El sistema educativo vasco, a examen
Euskadi obtuvo los peores resultados desde que participa en el informe mundial PISA. Expertos en educación analizan las posibles causas y cómo revertir la situación
Verónica Melo, Patricia Rodríguez y Javier Guillenea
San Sebastián
Domingo, 10 de diciembre 2023, 06:34
Los malos resultados que han obtenido los estudiantes vascos en el último curso de la enseñanza obligatoria (4º ESO) en el informe PISA 2022 han hecho saltar las alarmas. Es cierto que la bajada a nivel mundial ha sido generalizada (17 puntos con respecto a la prueba de 2018) y que Euskadi se sitúa en la zona media de la tabla, pero el bajón en Matemáticas, Lectura y Ciencias preocupa, porque no se trata de un hecho puntual.El empeoramiento comenzó en 2012 -tres años antes el País Vasco había obtenido las mejores calificaciones- y, desde entonces, salvo un pico positivo en Matemáticas en 2018, la curva es descendente.
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Otro dato preocupante es que el alumnado vasco de origen extranjero puede ir hasta dos cursos por detrás de sus compañeros dentro de un mismo aula, la brecha más grande de todo el Estado. El informe se refiere a la pandemia -las pruebas se retrasaron un año por el Covid- como una de las causas que explique los malos resultados.
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El Departamento vasco de Educación se ha aferrado a ese argumento para justificar el retroceso de los alumnos vascos, además de al hecho de que «el bajón ha sido generalizado en toda Europa», alegó el consejero Jokin Bildarratz. DV ha preguntado a expertos que conocen en profundidad el sistema educativo para analizar las posibles causas del suspenso en PISA y cómo revertir la situación.
Nélida Zaitegi Pedagoga
«Hay que replantearse seriamente qué cosas enseñamos y cómo»
«No hay que hacer un drama de los resultados», advierte Nélida Zaitegi. «Es como cuando te haces una analítica, nos han dicho qué tenemos y ahora toca poner remedio», explica la pedagoga y expresidenta del Consejo Escolar de Euskadi. «Eso no significa que no les dé importancia. La tienen pero en su justa medida porque PISA es una foto fija de un momento determinado», argumenta. «Y el momento en esta última prueba es muy importante. Con la pandemia estábamos todos mal: estudiantes, profesores y familias».
Zaitegi ha analizado todos los estudios PISA que se han hecho en Euskadi y lo que más le preocupa es «la tendencia a la baja». Aboga por «preguntarse cómo están cambiando los valores y los hábitos del aprendizaje. Por eso hay que cambiar la enseñanza para llegar a los alumnos. Lo que importa es lo que ellos aprenden, no lo que nosotros les enseñamos», sostiene.
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«Está bien que nos comparemos con otros pero no puede ser una conclusión. Lo importante es qué aprendemos de esto. Tenemos que analizar cómo están las escuelas, cuál es el clima escolar, qué pasa en el entorno familiar, cómo se distribuyen los recursos...», enumera. «Pero PISA analiza una parte de la enseñanza; sí, en tres áreas muy importantes, pero no la educación. Además, me preocupa que es una prueba de la OCDE, una organización 'viejuna'. Hoy para trabajar hay que tener unas competencias diferentes, que no son solo las que examina».
A su juicio, no cree que haga falta invertir más dinero. «Este no es un problema de más inversión, sino de ver cómo se rentabiliza. Hay que replantearse seriamente qué cosas enseñamos, qué cosas necesitan los chavales para su futuro, por supuesto lengua y matemáticas, pero más cosas también. El profesor no está para enseñar, sino para facilitar el aprendizaje de los alumnos. Esa es la diferencia».
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Defiende que la educación es una labor colectiva. «La administración con los planes y los recursos, y los colegios con sus proyectos educativos. Pero ¿cómo trabajan la inclusión? ¿Qué metodología tienen? Y luego están los profesores y familias. Les pedimos a los alumnos que lean, pero ¿cuántos padres abren un libro en casa?», se pregunta.
