragon City Challenge, llega la hora de ponerse manos a la obra.

Es el momento de desarrollar la idea del proyecto empresarial cooperativo y trabajar junto a tutores involucrados pertenecientes a ASEKOOP (Asesores Seniors Cooperativistas) y a la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta, que aportarán su experiencia hasta que el 17 de febrero presenten su propuesta para buscar un lugar en la final de cada una de las dos categorías (16-18 años y 19-24 años).

Quizá la primera piedra de esta fase de desarrollo de proyecto la pusieron los 20 equipos clasificados ayer, cuando recibieron una formación que se impartió desde DV Gunea y que, además de desde diversos centros de Gipuzkoa y Bizkaia, fue seguida también desde México, Colombia o Tanzania, países desde los que proceden algunos de los clasificados para esta segunda fase.

En un acto conducido por Xabi Pérez, los jóvenes escucharon desde sus centros a Nerea Makazaga, team coach de Entrepreneurial Leadership and Innovation en Mondragon Unibertsitatea, que desgranó la guía del proyecto empresarial cooperativo a través de un ejemplo; a Gonzalo Soto, responsable del Departamento Emprendedores-Línea Inicia de Rural Kutxa (empresa mentora en las tres ediciones), que expuso los itinerarios cooperativos a través del testimonio de su empresa; y a Norberto Albóniga (tutor de ASEKOOP) y Mikel Lezamiz (tutor de la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta). Ellos dos expusieron qué supone la figura del tutor y explicaron a los equipos las herramientas con las que van a contar durante esta segunda fase.

Fue Nerea Makazaga quien abrió fuego exponiendo, a través de un ejemplo, los pasos que deberán seguir los jóvenes para convertir su idea en un proyecto de emprendimiento cooperativo viable. Destacó la importancia de «definir misión, visión y valores» para elegir un nombre y, a partir de ahí, «detectar qué necesidad existe y cómo nuestro proyecto la puede cubrir». Estudiar convenientemente los rasgos del mercado, «identificar los competidores y definir los factores macro y particulares» que rodean al proyecto es también clave, igual que tener «capacidad para pivotar» y diseñar la «estrategia». Todo esto lo encontrarán los participantes en la guía que pone a su diposición Mondragon City Challenge.

De igual manera, tendrán a su disposición a los tutores de ASEKOOP y de la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta. Norberto Albóniga y Mikel Lezamiz definieron cómo será su apoyo a los grupos que han pasado a esta segunda fase: «Aportaremos experiencia», comenzó explicando Albóniga. «Trataremos de ofrecer el conocimiento que tenemos por haber tenido esa edad, haber pasado dificultades y haber trabajado en puestos de responsabilidad en una empresa cooperativa». Dejó claro que «les ayudaremos, pero no les haremos el plan de empresa». Lezamiz añadió que «nuestra ayuda será interesante para apoyarles y estaremos detrás suyo», sirviendo de acicate y ayudándoles a cumplir los objetivos.

Otro de los puntos atractivos de Mondragon City Challenge es el de los Itinerarios Cooperativos, que permitirán a los equipos conocer el funcionamiento de una empresa cooperativa. Rural Kutxa ha sido empresa mentora y Gonzalo Soto confesó que la experiencia resulta enriquecedora para ambas partes: «Tenemos una función de acompañamiento que tiene dos partes. La primera es la de enseñar quiénes somos y qué hacemos; y la segunda es la de escuchar y, en ese proceso, orientar a los equipos». El objetivo es que «se lleven la idea de cómo funciona una cooperativa y de que se puede llevar a cabo un proyecto a través de una cooperativa».

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