La Ertzaintza honra a sus pájaros
Seguridad destina 18.000 euros a registrar las características y el canto de las aves que dan nombre a las 28 promociones del cuerpo
De la elegancia del halcón peregrino a la belleza y fragilidad del jilguero, pasando por la astucia del cuco o la viveza del roquero rojo. ... Cada una de las 28 promociones de la Ertzaintza cuenta con un pájaro como emblema. Es una curiosidad que pocos ciudadanos vascos saben, pero que los agentes nunca olvidan. «Yo pertenezco a la octava hornada, la de los petirrojos o txantxangorris: una añada muy buena», bromeaba ayer un veterano policía autonómico.
El Departamento de Seguridad se ha propuesto potenciar el conocimiento de esta simbología. Destinará 18.000 euros a elaborar una serie de fichas y materiales sobre estas aves que serán expuestos en el Museo de la Ertzaintza, ubicado en la Academia de Arkaute, en Vitoria. En las salas de este centro de la memoria ya están los 28 estandartes de cada una de las promociones. Todos ellos con su respectivo animal, pero apenas se explica su historia o naturaleza. El objetivo pasa ahora por aportar más datos sobre las diferentes especies. Se pretende dar información sobre sus características principales, su distribución o sus costumbres.
Seguridad ha elegido a la empresa Burman Comunicación para este cometido (al ser un contrato menor, inferior a 19.000 euros, la ley permite que se pueda encargar de forma directa, sin poner en marcha un concurso). Fuentes de la consejería dirigida por Estefanía Beltran de Heredia aseguran que la labor de documentación la llevará a cabo un naturalista especializado en ornitología. Además, se pretende captar el canto o los sonidos característicos de cada una de las aves. La idea es reproducir estos audios a través de una pantalla para que el material sea interactivo. El trabajo se completará con una ilustración. Se espera que todo ello esté listo para finales de este invierno.
La historia de los pájaros de la Ertzaintza y cómo terminaron en los estandartes de las diferentes promociones es sorprendente. La elección del ave es absolutamente aleatoria. Durante muchos años, el sastre, la persona que se encargaba del vestuario y uniforme del cuerpo, contaba con un libro de animales en su estudio y se elegía allí mismo, al azar, cuál sería el diseño del pendón para representar a los agentes recién salidos de Arkaute. «El pájaro seleccionado no tiene ninguna característica especial relacionada con los cadetes. Es decir, los halcones no son los más rápidos del Cuerpo ni los treparriscos los mejores escaladores...», cuentan las fuentes consultadas. Puestos a pedir, los agentes prefieren las rapaces a pájaros que tienen menos renombre e incluso mala prensa, como el molesto estornino (decimocuarta promoción). Ya jubilado el sastre, en la última hornada, fue uno de los recién licenciados, experto en ornitología, quien decidió el emblema.
Tradicionalmente, los estandartes han sido cosidos por la firma vitoriana Bordados de Artesanía Maribel, una empresa especializada en la confección a demanda de banderas. Las famosas enseñas con aves se emplean muy pocas veces al año, solo en actos ceremoniales y de entrega de credenciales.
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