¿Qué hacen otros países respecto al uso de móviles en los colegios?

Luxemburgo: Prohíbe que el alumnado utilice el móvil «durante las clases, recreos y en el interior de los edificios escolares». Además, limita a cuestiones profesionales la utilización del móvil por parte del profesorado durante su jornada laboral.

Portugal: Impide al alumnado el uso de móviles en dependencias, actividades o en reuniones escolares, salvo que dicho uso tenga finalidad didáctica o haya sido expresamente autorizado.

Francia: Tiene una de las regulaciones más detalladas, que distingue además entre las distintas etapas educativas. En los centros de preescolar, primaria y secundaria obligatoria (2-15 años), el alumnado tiene prohibido el uso de móviles y de cualquier otra tecnología de comunicación personal electrónica, si bien se admite con fines pedagógicos y en los lugares señalados al efecto por el reglamento interno de cada escuela. En el caso de la educación secundaria no obligatoria (16-18 años), corresponde a cada centro establecer los espacios escolares y las actividades exteriores en las que se puede o no utilizar el móvil. La ley permite que las autoridades escolares confisquen los aparatos del alumnado infractor. Las normas anteriores no se aplican al alumnado con discapacidad o en situación de dependencia.

Alemania: El uso del móvil personal está prohibido en las escuelas de Baviera, salvo permiso expreso de la autoridad competente.

Suecia: La Ley Escolar solo permite al alumnado utilizar el móvil personal o dispositivos análogos como herramientas de aprendizaje bien cuando así lo indica el profesorado en tareas concretas, bien cuando representan un apoyo para el alumnado con necesidades educativas especiales. La normativa sueca concede a los equipos directivos la potestad tanto de autorizar usos alternativos («en casos especiales») o recoger los dispositivos del alumnado al comienzo de la jornada escolar.

Suiza: En el cantón de Vaud, el alumnado no puede utilizar los móviles personales «durante la jornada escolar», es decir, «en clase, durante los descansos y el recreo, así como durante las excursiones o campamentos». Durante la comida del mediodía, en cambio, rigen las normas establecidas por cada ayuntamiento, dado que las cantinas escolares son de competencia municipal.

Países Bajos: Móviles, tabletas y relojes inteligentes están vetados en las aulas de secundaria desde el 1 de enero, según anunció el ministro de Educación el pasado julio.

Canadá: Ontario proscribió los móviles en las aulas en 2019, aunque se autoriza su empleo con fines didácticos supervisados, de salud o de apoyo al alumnado con necesidades educativas especiales.

Australia: En los centros públicos se aplica el criterio básico de 'off and away': los aparatos deben estar desconectados y fuera del alcance del alumnado durante toda la jornada escolar. Hay excepciones por motivos de salud, discapacidad, dificultades de aprendizaje y por uso educativo supervisado.

Estados Unidos: El panorama es muy heterogéneo, puesto que las competencias educativas residen en los estados o en entidades administrativas de menor rango. En el curso 2019-2020, alrededor de dos tercios de los centros educativos prohibían los usos no educativos de los móviles personales durante la jornada escolar. Enel estado de Tennessee, por ejemplo, se permite confiscar los teléfonos móviles cuando estos son motivo de distracción, medida que debe figurar expresamente en los reglamentos escolares para poder ser implementada.

Escocia: En el manual que ha editado el Gobierno para fomentar el uso adecuado de la tecnología móvil en las escuelas se señala: «Considerando tanto los potenciales beneficios para el aprendizaje y la enseñanza del actual contexto de incremento de la propiedad y uso [de dispositivos móviles, como los factores de riesgo, es poco razonable y práctico intentar prohibir los dispositivos móviles en las escuelas». Se considera que se precisa «una estrategia diferente, que promueva el uso seguro y responsable de los dispositivos móviles», al tiempo que se anima a las escuelas a adoptar «una respuesta firme».

Irlanda: También deja la regulación en manos de las escuelas, a las que recomienda diseñar una política global sobre el uso de las tecnologías digitales. Se trata, en cualquier caso, de una responsabilidad compartida, en la medida en que las autoridades educativas sugieren algunas pautas generales e instan a que las medidas sean adoptadas previa consulta con toda la comunidad educativa.

Inglaterra: Si bien formalmente mantiene la política de 'laissez faire', en una circular de octubre del año pasado el Departamento de Educación recomendaba restringir el uso de los móviles personales durante la jornada escolar, advirtiendo que «si las escuelas no implementan esta nueva orientación, el Gobierno considerará legislar en el futuro para hacerla obligatoria».

Noruega: Este país nórdico ha optado por el 'laissez faire' más puro, dejando plena libertad a las escuelas para abordar el uso personal de los móviles en las aulas, sin que haya constancia de recomendaciones oficiales en esta materia por parte de las autoridades educativas nacionales.