Una madre descubre que tiene un cáncer terminal mientras da a luz a su bebé

Lois Walker pasó de vivir uno de los momentos más bonitos de su vida a uno de los más duros en apenas unos minutos. Esta mujer británica de 37 años descubrió que padecía un cáncer terminal durante la cesárea de su tercer hijo. En el momento en el que médico procedió a la operación descubrió tumores en los ovarios, abdomen y ganglios linfáticos de Lois. «Fue como abrir un saco de arena y que se desparrame todo», explicó.

El momento se volvió todavía más turbio en cuanto tuvo a su pequeño entre brazos. «Es muy duro. No quería encariñarme de él», reconocía Walker en la entrevista para la BBC. Lois es consciente de que su pequeño crecerá sin su figura y es por eso que trabaja para que su hijo recién nacido y sus otros tres descendientes sepan quién fue su madre. «Mis niños son mi propósito. Quiero concentrarme en generar recuerdos. Si el amor pudiera salvarme, nunca moriría», cuenta.

Walker sufría dolores abdominales casi un año y medio antes de que diese a luz a su tercer hijo. Consultó a varios médicos para que fuera sometida a una revisión, ya que esta padeció un cáncer de piel tiempo atrás, pero estos achacaban sus dolencias a «fatiga y ansiedad» derivadas del embarazo. Ella insistía en que el dolor era «insoportable», pero su persistencia cayó en saco roto. Después de que se descubriera que esos dolores derivaban del cáncer que crecía en su interior, después de haberse sometido a seis terapias de quimioterapia, dos operaciones y tras conocer que la enfermedad es terminal, ahora ha tomado la decisión de denunciar a los médicos por negligencia.

Aquellos dolores que Walker comenzó a sentir varios meses antes del embarazo fueron a más durante la gestación. Las molestias eran insoportables. Apenas podía hacer las tareas del día a día. Su frustración no dejaba de crecer hasta el punto que amenazó con suicidarse y acabar con su vida y la del pequeño. A día de hoy se arrepiente de aquello, aunque sirvió para que los doctores le recetasen morfina para tratar de paliar el dolor. «Me arrepiento de lo que dije, pero quería que se tomara en serio. Sabía que algo no iba bien, podía sentirlo», reconoce.

Lois Walker, conocedora de que no le quedan muchos meses de vida, se centra en estos momentos en tratar de tener «una vida tranquila» y disfrutar de sus tres hijos el máximo tiempo posible. Eso sí, aprovecha su situación para animar a todo el mundo que sienta cualquier tipo de molestia a que acuda a profesionales para que se le realicen las pruebas necesarias y hace un llamamiento a los médicos para que no vuelva a suceder ningún error como el que le ha costado a ella la vida. «No quiero que nadie pase por lo que yo estoy pasando», asegura.

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