Las diez noticias clave de la jornada
Cartel contra la violencia sexista en el centro de San Sebastián. IÑIGO ROYO

Más de trescientas menores denuncian haber sufrido violencia sexual en el País Vasco

Es la octava comunidad autónoma con más jóvenes víctimas de agresiones, por detrás de Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia, Canarias, Baleares y Galicia

Macarena Tejada

San Sebastián

Miércoles, 25 de septiembre 2024, 02:00

Las agresiones sexuales cometidas por adolescentes son «una preocupación creciente» en los últimos años. Son centenares las menores que cada año denuncian haber sufrido ... un ataque de este tipo en Euskadi, en concreto 328, según los datos recogidos en el último informe 'Silenciadas, un análisis sobre agresiones sexuales en la adolescencia', realizado por la asociación Save the Children. Es la octava comunidad con más jóvenes víctimas de violencia sexual del Estado, por detrás de Andalucía (1.442), Cataluña (1.300), Madrid (1.177), Valencia (1.082), Canarias (564), Baleares (416) y Galicia (340).

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En el conjunto del Estado, en total, se registraron 18.731 denuncias de delitos contra la libertad sexual, de las cuales 8.337 tenían como víctimas a menores de 18 años. Son casi la mitad, el 44,5%. Aunque la mayoría, 6.814, son chicas, hay más de 1.500 casos en chicos. Desde que se ha disparado el uso de las nuevas tecnologías, a través sobre todo de las redes sociales, se han empezado a registrar también denuncias relacionadas con los delitos sexuales cometidos en internet, un total de 1.135 en un año en el conjunto del Estado. El 84% tenían como víctima a una niña, niño o adolescente.

Así, los datos sobre víctimas de violencia sexual indican que la infancia y la adolescencia representan el 44,5% de las denuncias de delitos sexuales, y que de ellas el 81,7% son niñas o chicas adolescentes, porcentaje que en el ámbito digital se traslada al 64,57%, según el texto, con cifras de 2022.

Los delitos que mayoritariamente se encuentran los profesionales de la intervención se engloban en tres grandes tipos: «la violencia sexual sufrida en la infancia, violencia sexual relacionada con los entornos de ocio, y violencia dentro de la pareja heterosexual, entendida como estable o no», según el documento. Las agresiones sufridas en la infancia son el escenario «más común», aunque suelen denunciarse «más tarde». El agresor «suele ser alguien del entorno familiar y en el hogar». Además, cada vez más aumenta el perfil de «la pareja de la madre» como agresor, según el infome de Save the Children.

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Otra de las manifestaciones de violencia sexual que se encuentran los expertos es aquella que existe entre iguales. «Se trata de formas de violencia que no tienen una intencionalidad previa y que se llevan a cabo muchas veces por imitación, por exploración o por curiosidad», explican en el informe de Save the Children. «Generalmente se da en el entorno conocido», como puede ser entre primos, vecinos o hermanos, en los que ocurre bajo la premisa de estar jugando.

Las claves

  • Agresor: El atacante «suele ser del entorno familiar», en muchas ocasiones la pareja de la madre

  • Jóvenes: Aunque la mayoría de agresores son adultos, hay más de 600 adolescentes condenados en Euskadi

  • Consejo: Para poder prevenir este tipo de casos, los expertos recomiendan reforzar la educación afectivo-sexual

Aunque la mayoría de delitos contra la libertad sexual se cometen por adultos (3.835 en el conjunto del Estado), hay más de 600 que se llevan a cabo por adolescentes. En Euskadi, fueron 13 los menores condenados por este tipo de delitos, siendo una de las comunidades con menos agresores de entre 0 y 18 años. En Andalucía, que lidera el ranking, fueron 104 y en Cataluña, 84.

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Prácticamente la totalidad de los agresores son chicos (97%) y los delitos más comunes son los relacionados con el abuso y agresión a personas menores de 16 años. Los delitos sexuales cometidos por adolescentes, por su parte, se reparten por todas las franjas de edad de entre 14 y 17 años.

