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Nélida Zaitegi pedirá que conste que la escuela pública es prioritaria. PEDRO URRESTI
Nélida Zaitegi | Pedagoga y expresidenta del Consejo Escolar de Euskadi

«Debe quedar por escrito que el eje del sistema es la escuela pública»

El texto propone la creación de un único modelo educativo en el que se englobará a la red pública y la concertada con la gratuidad de tasas, siempre y cuando se cumplan unas condiciones de equidad y excelencia por parte de los centros

Verónica Melo

San Sebastián

Domingo, 13 de febrero 2022, 07:37

«Debemos tener claro que el texto es un documento de bases», comenta la pedagoga Nélida Zaitegi antes de disponerse a desgranar qué ve de ... positivo en el primer borrador del pacto educativo y qué le gustaría que incluyese. «Voy a presentar mis propias aportaciones al documento. Creo que hay que sumar con propuestas, no sirve de nada quejarse sin dar ideas».

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– ¿Qué valoración hace del documento 'Bases para una educación del siglo XXI'?

– En primer lugar, creo que el apoyo mayoritario de los parlamentarios es un buen arranque. Cómo se ha llegado a él también, se ha contado con la participación de numerosos agentes educativos. Así que este primer texto es un 'patchwork' de ideas y conceptos que permite arreglos. No puede gustar todo a todos desde el principio. Pero que todas las partes se vean reflejadas de una u otra manera me indica que tiene recorrido. Y el objetivo debe ser crear una nueva ley, porque la necesitamos.

– ¿Qué echa en falta en el texto?

– Claramente una referencia expresa a que el eje del sistema educativo es la escuela pública. Se puede colaborar, concertar y acordar con centros de otros perfiles a los que no resto su importancia.

– ¿Pero?

– Pero la escuela pública tiene que ser prioritaria para un gobierno. Y, si no se deja por escrito, puede llegar un momento que a la larga traiga consecuencias. Tiene una razón incluso de pertenencia, la escuela pública es la de todos y ese valor público es el que hace que responda a las necesidades de la gente.

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– ¿Comparte ese paraguas que engloba a ambas redes, el llamado Servicio Vasco Educativo?

– Me parece muy buena idea que haya un acuerdo entre la administración en función de la situación de los centros. Tengo esto, puedo hacer esto, acordamos. La inclusión del contrato-programa está en marcha en lugares como Asturias y funciona. No quito importancia a otras redes, en el País Vasco está muy arraigada toda la red concertada, pero se debe dar prioridad al servicio público. Si no es poner en igualdad de condiciones a ambos sistemas, y no son iguales. Si se juega con dinero público habrá que jugar con las mismas cartas, desde la elección del profesorado hasta la gestión económica. Lo que no puede ser es ganar y no poner nada.

– En el texto se dice que se financiará al 100% cuando se cubran las necesidades educativas básicas. ¿Cuáles son?

– Además de las propias clases académicas, entiendo que son el comedor, el transporte, las clases de apoyo y refuerzos... No es lo mismo tener alumnos con necesidades especiales que no tenerlos.

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– ¿Todo sin cobrar cuotas a quienes cumplan?

– En el texto lo pone clarísimo. No se podrán cobrar cuotas. Habrá que ver cómo se articula todo esto, pero lo que está claro es que las cuotas provocan segregación.

Aportaciones

«El texto es un 'patchwork' de ideas y conceptos que permite arreglos con un objetivo, la ley»

– ¿Qué más echa en falta?

– Dos cosas. La primera, que se incluya la ética del cuidado como paradigma fundamental del sistema educativo vasco. Estamos saliendo de una pandemia, la necesidad de bienestar y cuidado personal, de los demás y del entorno, es vital.

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– ¿Y la segunda?

– La evaluación de los propios centros. Tenemos en mente siempre la evaluación del alumnado, el borrador recoge incluso la evaluación del profesorado, pero hace falta tener una evaluación de los propios colegios. Más aún si los vamos a dotar de autonomía, si van a contar con equipos directivos fuertes. Liderarán sus propios proyectos pero con rendición de cuentas y una gobernanza transparente. Además se habla de reconocer el estatus del papel docente y del valor de su trabajo.

– Usted venía reclamando esa autonomía para los centros desde hace tiempo.

– Sí, cada centro conoce la realidad de su alumnado, de su entorno social, esto les permite poder ajustarse a su manera de hacer para llegar a una formación global. Excelencia y equidad, en el borrador se ven como dos caras de la misma moneda, y me parece genial. Dar a cada niño en función de lo que necesita, no vale con que vayan al colegio, debemos garantizar que salgan con éxito. Tienen que salir bien formados como personas y como profesionales para abordar los retos que les vienen.

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Euskera

«Interpreto que se acaban los modelos actuales, sabemos a dónde llegar y cada centro verá cómo»

– ¿Entre esos proyectos está el lingüístico?

– Por fin se aclara que cada centro podrá tomar decisiones en función de su realidad. El eje es el euskera en un sistema plurilingüe, y que se garantice el éxito de todo el alumnado en euskera y castellano. Como yo interpreto el texto, se supera la educación por modelos lingüísticos. Tengo que llegar a un mismo sitio y lo haremos de manera distinta.

– ¿Qué otros aspectos positivos destaca?

–La creación del Consejo de la Educación Pública Vasca. El no tener que depender de la administración, que sea un garante no solo de la inclusión, también de la atención. Otro aspecto que me gusta es la puesta en marcha de consejos educativos sociales. Con él se apuesta por entender la educación como un reto para toda la comunidad, no solo para un departamento concreto. Aquí estarán las familias, los agentes sociales, la educación no formal junto a los ayuntamientos, por ejemplo.

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– ¿Urge consensuar para llegar a una nueva norma?

– Que necesitamos una nueva ley es indiscutible. Vivimos en una nueva realidad y más después de la pandemia. Una ley tiene que ser breve, concreta y duradera. La educación es una cuestión de Estado y no de partidos. A través de la norma se debe marcar la dirección, pero no el camino.

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