Un psiquiatra se encargará de poner orden

Había señales que apuntaban a la creación de un órgano de este tipo. En la última reunión del Plan de Protección Civil del Gobierno Vasco (LABI), que preside Iñigo Urkullu y reúne a las principales administraciones vascas, quedó patente el compromiso común de intentar una mejor coordinación interinstitucional. En el debate parlamentario del pasado jueves sobre la gestión vasca de la crisis del Covid, los grupos del PNV y el PSE acordaron instar al Ejecutivo a «seguir» promoviendo con las diputaciones «un plan socio-sanitario de contingencia que permita planificar recursos y ponga en marcha un modelo integral de atención coordinado con la red primaria para las personas mayores, vivan en domicilios o en residencias».

«Ekain Rico -declaraba el domingo en este periódico el nuevo portavoz de las Juntas Generales de Bizkaia en referencia a su predecesor en el cargo- me ha dicho que tengamos muy en cuenta el acuerdo del Gobierno Vasco para marcar el mismo ritmo en las diputaciones». El profesional oculto detrás de todas estas declaraciones de intenciones se llama José Antonio de la Rica.

Ligado al Servicio Vasco de Salud durante toda su trayectoria profesional, De la Rica ocupó el puesto de director médico del hospital Psiquiátrico de Bermeo durante algo más de cuatro años, hasta diciembre de 2000, cuando fue nombrado director general del centro. Osakidetza le premió en 2007 con la jefatura de Salud Mental y Asistencia psiquiátrica, puesto en el que se mantuvo hasta 2011, en que fue designado jefe de servicio de Psiquiatría de la comarca de Uribe.

Permaneció en su puesto de Getxo hasta abril de 2013, cuando comenzó a ejercer en Osakidetza como coordinador sociosanitario de Euskadi, un puesto similar al que ahora se le encomienda en el Departamento, pero distinto. Antes se ocupaba de impulsar programas de tipo social y sanitario como el de prevención del suicidio; y ahora definirá la política sociosanitaria. Se trata de afrontar la crisis del Covid. Al menos, de momento.