El líquido del yogur, explicado: qué contiene y por qué conviene no tirarlo
Ese suero es una fuente concentrada de nutrientes que complementa los beneficios del propio yogur
L. G.
Lunes, 6 de octubre 2025, 10:38
El líquido que aparece en la superficie del yogur natural al abrirlo suele generar rechazo y muchos lo desechan sin pensarlo. Sin embargo, según el especialista en nutrición Miodrag Borges, hacerlo es un error. «¿Eres de los que tira el líquido que se queda en la superficie del yogur natural? Pues no deberías hacerlo», advierte. Ese suero, explica, es una fuente concentrada de nutrientes que complementa los beneficios del propio yogur.
En él se encuentran proteínas de alta calidad —como la beta-lactoglobulina, la alfa-lactoalbúmina o la seroalbúmina— que aportan todos los aminoácidos esenciales, además de ser de fácil digestión y tener un efecto saciante. También contiene péptidos bioactivos con propiedades antioxidantes y antimicrobianas, minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo o el potasio, y vitaminas del grupo B, especialmente la B2. A ello se suma la presencia de lactosa y ácido láctico, con un potencial prebiótico que favorece la salud intestinal.
Aunque el suero del yogur está formado mayoritariamente por agua, su composición lo convierte en un líquido con valor nutricional real. De hecho, la Academia Española de Nutrición y Dietética confirma que no debería desecharse, si bien matiza que tampoco se trata de un producto «milagroso».
La cantidad de nutrientes que contiene es pequeña en comparación con los alimentos que se consumen a lo largo del día, por lo que debe considerarse un complemento dentro de una dieta equilibrada. Aun así, diversos estudios apuntan a posibles beneficios derivados de su consumo, como ayudar a regular el peso corporal, reducir los niveles de colesterol en sangre o favorecer el desarrollo muscular. También puede aumentar la sensación de saciedad y mejorar la hidratación.
Por todo ello, la próxima vez que ese líquido aparezca en la superficie del yogur, lo recomendable no es tirarlo, sino removerlo y aprovecharlo. Como concluye Borges, «yo también lo hacía hasta que descubrí sus beneficios». Un gesto tan simple como mezclar el suero con el yogur permite aprovechar al máximo todas sus propiedades y evitar desperdiciar un concentrado natural de nutrientes.