Euskadi entra en unos días decisivos para testar si el cierre de bares frena el virus

A la espera de conocer los resultados del cierre de la hostelería, Euskadi mantiene la máxima preocupación, con 1.245 nuevos positivos ayer -528 en Gipuzkoa, 603 en Bizkaia, 106 en Álava y 8 en personas de otras comunidades-. Por primera vez en los últimos cinco días, se logró un ligero descenso en nuevos casos. .

Por de pronto, hoy expira el primer plazo de 15 días del estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado 25 de octubre, dando paso a la prórroga de seis meses hasta el 9 de mayo. A partir de ahora, las comunidades podrán decidir por su cuenta las próximas medidas a tomar para revertir la curva de contagios. Varias, entre ellas Euskadi, pidieron la pasada semana al Ejecutivo central autorización para decretar el confinamiento domiciliario, pese a que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, insistiera en que de momento no se contempla el encierro en casa como sí sucedió en primavera y ya han puesto en marcha otros países europeos como Francia o Inglaterra.

Euskadi, acuciada por la realidad, aplicó el sábado las últimas restricciones, entre las que destaca el cierre total de la hostelería al menos durante un mes. Bares y restaurantes solo pueden servir comida a domicilio o para llevar. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu quiere poner coto al ocio y cortar así una vía de transmisión del virus. Busca así frenar la expansión del Covid-19 en una semana en la que los contagios se han disparado. Ya lo intentó con el toque de queda, primero desde las 23.00 horas hasta las 6.00 y después ampliándolo desde las 22.00 horas. Desde este fin de semana los bares y restaurantes permanecen cerrados o con el servicio de recogida funcionando hasta las 21.00 horas, medida que lleva varias semanas vigente en otros lugares como Cataluña o Navarra, donde los resultados han sido supuestamente exitosos, creando los denominados 'brotes verdes'. Pero, ¿cuáles son esos brotes verdes?

Según explicó Illa a las comunidades y detallan fuentes de Sanidad, esos signos de optimismo se concentran en Cataluña, Navarra, Madrid y en la evolución general de la pandemia desde principio de mes.

Lo que ocurre es que los datos en los que confía el Gobierno no apuntan a un milagro, sino a una aparente, y no siempre confirmada, «lenta tendencia a la contención». Así, Cataluña, la comunidad que antes apostó todo a la clausura del ocio con el cierre general de la hostelería el 15 de octubre, más de tres semanas después solo da tímidos signos de estabilización. A mediados de octubre la incidencia acumulada era de 272. El viernes tocaba los 720 positivos. Solo en las dos últimas jornadas Cataluña ha logrado bajar ese índice a pesar del sacrificio de todo el sector.

Navarra echó la persiana el 22 de octubre con una incidencia acumulada desbocada de 1.058 positivos. Más de dos semanas después, su incidencia es de 1.118 y apenas ha comenzado a descender unos puntos. Eso sí, la altísima presión asistencial que se alcanzó a finales de octubre no ha aumentado.

Parece que la estabilización podría llegar a Euskadi con el cierre de la hostelería, aunque los expertos que asesoran a Moncloa defienden que los resultados (si se confirman) están siendo «más lentos de lo que se esperaba». Andalucía sigue el camino de la CAV y cierra los municipios y amplía el toque de queda, además de clausurar la actividad no esencial a partir de las 18.00 horas.

Por ahora, la situación sigue siendo alarmante en Euskadi, pese a que Gipuzkoa, por primera vez en cinco días, ha bajado de los 600 nuevos positivos diarios, con 528. El sábado se realizaron un total de 12.024 pruebas diagnósticas en Euskadi, unas 600 menos que en la jornada previa, y se contabilizaron 1.245 positivos, 200 menos que el viernes. La tasa de positividad ha bajado hasta el 10,3%, más de un punto por debajo que el viernes, pero sigue por encima del 10%, dato que indica una alta transmisión comunitaria del virus. Desde agosto esta tasa que indica el porcentaje de casos positivos por test realizados tan solo se ha situado en el 10% o en porcentajes superiores en tres ocasiones, todas este mes. Mientras, la situación de los hospitales es cada vez más preocupante. En las últimas horas 74 personas más tuvieron que ser ingresadas en planta, mientras que en las UCI ya hay 122 pacientes.

En las residencias de mayores de Gipuzkoa el virus también sigue abriéndose camino, con 14 contagios ayer, que elevan los casos activos a 175, según datos de la Diputación. Desgraciadamente, la cifra de los fallecidos en los geriátricos sigue al alza. Con otras tres muertes ayer, ya son 50 los residentes que han perdido la vida por el Covid en esta segunda ola.