Uriarte valora la mejora en el informe PISA pero dice que «no es la foto del sistema educativo vasco»

Fueron 127 centros vascos (ocho más que hace tres años), 58 de la red pública y 69 de la concertada, los que participaron en la primavera del año pasado en la evaluación del informe PISA. En total 3.710 alumnos de 15 años realizaron la prueba, de los que 1.466 asistían a colegios públicos y 2.224 a concertados. Por modelos lingüísticos de enseñanza, 1.736 estaban matriculados en A y B y el resto, 1.972, en el D.

En diciembre de 2016 la educación vasca tuvo que mirarse al espejo y reconocer que no se encontraba en el nivel del que siempre había presumido. Ahora sus responsables respiran un poco más tranquilos, aunque no se alcanzan los resultados de 2012 que situaban a Euskadi en el 'Olimpo' de la enseñanza estatal, al estar por encima de la media de la OCDE en las tres materias examinadas, gracias al avance que experimentó en ciencias. Esta vez los datos son algo mejores que hace tres años y reflejan que los alumnos vascos han crecido en cuatro puntos en competencia científica y se han convertido en los únicos de España en subir su nota en esta materia.

Con 487 puntos «se recupera la tendencia positiva» en esa materia, según comentó Uriarte, a pesar de que todavía se está lejos de los 506 puntos conseguidos hace seis años. Ahora Euskadi es la octava comunidad -cuando en 2015 era la decimocuarta- en un ranking liderado por Galicia, con 510 puntos, y se sitúa a la par de Madrid y La Rioja. Respecto a la media de la OCDE, se encuentra dos puntos por debajo que se convierten en tres si se contemplan solo los países europeos. El listado lo encabeza Estonia con 530 puntos.

Además de señalar que «pocos países han mejorado en ciencias» con respecto al anterior análisis, la consejera sí incidió en que la cifras demuestran que el sistema educativo vasco en esta materia es «muy equitativo», es decir que la brecha existente entre los mejores y peores resultados es baja y prácticamente «no situamos en el límite con los países que han logrado mejor puntuación».

En cuanto a las matemáticas, -la competencia en la que el País Vasco salvó ligeramente los muebles en la anterior prueba porque a pesar del retroceso de 505 a 492 puntos se mantenía en la media de la OCDE y por encima de la española-, en esta ocasión los 499 puntos alcanzados le coloca en tercer puesto entre las comunidades autónomas con mayores competencias, tras Navarra (503) y Castilla y León (502). Son siete puntos más que en 2015 y seis menos que los logrados en 2012. Mejora sensiblemente su relación con la media de la OCDE, que es de 489, y 18 si la comparativa se hace con el nivel medio español. También se sitúa por encima de la nota media de los países de la Unión Europea, que es de 494.

«En la competencia matemática Euskadi se sitúa en el grupo de países con mejores resultados y mayor equidad», apuntó Uriarte, que recordó que países como «Suecia, Reino Unido o Noruega se encuentran en un nivel similar».

Como balance global de los dos resultados obtenidos en ambas competencias, la consejera señaló que «se ha dado un cambio de tendencia que hay que seguir trabajando. Euskadi ha mejorado sus resultados, lo que nos sitúa en una buena posición, y solo queda seguir trabajando por la calidad de la enseñanza y la mejora de las competencias del alumnado».

Dejó claro que PISA es una prueba de carácter internacional que sirve para que Euskadi se evalúe con otros países, pero que se trata de una prueba que se hace a un grupo concreto de alumnos en un momento concreto y por lo tanto «no es la foto» del sistema educativo vasco. Porque a esta evaluación hay que sumar otras que llevan a cabo desde su departamento para poder tener una foto real y adoptar decisiones.

En cuanto a la competencia lectora, la OCDE ha decidido aplazar la publicación de los datos, -sobre los que este año el organismo había fijado su atención especialmente- tanto de España como de todas las comunidades autónomas, ya que según informó la propia organización, detectaron algunas anomalías. A este respecto, la responsable de la Educación vasca señaló que no tiene constancia de que exista cierto «pasotismo» o «cansancio» en los alumnos con este tipo de pruebas.

La responsable de análisis de datos de PISA, Miyako Ikeda, reveló este martes en la presentación del estudio en Madrid, que grupos de estudiantes de algunos centros contestaron a todo que sí o que no, o en menos de 25 segundos las más de 20 preguntas planteadas en varios ejercicios sobre unos textos. La Isla de Pascua y el misterio de cómo llegaron a ella las esculturas de piedra llamadas moais o la sustitución de la leche de vaca por la de soja en una cafetería norteamericana son dos de las situaciones planteadas por la OCDE a los estudiantes de 15 años en la prueba de lectura. A través de las preguntas formuladas, el estudiante debe demostrar si tiene habilidad para gestinar información con textos diferentes.

Respecto a los resultados conseguidos en el Estado, se produce un retroceso respecto a 2015 cuando los adolescentes españoles lograron por primera vez alcanzar la nota media de la OCDE. La brecha entre España y la media de los sistemas educativos más avanzados, que en la edición anterior quedó reducida a un punto tras sumar la nota de todas las pruebas, este año vuelve a ampliarse catorce puntos, pese a que el nivel de calificaciones del resto de países también retrocedió.