Solo uno de cada diez vascos que vive bajo el umbral de la pobreza se beneficia del IMV
La burocracia y los «exigentes» requisitos hacen que se denieguen tres de cada cuatro solicitudes en todo el Estado, según denuncia la asociación estatal de directores y gerentes en servicios sociales
Solo el 14,6% de los vascos que vive bajo el umbral de la pobreza cobra el Ingreso Mínimo Vital (IMV), un porcentaje que aún es menor en el resto del Estado, donde se reduce hasta el 9,3%. La burocracia y los «exigentes» requisitos hacen que se denieguen tres de cada cuatros solicitudes, según denuncian desde la asociación estatal de directores y gerentes en servicios sociales. «Solo 366.805 familias accedieron al IMV en 2021, muy lejos de las 850.000 prometidas por el Gobierno (central)», se lamentan. En Euskadi, 29.259 personas de las 199.259 que se estima que están en riesgo de pobreza cobraron esta subvención el año pasado, es decir, una de cada diez. Es la cuarta comunidad con esta tasa de cobertura del IMV más alta, por detrás de Navarra (24,1%), Melilla (21,5%) y Ceuta (19,5%). Le sigue La Rioja (12,7%).
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La cobertura del IMV «continúa siendo desigual» en el Estado. No obstante, «esta cobertura sufre unas variaciones menores que las que sufría cuando el sistema de rentas Mínimas». Hay una diferencia de diecinueve puntos entre las coberturas más bajas (Cataluña, con un 5%) y las más altas (Navarra, con un 24%).
Del total de solicitudes en el Estado, solo se ha aprobado el 26,3%. Una cifra «irrisoria» que «no responde a las expectativas depositadas en este nuevo derecho subjetivo ni tampoco responde a las necesidades de la población azotada por las consecuencias sociales de la pandemia», advierte la asociación de directores y gerentes de servicios sociales. En Euskadi han sido denegadas tres de cada diez solicitudes del IMV. La mayoría de peticiones rechazadas tiene que ver con personas que superan los umbrales de renta y patrimonio exigidos para el ingreso mínimo.
En definitiva, insisten desde la asociación, «las colas del hambre deberían avergonzar a los gobernantes y tendrían que ser la denuncia continua de la impericia del Gobierno en la gestión de la vacuna contra la pobreza», que es el IMV.
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