La hoja de ruta de Euskadi: 7.000 VPO de alquiler y el pacto por la salud para marzo

Euskadi se compromete a «fortalecer la cooperación interinstitucional y público-privada» para afrontar el desafío del acceso a la vivienda, según anunció ayer Pradales en un acto en el que también participaron el nuevo consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso; y el director del Observatorio vasco de la Vivienda, Mario Yoldi. Las medidas presentadas abarcan toda la legislatura: crear 7.000 nuevas viviendas de alquiler social en Euskadi, impulsar una línea de avales dirigida a las personas jóvenes para que puedan completar la financiación del préstamo solicitado en el caso de adquisición de una vivienda o la fianza para el alquiler, incrementar el límite del importe de ingresos anuales hasta los 30.000 euros dentro de los programas de ayuda Gaztelagun y Emantzipa, ampliar el parque público de viviendas reservando un 50% a menores de 36 años, el desarrollo de planes especiales para las zonas tensionadas –medidas que podrían llegar a beneficiar hasta al 68% de la población de Euskadi, 1,5 millones de personas–, aumentar el rango de ingresos máximos que permiten acceder a una vivienda de protección pública o incidir en la reforma fiscal para favorecer el acceso de los jóvenes al mercado. El lehendakari pidió «solidaridad» a agentes públicos y privados para poder afrontar este problema con respuestas «nuevas».

La urgencia es total y han sido numerosas las voces que vienen reclamando medidas. Esta misma semana, los empresarios vascos ponían sobre la mesa la necesidad de adoptar medidas en materia de vivienda para atraer talento. Expertos del sector también vienen advirtiendo de que la actual normativa, lejos de ser la solución, está constriñendo el mercado del alquiler, al proteger en exceso al inquilino sobre el propietario y provocar un descenso de los pisos ofertados en alquiler.

Las instituciones parecen haber tomado nota. «El problema de la vivienda no es solo un problema de hoy, pero también es un problema de hoy. Y tenemos que encontrarle las soluciones adecuadas. Porque no es posible construir un proyecto de vida sin poder emanciparse. Los jóvenes de hoy, lamentablemente, ven lejana esa posibilidad. Y esto influye directamente en sus decisiones y en sus aspiraciones futuras. No podemos permitirlo. El acceso a la vivienda es un reto de país y así lo estamos abordando», aseguró Pradales.

El nuevo foro se constituye como una plataforma colaborativa «llamada a reunir en su seno a todos los agentes implicados, tanto a la sociedad más vulnerable, especialmente a la juventud, organizaciones sociales y del tercer sector, instituciones, Universidad, la iniciativa privada del mundo de la promoción y de la construcción. También al mundo financiero», para desarrollar nuevas políticas que hagan efectivo el derecho de todas las personas a disponer de un lugar donde vivir.

«La tormenta perfecta a la que asistimos está relacionada con el hecho de que, para una misma población, requerimos mayor número de viviendas, por la progresiva disminución de miembros de las unidades convivenciales, y con la creciente disociación entre rentas y precios del alquiler, que cada vez exigen un mayor porcentaje del salario mensual de las familias», afirmó el consejero de Vivienda.

Como objetivo a largo plazo, además, Euskadi busca terminar el año 2036 con más de 50.000 pisos en alquiler social, más de 116.000 en alquiler protegido y más de 350.000 rehabilitadas, según anunció Yoldi, que recordó que «el Gobierno Vasco, desde que asumió la materia de Vivienda, ha terminado y ha entregado más de 108.000 pisos de protección pública. Eso significa que durante 42 años, una de cada tres viviendas que se han terminado se han hecho desde la iniciativa pública, con la participación de la privada. No solo eso. Estos porcentajes los seguimos manteniendo, si bien la producción de alquiler la iniciamos en 2022 porque hasta entonces los ciudadanos querían comprar. A partir de ese año hemos producido más de 12.000 viviendas de alquiler y Euskadi ha producido el 16% de todas las viviendas protegidas de España. Además, el 22% de las actuaciones de rehabilitación de España se han hecho también aquí. Pero lo que ocurre es que el mercado nos ha superado».

Y si hablamos de «retos de país». la prioridad política, como ya reconoció en campaña Pradales y en su discurso de investidura, es mejorar Osakidetza. El lehendakari quiere meter el acelerador y se propone cerrar para el próximo mes de marzo un amplio «pacto de país» sobre el sistema de salud vasco acordado entre los partidos políticos con representación en el Parlamento Vasco y también con agentes del ámbito sanitario, como sindicatos, las asociaciones de pacientes, los colegios profesionales y las universidades.

Ese ha sido uno de los compromisos que el lehendakari Pradales ha adquirido tras su particular ronda de contactos con las formaciones: la de cerrar ese pacto en un plazo de seis meses a partir de septiembre. Será entonces, en la primera quincena, cuando el consejero de Salud, Alberto Martínez, convocará la Mesa en la que estarán representados los partidos políticos y los agentes sanitarios para presentarles un calendario de trabajo y también la metodología para llevarlo a cabo.

La meta, según Pradales, es conseguir que se vayan apreciando los resultados de esa mejora en el sistema de salud vasco en un plazo de un año y así hilvanar las costuras rotas que ha dejado tras de sí el azote de la pandemia. Ya lo recoge el propio programa de Gobierno firmado por el PNV y el PSE: uno de los grandes retos del Ejecutivo autonómico será fortalecer Osakidetza y «recuperar su prestigio».

En su comparecencia ayer ante los medios, desde Ajuria Enea, Pradales volvió a abogar por la colaboración y y agradeció la actitud que han mostrado las formaciones políticas. De hecho, el lehendakari insistió en la necesidad de seguir por esa misma senda para poder alcanzar grandes acuerdos en beneficio de Euskadi. «Lo digo con honestidad: creo realmente en esa forma de hacer política, porque la política tiene que ser un instrumento de búsqueda de consensos, no una herramienta para poner de manifiesto las discrepancias», manifestó. «Y agradezco la actitud y la predisposición para el trabajo mostrada por todos; estamos demostrando que en Euskadi tenemos una manera constructiva de entender la política».

Entre los documentos entregados a las formaciones con las que se ha reunido, destaca la hoja de ruta para alcanzar ese gran pacto por la salud, dividida en cinco bloques. El primero, un punto de partida, en el que el consejero de Salud y su grupo de trabajo han realizado el ejercicio de identificar los puntos de encuentro de los diferentes programas electorales. Segundo, los contenidos sobre el diagnóstico, la estrategia o las iniciativas principales a llevar a cabo. Tercero, los participantes para lograr ese gran acuerdo. El cuarto bloque serían los plazos y el quinto, el arranque de las negociaciones, que serán en la primera quincena de septiembre una vez arranque el curso político oficial.