Más denuncias

¿Con estos datos sobre la mesa se puede afirmar que hay un aumento de agresiones sexuales a menores? «Sí, en relación con los casos que se denuncian», explican desde esta asociación que trabaja por los derechos de la infancia. «Los profesionales se enfrentan a muchos más casos que tienen que trabajar», si bien «no pueden afirmar que no existiesen antes, sino que ahora se denuncian más». Sea como fuere, existe «una preocupación generalizada tanto por el aumento como por la gravedad de los delitos».

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Para poder prevenir este tipo de casos, desde Save the Children recomiendan reforzar la educación afectivo-sexual «desde edades tempranas y adaptada a cada etapa educativa», así como la educación en ciudadanía digital «sin prejuicios y sin miedos». Pero no solo eso. «La información y sensibilización permanente debe estar dirigida tanto al entorno social como a la adolescencia», y «el sistema de justicia debe continuar con su especialización, no solo en cuestión de agresores, sino también de las víctimas».

Entre los consejos aportados está el «necesario abordaje integral e individualizado con los agresores y una valoración integral también de las víctimas. La atención disciplinada y multidisciplinar es un derecho fundamental de la infancia y adolescencia víctima de violencia, reconocido en la normativa internacional y nacional. La coordinación entre los recursos de víctimas es también importante».

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Carmela del Moral Experta en políticas de infancia

«Suben las agresiones grupales, pero los casos de un solo atacante son mayoría»

Cada vez se registran más denuncias de menores que han sufrido violencia sexual. «Ahora bien, no podemos asegura que sea porque ha aumentado el número de delitos de este tipo o porque hay una mayor sensibilización y se denuncian más», explica Carmela Moral, responsable de políticas de infancia de Save the Children y una de las autoras del informe 'Silenciadas, un análisis sobre agresiones sexuales en la adolescencia'.

Sobre todo, lo que más han aumentado son las demandas por agresiones grupales. «En el informe hablamos de las agresiones sexuales grupales, que es algo que preocupa mucho. Desde el año 2018 se ve un incremento de las denuncias por estos delitos, pero aún así la mayoría de agresiones sexuales tienen a una persona como agresor», reflexiona.

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Cuando habla de delitos contra la libertad sexual en menores, la experta se refiere a «toda conducta sexual no deseada, como abusos sexuales, tocamientos o agresiones sexuales. Pueden conllevar un mayor o menor grado de violencia física, pero no dejan de ser todo tipo de conductas sexuales no consentidas con una persona menor de edad». Y recuerda que «los menores de 16 años no tienen capacidad para consentir».

Que el número de este tipo de denuncias haya aumentado en los últimos años no significa que sea un fenómeno nuevo. «Históricamente no existían denuncias por violencia de género y eso no significaba que no existieran esos casos», apunta.

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Para visibilizar los casos de violencia sexual y, sobre todo, evitarlos, «una gran clave está en la educación y en la prevención. La educación afectivo-sexual que deben recibir los menores desde edades tempranas es muy importante para poder desarrollar en la vida adulta una sexualidad más libre de violencia y más segura y que sirva para contrarrestar estereotipos de género, transmitidos por la pornografía, por ejemplo». Por otro lado, «es esencial que haya una formación por parte de las personas que trabajan con niñas y adolescentes para poder detectar de manera temprana estas cuestiones e intentar atajarlas»

En la actualidad, además, estos profesionales, al igual que las familias, se encuentran con otro gran reto como son las nuevas tecnologías. «El entorno digital es un entorno en el que se reproducen y se amplifican cuestiones de la vida 'offline'», esto es, que ocurren fuera de las pantallas, en nuestro día a día. Así, entre otros riesgos que tiene, «sirve para perpetuar determinados roles y estereotipos», advierte. «La pornografía es mucho más accesible y además muestra contenidos mucho más duros. Esto tiene un impacto también en las interacciones entre adolescentes y las violencias sexuales». Es más, «cada vez más las chicas tienen miedo ya no solo a ser víctimas de violencia sexual, sino de que esa agresión se pueda grabar y viralizar. Y no solo eso, de que alguien pueda compartir una foto suya sin consentimiento previo».

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