La disputa vecinal en la que murió un vecino de Santurtzi de 81 años se originó por un problema de ruidos

Los hechos se produjeron en el número 2B de la calle Hermanos Larrarte poco antes de las cinco y media de la tarde. Varios vecinos remarcaron que el arrestado vive en el segundo piso, tiene dos hijas de menos de ocho años y «la familia del primero no soporta que hagan ruido». Así que, cada vez que sentían algo, «respondían poniendo canciones a todo volumen, con lo que las discusiones entre ambos eran constantes».

Eso es lo que habría ocurrido el lunes. Según uno de estos residentes, «desde el piso de abajo subieron por dos veces el volumen». El vecino del segundo «se cansó». Y bajó hasta su puerta para exigir que cesaran en su actitud. «Abrió el hijo y le exigió hablar con su padre, pero éste se le encaró y acabaron enzarzados», explicó. En la refriega también se acabaron viendo implicados el progenitor y su mujer, «que salió al descansillo con un cenicero de cristal grueso en la mano».

En el fragor de la pelea -en la que el detenido habría recibido numerosos golpes y «acabó con un ojo morado»- fue cuando se produjo la caída de Joaquín, de 81 años, al suelo. «No sabemos si fue de un empujón o cómo, pero se golpeó fuertemente en la cabeza perdiendo mucha sangre», explican las mismas fuentes. Este martes por la tarde todavía las baldosas y la pared conservaban restos.

«Yo la verdad es que, en cuánto oí los gritos, llamé a la Policía Municipal y no salí hasta que llegaron», aseguró otro residente. Y eso que le golpearon la puerta con algún objeto «contundente». «Al abrir vi el suelo lleno de cristales, y una agente me dijo que eran los restos de un cenicero que habían estrellado contra la madera», confesó.

Los guardias urbanos encontraron al herido tumbado en el suelo y, según los vecinos, el ahora detenido «estaba en el suelo intentando reanimarle». Tras una primera atención médica, los servicios sanitarios lo trasladaron en ambulancia medicalizada al hospital de Cruces. Según aseguraba una vecina del portal contiguo, «le vimos salir con una brecha en la parte de atrás de la cabeza, pero andando, por lo que no nos esperábamos ni de lejos el fatal desenlace que ha tenido». Horas después su estado clínico se complicaba y moría ya entrada la noche.

Este martes por la mañana su familia acudía a la comisaría local a comunicar el fallecimiento y a presentar una denuncia contra el presunto agresor. Fue entonces cuando la guardia urbana trasladó las diligencias del caso a la Ertzaintza, que asumió la investigación y detuvo al varón de 42 años implicado en la pelea.

Los residentes en el bloque manifestaron este martes que consideran «conflictiva» a la familia de la víctima porque, según subrayaron, ya ha protagonizado diversos incidentes con «muchos» de ellos. «Temíamos que la cosa acabaría estallando por algún lado», lamentaron. En ese sentido, fuentes del Ayuntamiento de Santurtzi confirmaban que, mientras a la Policía Municipal no le constan antecedentes del arrestado, sí que habían tenido que personarse agentes varias veces en la vivienda de la víctima «por otras discusiones vecinales» y problemas de «convivencia».