Entre la preocupación y la incertidumbre
Padres de alumnos afectados echan de menos mayor implicación del Gobierno Vasco en la resolución del conflicto
Idoia González, Juan Ignacio Manso, Esti Urdampilleta y Virginia Miguel son parte de la Asociación de Padres y Madres del Colegio Jesuitas de San Sebastián. Los cuatro -presidenta, vicepresidente, vocal y tesorera- tienen hijos en diferentes ciclos y cursos así que pueden presentar una mirada muy completa sobre cómo afecta el conflicto laboral en los centros de iniciativa social y más concretamente. Resumen la situación con dos palabras: preocupación e incertidumbre. Hoy irán a Bilbao a una reunión convocada por Kristau Eskola.
«A Jesuitas acuden unos 1.600 alumnos y con los servicios mínimos que había hasta ahora podía ocurrir cualquier accidente. ¿El derecho a la huelga prevalece sobre el derecho a la seguridad?», se preguntaba ayer Idoia González ante la puerta del centro.
En el caso de este colegio religioso, la huelga se va a reducir a tres días. Para hoy y mañana está previsto que el seguimiento sea de un 31% de los trabajadores (41 personas) y para el viernes, que es cuando se realiza la tamborrada, de un 18%. «Muchos padres están agotando sus vacaciones con estas huelgas», comenta la presidenta de la apyma, como uno de los contratiempos a los que se enfrentan. «Eso en el caso de los más pequeños porque recomiendan no llevarlos al colegio». Más grave es la situación de los alumnos de Bachillerato que «en breve tendrán que hacer la Selectividad».
Juan Ignacio Manso es quien recurre a la palabra preocupación «ante una pelea entre dos partes en la que los padres poco podemos hacer y en la que no coincide lo que dicen unos con lo que apuntan los otros» y a la de incertidumbre «ante una situación que no sabemos cómo va a concluir porque hay una amenaza de huelga indefinida». Cree que el Gobierno Vasco «se está lavando las manos. La red concertada tiene financiación suya y debería estar ahí, trabajando en la solución».