El primer día de huelga en Loiu deja a 3.000 viajeros en tierra y anticipa un verano tortuoso
La protesta de los empleados de Aena obliga a cancelar 20 vuelos y evidencia un duro enfrentamiento con la actual dirección
josu garcía
Lunes, 1 de julio 2019, 18:58
Cerca de 3.000 viajeros se han quedado este lunes en tierra por la primera de las 14 jornadas de huelga de 24 horas ... que los trabajadores del aeropuerto de Loiu están llamados a secundar este verano. Habrá, además, otros cuatro días en los que los paros serán de seis horas. El conflicto laboral permanecía larvado desde hace tres años y ha explotado ahora, en plena campaña estival, cuando 'La Paloma' registra un mayor tráfico.
Las movilizaciones tienen como protagonistas a los 157 empleados de la sociedad de participación pública que gestiona el aeródromo vizcaíno (Aena). No afecta a los controladores (están en nómina de la sociedad Enaire) ni a los otros 3.000 empleados que desarrollan su labor en la terminal (personal de aerolíneas y handling, alquiler de coches, subcontratas...). Pese a que el número de operarios es relativamente reducido con respecto al global, las protestas van a alcanzar una alta incidencia en la operatividad ya que la plantilla de Aena ocupa puestos clave en el área de operaciones, en el servicio de Bomberos, en la división de atención al cliente o de actuación en pista.
El primer asalto de este pulso entre la dirección y los sindicatos (el apoyo de las cuatro centrales con representación a la huelga es unánime) dejó escenas insólitas. Por ejemplo, a las 07.30 horas, uno de los momentos punta del día, el cañón de acceso a la terminal desde el parking estaba desierto. No hubo incidentes ni sabotajes. La falta de personal obligó a cancelar 20 vuelos a lo largo del día. La buena noticia para los usuarios fue que la inmensa mayoría de los clientes habían sido informados con suficiente antelación por las propias aerolíneas. También Aena, a través de las redes sociales, había advertido de la situación que se avecinaba en el único aeropuerto de la red estatal en el que los empleados se han puesto en pie de huelga.
Muchas de las personas que iban a volar modificaron sus planes y recurrieron al vehículo particular o a otros transportes para enlazar con Barcelona y Madrid, los dos destinos más afectados. La casuística fue variada. Algunos clientes de Iberia, por ejemplo, fueron enviados a Barajas vía Santander. Lo cierto es que en la terminal se presentaron pocas personas con el billete en la mano para subir a un vuelo anulado. Por este motivo no hubo escenas de viajeros tirados. La mayoría de los que desconocían el alcance de los paros se lo tomó con resignación.
El seguimiento de la protesta por parte de los trabajadores fue alto. Los sindicatos aseguraron que fue «masivo» y llegaron a hablar del 100% a primera hora. Otras fuentes aeroportuarias lo limitaron a un 60%. La verdad es que se cancelaron casi tantos vuelos como en el peor escenario previsto.
Llegados a este punto, el viajero se plantea varias preguntas. La primera: ¿qué va a pasar el resto del verano? Las posturas están enconadas. Aena cree que la protesta no tiene justificación y los sindicatos no van a dar el brazo a torcer. «Es nuestra primera huelga en 17 años, así que las cosas están muy mal para haber llegado a este punto», advierten. Todo apunta a que los paros totales se repetirán el próximo domingo y el 14, 21, 25, 28 y 31 de julio, así como el 4, 11, 15, 18, 25 y 31 de agosto. También el 1 de septiembre, mientras que los días 15 y 24 de julio y 1 y 14 de agosto, los paros serán de seis horas.
«Por encima de la media»
El otro interrogante que flota en el ambiente es ¿por qué? Los sindicatos lo tienen claro. Por un lado destacan la «excesiva» carga de trabajo, en un aeropuerto en el que el tráfico está en máximos históricos. En 8 años, 'La Paloma' ha incrementado sus viajeros en un 50% mientras que la plantilla ha crecido un 11%. Por otra parte, el clima de desconfianza y malestar con la actual dirección ha llegado a su punto álgido tras tres años de roces y tensiones. Acusan a la actual directora de llevar a cabo una gestión «alejada de la realidad» y no la ven como «una interlocutora valida para solucionar el conflicto».
Desde el otro lado, la dirección, a través de una carta remitida a los operarios a la que ha tenido el acceso este periódico, aseguraba el viernes que la plantilla se ha incrementado en un 16% desde 2015, muy por encima del 10% de media que del resto de aeropuertos de España. El conflicto escribirá su segundo capítulo el próximo domingo.
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