«La red concertada será totalmente gratuita y sin ninguna discriminación»

– ¿Cómo se siente?

– Todavía emocionado e intentando bajar a la realidad. Está siendo un día de felicitaciones que creo que no debo. Debo agradecer a tantas personas que han puesto de su parte que esto sea una realidad. Se ha conseguido algo verdaderamente importante. El Parlamento nos ha dado una gran lección y sirve de ejemplo.

– ¿Pasó nervios?

– Muchos, el viernes y las jornadas anteriores. En este tipo de negociaciones hay que limar muchos matices que se quedan colgando y tener en cuenta todas las sensibilidades que hay que gestionar.

– ¿Llegó a pensar que no se conseguiría el consenso de cuatro grupos parlamentarios?

– No. En ningún momento hubo un partido fuera de la búsqueda de consenso. Ha sido un trabajo a cuatro y los cuatro han estado implicados. Sobrevolaba el concepto de diálogo, de escuchar y ceder. Todos los grupos han sabido ser generosos y receptivos. Se ha logrado sin protagonismos de nadie, los cuatro han ido enhebrando un texto en el que todos, de una manera o de otra, se han visto reconocidos para poder llevarlo a votación.

– ¿Qué fue lo que encalló unas negociaciones que parecían encarriladas?

– Nada en realidad, no hubo un punto concreto de discordia. El pacto es un texto amplio con dos partes diferenciadas, una más enfocada a los principios que justifican la necesidad de una nueva Ley, y la otra centrada en medidas de trabajo para los próximos dos sexenios. Son muchos matices, con muchos temas y con muchos partidos. Hay que ir hablando enmienda a enmienda con cada uno, ajustando y eso lleva su tiempo. El retraso resulta una nimiedad para el proyecto y el acuerdo tan amplio logrado.

– ¿Nada que ver entonces con el euskera y el futuro modelo lingüístico?

– No, sobre el euskera no se recoge nada nuevo que no se hubiera conseguido en acuerdos precedentes. En el documento hay muchas cuestiones delicadas como la lucha contra la segregación, cómo gestionar la vulnerabilidad o cómo plantear el servicio público vasco. Todos los grupos tenían claro qué medidas había que adoptar y eso no se cierra en dos horas pero sí se afina en dos horas.

– ¿Se equivoca el PP al no sumarse al pacto?

– Cada uno tiene que ver cuáles son su objetivos y líneas rojas. Me hubiera gustado que estuviera porque hubiera ampliado la mayoría. Conseguir que el 90,6% del arco parlamentario dé su conformidad es un gran logro. Además demuestra el compromiso de Euskadi con su búsqueda en la estabilidad en materia de Educación. Venimos de donde venimos, y es justo reconocer la labor de mis predecesores como José Ramón Recalde y el propio Fernando Buesa, venimos de su Ley.

– Este gran acuerdo, ¿abre la puerta a otra manera de hacer política?

– Este acuerdo supone un empujón tanto institucional como político de cara a la sociedad. Envía el mensaje de que los partidos son capaces de ponerse de acuerdo en un tema nuclear como es definir el futuro de la Educación. Veremos si también son capaces de ir desarrollando esta idea en otros temas importantes relacionados con las necesidades de la sociedad. Estamos en un momento complicado tras una pandemia, en la que se ha demostrado que juntos salimos mejor. El momento también ha ayudado a crear un clima para conseguir un acuerdo. Con el Covid se ha puesto de manifiesto la importancia de la Educación, de su papel esencial.

– El documento del acuerdo no se ha hecho público.

– Todavía no, ahora hay un trabajo en correcciones o de traducción, quedan unos elementos técnicos. Es algo habitual en este tipo de procedimientos.

– ¿Cuáles son los siguientes pasos?

– El 28 de marzo la comisión de educación aprobará el informe de la ponencia, y el 7 de abril se llevará a pleno. El departamento de Educación empezará a trabajar desde el lunes en la redacción de la ley porque la literalidad del acuerdo ya lo tenemos.

– ¿Para cuándo la ley?

– Espero que en la primavera del año que viene. Será un texto fiel acordado en el Parlamento.

– Vamos con los puntos del acuerdo, ¿qué significa que la escuela pública será el eje?

