Preocupación en las familias de Aspace por la supresión de 33 jornadas lectivas
La dirección del centro para jóvenes con necesidades especiales aclara que es «un ajuste del calendario negociado en el nuevo convenio profesional» firmado en diciembre de 2024
Un ajuste en el calendario lectivo de cara al curso 25/26 ha provocado un escenario de tensión, nervios e incertidumbre entre las familias que ... componen la comunidad educativa de Aspace Gipuzkoa, un centro concertado que presta servicio a un centenar de alumnos con necesidades educativas especiales. Varias familias contactaron ayer con este medio para denunciar «que el año que viene vamos a tener 33 días menos de clase. De 213 jornadas lectivas, pasamos a 180... Estamos tristes porque es una injusticia».
Con todo, esta modificación del calendario «no es nueva, ya la comunicamos el año pasado», matiza en primer lugar Rosa Iglesias, presidenta de Aspace Gipuzkoa, quien también entiende «la preocupación de las familias, porque esta es una situación complicada». En este sentido, agrega que esos 213 días, ofrecidos a lo largo de los últimos 20 años, «se salían del calendario lectivo que marca el Departamento de Educación», que es de unos 180 días.
Daban un servicio superior a lo estipulado y esta carga extra de trabajo fue uno de los puntos a discutir en la negociación del nuevo convenio de los profesionales de este ámbito, firmado en diciembre de 2024 -el anterior databa de 2004-. «Allí se acordó que los trabajadores de Aspace se iban a equiparar laboralmente a los de otros espacios educativos similares», cuenta Iglesias. De ahí la supresión de los 33 días.
Horizonte de dudas
El principal problema para el grupo de familias que no terminan de entender esta decisión -«comunicada hace 11 meses», insisten desde el centro- es que el año que viene los alumnos de Aspace Gipuzkoa, con edades comprendidas entre los 6 y los 20 años, terminarán sus clases a mediados de junio. A día de hoy está confirmado que tendrán en agosto, como hasta ahora, unos servicios alternativos que se desarrollan en colaboración con la Diputación Foral. Para ese conflictivo mes de julio la presidenta, Rosa Iglesias, asegura que «hemos presentado en mayo un proyecto a las áreas forales de Juventud y Políticas Sociales». La responsable resalta que «me consta que están estudiando la iniciativa en estos momentos».
«El ajuste del calendario genera una situación difícil para las familias, pero no las vamos a dejar tiradas»
Rosa Iglesias
Presidenta de Aspace Gipuzkoa
Respecto a las esperanzas de que salga dicho servicio adelante, Iglesias, madre de una exalumna de Aspace, se muestra muy clara: «Tiene que salir, sí o sí. Si no es con nuestra idea, será algo parecido». En este sentido, la presidenta de Aspace Gipuzkoa subraya que «no vamos a dejar tiradas a las familias. Eso no va a pasar». La idea de poder llevar adelante este servicio alternativo una vez termine el curso 25/26 «se comunicó en una reunión a las familias hace un año. Sabemos que es una situación delicada y difícil, pero este es un compromiso de la junta directiva y lo vamos a sacar adalente».
La presidenta de Aspace Gipuzkoa, eso sí, se muestra «sorprendida» por la «vehemencia» de algunas familias en sus protestas. La creación de perfiles en redes sociales críticos con la gestión de este recurso educativo para jóvenes con necesidades especiales y el movimiento sindical -CCOO y ELA- que está pidiendo «que la dirección cumpla su palabra» a través de unas pancartas colgadas en los últimos días han enrarecido el ambiente en el seno de la comunidad educativa de este centro.
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