Telmo Lazkano Profesor experto en redes sociales
«El frenesí digital en las aulas es uno de los pilares para entender el declive»
«Cuidado con poner como excusa la pandemia. La tendencia a la baja es muy clara desde 2012, año en el que comenzó la digitalización escolar masiva en todos los países europeos y en el País Vasco, con el programa Eskola 2.0», afirma Telmo Lazkano, docente formado en redes sociales, que alude al «frenesí digital» que se está dando en los últimos años para entender el «declive cognitivo en las aulas».
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«Es el principal cambio que se ha producido justo en el momento en el que comenzaron a empeorar los resultados», señala Lazkano, partidario de «racionalizar» la digitalización. «Tenemos que ver cuál es el objetivo didáctico y las necesidades de cada lugar y después veremos para qué, cómo y cuándo podemos ayudar con el uso de esta tecnología. Es esta la que se tiene que adaptar a la pedagogía y no al revés», defiende. A este docente no le sorprende demasiado los resultados que arroja el informe PISA ya que este 'bajón' lo vienen observando año a año en las aulas. «La mayoría de los profesores coincidimos en que, en la última década, la expresión oral y escrita ha decaído mucho, al igual que el léxico, la capacidad de concentración, motivación, esfuerzo y tolerancia a la frustración».
Lazkano se apoya en las pruebas PISA de 2015 que refuerza esta percepción. «En el informe de ese año hay un gráfico muy claro. Los países que más han invertido en digitalización son los que peores resultados han conseguido. No quiere decir que todo el equilibrio académico resida en esto pero es uno de los pilares fundamentales a analizar, y así lo hizo Suecia por ejemplo». En este sentido, cree que se debería reflexionar «si en Primaria, etapa en la que se tienen que consolidar las capacidades fundamentales de atención, motivación y léxico, deberíamos hacer uso de los 'chromebooks' como lo estamos haciendo. Y cuando pasamos a Secundaria habría que ver si las asignaturas troncales realmente enseñadas a través de los portátiles dan mejoras o no porque no hay una evidencia solida académica que lo aguarde».
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Además de la tecnología, Lazkano considera los ratios como otro de los cambios para mejorar el sistema educativo. «Cuantos menos alumnos por profesor, mejor es la enseñanza que se da», concluye.
Gonzalo Larruzea Doctor en organización escolar
«Los resultados son malos sin paliativos, hay motivos para la preocupación»
«Los resultados son malos sin paliativos pero el Departamento ha preferido escudarse en el mal generalizado de la pandemia y su efecto perjudicial en los rendimientos de casi todos los países», manifiesta Gonzalo Larruzea, doctor en Organización Escolar, que señala dos elementos que muestran que «hay motivos para la preocupación y el replanteamiento de las políticas educativas». El primero sería la tendencia a la baja que se viene registrando desde hace una década. «No estamos hablando de un resultado puntual, sino que la tendencia a la baja es constante en toda una década (2012-2022) y ello viene reflejado en todas las evaluaciones de diagnóstico del departamento y también otras internacionales (PIRLS; TIMSS, etc.)». El segundo aspecto clave, a juicio de este experto, es que no hay correlación entre el gasto educativo y los resultados. «El País Vasco está a la cabeza de gasto por alumno. En la enseñanza pública el gasto por alumno en el 2020 era de 10.214 euros. La media de España está en 6.540».
A la hora de explicar las razones que pueden estar influyendo en estos «pobres resultados», Larruzea lanza cinco principales hipótesis, entre las que se encuentra la pandemia; la política lingüística, «existe una coincidencia entre el crecimiento exponencial de los modelos lingüísticos más euskaldunes, especialmente el D y el declive en los resultados»; la segregación, «el País Vasco ocupa los primeros lugares en los rankings»; la falta de apoyos al profesorado y «el influjo de la tecnología». Con todo, considera que las pruebas PISA, aunque son una «valiosa fuente de información», deben dimensionarse ya que «es solo la fotografía puntual».
