Gipuzkoa es el territorio con la menor tasa de abandono escolar temprano a nivel estatal

Los datos, recogidos en el estudio 'La Geografía del abandono escolar temprano en España' de Manuel T. Valdés (Universidad de Viena) y Miguel Requena (Universidad Nacional a Distancia), colocan a Gipuzkoa con unos registros (7,5%) que le hacen estar ya por debajo del 9% de tasa de abandono escolar, que es la cifra que marcó la Unión Europea para el año 2030. La diferencia con la media española es sensible, ya que según las últimas estadísticas oficiales el porcentaje es del 13,7%, casi el doble que el registro guipuzcoano. Con todo, los datos españoles podrían ser peores, ya que hace dos décadas los niveles de fracaso escolar superaban el 30%. En el año 2002 casi uno de cada tres jóvenes españoles no tenía ni el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), así que a pesar de que aún queda camino por recorrer, la mejora es palpable.

El informe, elaborado con los datos de los censos de población y vivienda de los años 2011 y 2021 realizados por el Instituto Nacional de Estadística, permite observar también la evolución que ha habido en este sentido en la última década. Los fríos números no engañan y apuntan a una mejora considerable de la mayoría de territorios, incluido Gipuzkoa, donde se ha pasado de un 19% al 7,5% anteriormente citado. En el podio de los territorios con las menores tasas de abandono escolar aparecen también Bizkaia, con un 8,6%, y Soria, con un 10,3%. En la cola, por encima de Almería, emergen Huelva, con un 26,8% de jóvenes víctimas del fracaso escolar, y Girona, con un 25,8%. Gipuzkoa y Bizkaia son los dos únicos lugares en los que estos indicadores bajan del 10%.

Detrás de los datos de este extenso informe, en el que también han tomado parte la Fundación Ramón Areces y la Fundación Europea Sociedad y Educación, subyacen otros puntos de interés como las diferencias en el fracaso escolar entre chicos y chicas, la influencia del país de origen, si el estudiante vive o no con sus padres o si estos tienen formación universitaria, si el joven vive en un municipio pequeño...

Que la morfología de la sociedad vasca ha cambiado en las dos últimas décadas es algo irrefutable. La población migrante o de origen migrante ha crecido de forma exponencial y esta es una realidad que, como no podía ser de otra manera, se ha dejado sentir también en los colegios. Las diferencias entre el alumnado nativo de Gipuzkoa y el extranjero -u origen foráneo- son elocuentes. El 3,7% de los jóvenes nativos del territorio sufre abandono escolar temprano, una cifra que se dispara hasta el 26,4% entre los estudiantes extranjeros. Es un registro siete veces más alto y que evidencia la alta complejidad existente en el sistema educativo vasco, cuyo principal reto es el de integrar a estos jóvenes inmigrantes, los cuales muchos de ellos llegan sin saber hablar ni castellano, ni euskera. A nivel estatal, la media indica que el 37,3% de los jóvenes extranjeros alcanza la adultez sin siquiera haber conseguido la ESO, mientras que entre los nativos el porcentaje baja hasta el 13,7%. Casi tres veces menos.

En cuanto a la diferencia por género, como era de esperar, el abandono escolar tiene una incidencia más alta entre los hombres que entre las mujeres. En Gipuzkoa la diferencia es pequeña (8,2% hombres y 6,6% mujeres) y a nivel estatal no hay ni un solo territorio en el que las jóvenes tengan estos indicadores más altos que los de ellos.

La geografía, como en muchos otros ámbitos de la sociedad, juega un papel fundamental. Así se desprende de este estudio, en el que se puede leer que «las tasas de abandono escolar temprano son significativamente inferiores en el norte/noroeste del país, con una incidencia especialmente baja en las tres provincias vascas, mientras que el abandono alcanza sus cotas más altas en el sur, en las islas y en las dos ciudades autónomas -Ceuta y Melilla-». Es un patrón, añaden, «que se observaba ya, incluso, a finales del Siglo XIX», lo que implica «la persistencia de las dinámicas que subyacen y dan forma a los procesos formativos de los jóvenes».

Las provincias con un mayor PIB per cápita «exhiben tasas de abandono escolar más bajas» y, además, «tanto el nivel de desempleo a escala territorial como el tamaño del sector agrícola están relacionados con el fracaso escolar», se desprende del estudio. Dejar los estudios antes de completar la Secundaria, aseguran en el informe, «restringe notablemente las oportunidades vitales y profesionales a corto, medio y largo plazo».