– Tenemos que definir el servicio público vasco que estará conformado por centros públicos y por centros de interés social o concertados. Todos deberán cumplir una serie de requisitos que les vamos a dar nosotros para acceder a la financiación pública. Cambiará el sistema de matriculación, será centralizada, no se realizará en cada centro sino por municipio, comarca o zona. Los padres van a poder elegir el colegio, como no puede ser de otra manera, pero cada centro tendrá establecido un porcentaje de admisión de la vulnerabilidad al que van a tener que responder teniendo en cuenta el ámbito al que responden. Esa vulnerabilidad puede ser de muchos tipos por origen, económica, por altas capacidades o por necesidades educativas especiales, por ejemplo. Y, además, habrá una planificación de oficio. La oferta nunca será superior a la demanda, es un proceso técnico y muy controlado.

– ¿Los centros concertados que se ajusten a ese interés social no tendrán cuotas?

– Van a tener que ser gratuitos como los públicos. El departamento de Educación regulará qué cuotas podrán cobrar por actividades complementarias como material escolar o excursiones. Y se publicitará en la web del Departamento. La enseñanza va a ser gratuita y no va a haber ningún tipo de discriminación. Todo será transparente y habrá un control de los fondos públicos que se utilicen a través de la puesta en marcha de una dirección de auditoría y control de gestión.

– ¿En qué se concreta el modelo plurilingüe?

– El euskera es eje vertebrador en el ámbito de las lenguas y se configura el sistema plurilingüe con el castellano y una tercer lengua, al menos. El perfil de salida de los alumnos al terminar Secundaria será de B2 en euskera y castellano, y de un B1 en inglés. El objetivo es que cada colegio responda a su realidad sociolingüística, que es muy diferente, ni mejor ni peor, por municipios y zonas. Cada centro deberá desarrollar su propio proyecto lingüístico dentro de su propio proyecto educativo en base a esa realidad, a su propia autonomía. Y nosotros les acompañaremos desde distintos aspectos como el formativo.

– ¿Cómo se va a frenar la segregación?

– Queremos lograr un pacto contra la segregación y en estos momentos estamos realizando un trabajo muy similar a lo que se está llevando a cabo en Cataluña. En ese acuerdo queremos implicar a otras instituciones como ayuntamientos. Los escolares tan solo pasan en la escuela entre el 8 y el 10% de su tiempo. Se configura una comisión educativa local en todos los municipios para gestionar este tipo de cuestiones que ayuden a la cohesión social. Tiene que haber un espacio de gestión colaborativa para articular las diferentes realidades municipales. Ahora estamos viendo qué podemos plantear y cómo gestionar esas vulnerabilidadaes. En parte lo estamos haciendo ya porque estamos condicionando los conciertos. Empezamos poco a poco con el aula de dos años.

– Se habla de direcciones fuertes, ¿cómo se les va a ayudar?

– Pronto aprobaremos un nuevo decreto donde definiremos las funciones de la dirección de los centros. Animamos a los futuros directores a adquirir estas responsabilidades, tendrán formación y reconocimiento en forma de horas y retributivo. Ellos no son las únicas figuras que empoderan a los centros, el papel de los padres y madres es fundamental. Me suelen criticar que me acuerdo poco de ellos, soy muy consciente de que lo más importante para un progenitor es la educación de sus hijos. También les pido que se animen a participar en la comunidad educativa.

– Ehize (asociación de directores públicos) y Ehige (confederación de AMPAS) van a empezar su propio debate. ¿No se sienten representados?

– Fue con los primeros que me reuní y he hablado con más de 600 agentes. Me parece bien que sigan realizando aportaciones. Esto empieza aquí y hay mucho trabajo por delante.

– ¿Habrá financiación para poder llevar a cabo todo lo que se ha firmado en el pacto?

– Habrá dinero y sobre todo hay compromiso político para hacerlo. Se hará un análisis del coste económico por plaza escolar y otro de inversiones a realizar en los próximos años. Va a bajar la natalidad de manera aguda, es una realidad, y no se van a bajar los recursos porque bajen los alumnos, al contrario, se va a seguir invirtiendo.

– ¿Ha podido hablar con los sindicatos tras la firma del pacto?

– No todavía. Creo que deberían reconsiderar su llamamiento a la huelga porque hicieron la convocatoria sin conocer el texto definitivo. El documento no habla de condiciones laborales porque no tenemos esa competencia. Estamos definiendo el futuro de la Educación y decimos que habrá recursos para ello.