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«Próximamente se va a aprobar la ley educativa. Se ha querido hacer de ella el talismán que va a resolver nuestros males, pero por sus contenidos, no parece que vaya a cambiar el rumbo de nuestra educación», advierte.
Jenaro Guisasola Investigador
«La clave puede estar en la desilusión de docentes de entre 40 y 50 años»
«Los datos del País Vasco son tristes. Es cierto que ha habido un descenso generalizado en toda la OCDE, pero es que en los últimos diez años se ha producido en Euskadi un fuerte y continuado retroceso tanto en lectura, como en ciencias y en matemáticas». Jenaro Guisasola, investigador invitado en el Instituto de Máquina Herramienta de Elgoibar y todo un referente internacional en didáctica de las ciencias, cree que los malos resultados del informe PISA en el conjunto del Estado obedecen a «razones multifactoriales», entre ellas que «ha habido cinco leyes estatales de educación en las últimas décadas» y, también, que a la hora de elaborar esas leyes «no se ha preguntado a los profesores, que son unos convidados de piedra».
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«En el caso concreto del País Vasco, el diseño curricular base está en línea con lo que evalúa PISA, pero habría que ver si los profesores hacen caso de ese currículum o no», explica Guisasola, que se apresura a puntualizar que «esto no significa que haya que echarle a ellos la culpa de los malos resultados, porque a lo mejor quieren pero no pueden porque hay una estructura que se lo impide».
Entre las causas del retroceso, Guisasola no da especial relevancia a la enseñanza en euskera. «La mayoría de los estudios llegan a la conclusión de que el binlingüismo no influye. Es más, lo que dicen es que los alumnos que dominan dos lenguas tienen normalmente mejores resultados», explica.
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¿Los malos datos han provocado un desencanto entre el profesorado vasco? Según afirma este investigador, al menos en Ciencias, los jóvenes graduados que se matriculan en los cursos de adaptación pedagógica para dar clases en Secundaria o Bachillerato «están ilusionados». Pero reconoce que «están enormemente desorientados porque ellos han tenido una formación de años en su disciplina, pero solo tienen cinco meses de formación para dar clases de esa misma disciplina». Guisasola lamenta la falta de información existente sobre la situación del profesorado. «A ellos nadie les pregunta», insiste. «No tenemos encuestas, no sabemos lo que opinan los docentes de 40 o 45 años, no sabemos si se han ido desilusionando por el camino, y ahí puede estar la clave».
Francisco Luna Especialista en evaluación educativa
«Las diferencias entre alumnado vulnerable están aumentando»
«Aunque existe una fuerte inversión para resolver esta problemática, no se está consiguiendo. ¿Qué está pasando?»p. rodríguezsan sebastián. El informe PISA «nos dice cosas que venimos sabiendo casi desde principios del siglo XX, como la influencia del índice socioeconómico-cultural. Que las diferencias entre alumnado vulnerable y no vulnerable se mantengan e incluso se incrementen no es aceptable en un sistema educativo como el vasco, porque nuestra inversión y preocupación es muy alta. Debería dar mejor resultado y no se está consiguiendo resolver esta problemática», señala.
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Otro de los aspectos que han cambiado en el sistema educativo, a juicio de Luna, es que «se ha incrementado el porcentaje de alumnado inmigrante en nuestro sistema. De manera reiterada, la distancia entre alumnado inmigrante y autóctono se sigue manteniendo y es evidente que no estamos consiguiendo resolverlo a pesar de los muchos programas de atención que tenemos».
A pesar de todo, considera que el sistema educativo vasco «sigue funcionando» y cree importante no confundir que la educación vasca sea «el resultado que obtenemos de una evaluación externa porque la realidad educativa de los centros es mucho más rica de lo que presentan estos informes», añade.
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