Las familias vascas podrán optar entre más colegios de su área

El aumento de la oferta en la elección de centro escolar viene dado por la elaboración de un nuevo mapa escolar en el que se garantiza que al menos haya un colegio público. La principal novedad radica en que se ha reducido el número de zonas, por lo que son mucho más amplias. La intención es poder garantizar que en ellas haya un alumnado más heterogéneo. De esta forma, se podrá establecer un índice de vulnerabilidad más ajustado a la realidad social.

Los cambios en la normativa de matriculación vienen dados por el Decreto de admisión de alumnado 132/2022 y la Orden correspondiente del 21 de diciembre de 2022. En estos momentos, los colegios están inmersos en la recta final para mostrar a las familias cuál es su oferta educativa. Son conscientes de que cada plaza lograda es casi un tesoro, ya que los niños escasean. La crisis de la natalidad es uno de los principales retos a los que se enfrenta Euskadi y las previsiones a futuro no son nada halagüeñas. Según un informe elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (Isei-Ivei), en una proyección a 2030, se prevé una pérdida del 12% de los alumnos de Infantil y las caídas serán mayores en cursos más avanzados.

Con todo, a semana y media de que dé inicio el periodo de prematriculación, a día de hoy hay muchas dudas sobre cómo se gestionará el nuevo proceso, desde que se apunta a un menor hasta que se le adjudica un colegio. Los centros están obligados a guardar plazas para el alumnado vulnerable y habrá movimiento de estudiantes para ajustarse a él. Así, los directores consultados por este periódico entienden y comparten el fondo de los cambios, pero no ocultan que, en estos momentos, tienen muchas preguntas para las que no tienen respuestas. «El papel lo aguanta todo, luego veremos cómo se traduce en la realidad», dicen.

Periodo de matriculación. El proceso de admisión para Infantil, Primaria y Secundaria comienza el 13 de febrero y finaliza el 24. Los principales cambios se dan para los alumnos que se inician en la vida escolar, aula de dos años, y se irán aplicando según vayan subiendo de cursos. Los trámites se pueden realizar online o en el centro educativo que se solicite en primer lugar. Las listas provisionales se publicarán el 28 de marzo y las reclamaciones se podrán presentar a partir del 4 de abril. Las listas definitivas se conocerán el 20 de abril.

Mapa escolar. La distribución de los colegios se realiza en base a un mapa escolar en el que se establecen distintas zonas o áreas de influencia. Según el domicilio postal, a cada alumno le corresponde un área de influencia en la que está garantizado que haya al menos un centro público. Para el curso que viene se ha realizado un nuevo mapa escolar con menos zonas pero más grandes, de manera que se pueda garantizar una mayor diversidad del alumnado y establecer así un índice de vulnerabilidad. Gipuzkoa cuenta con 72 zonas para todo el territorio. A partir de este curso, la cercanía del centro escolar al domicilio es lo que más puntúa en la baremación.

Ejemplo de los cambios en el mapa escolar. Un ejemplo de los cambios en el mapa escolar se da en Donostia. Hasta ahora, la ciudad contaba con una docena de áreas de influencia muy ligadas a cada barrio donostiarra y a las que se tenían que ceñir las familias en la suma de puntos para conseguir el acceso a un centro educativo. Ahora, esas zonas de influencia se reducen a tres. Una de ellas comprende la zona de Gros, Egia, Intxaurrondo y los barrios del este de la ciudad; otra, junta la Parte Vieja, el Centro y todo Amara. La última área de influencia comprende El Antiguo, Añorga, Aiete e Igeldo.

El cambio también llega para las localidades más pequeñas. Por ejemplo, el área de influencia de Tolosa a partir de ahora incluirá a los centros de Anoeta, Irura e Ibarra para garantizar que sus habitantes tienen opción de contar con una escuela pública desde los dos años.

Índice de vulnerabilidad. Cada área de influencia educativa tiene asignado un porcentaje de índice de vulnerabilidad extraído de los datos actuales. A su vez, cada colegio conoce cuál es su índice de vulnerabilidad actual pero el que se establezca para 2023-24 será definitivo cuando se analicen las nuevas matriculaciones, ya que las familias deberán responder a un cuestionario que todavía no tienen los centros. Este documento servirá para que el Isei-Ivei fije cada año el porcentaje de alumnos vulnerables al que deberán acercarse los centros de manera progresiva. Por ejemplo, si un área, como puede ser Donostia, tiene establecido un índice del 20% y un colegio tiene un 36% de cuota de desfavorecidos, deberá ir bajando ese porcentaje. Lo mismo ocurre por debajo; si un centro tiene una cuota del 8%, deberá ir subiendo el porcentaje progresivamente, de tal manera que se vayan equiparando todos los porcentajes de los colegios de una misma área de influencia.

Reserva de plazas. Los colegios financiados están obligados a reservar plazas según su índice de vulnerabilidad. Si estas no quedan cubiertas en este periodo de matriculación, se quedarán disponibles para la llamada matrícula viva (escolares que se incorporan una vez se inicia el curso).

Elección de centro. Las familias podrán elegir sin límite el número de centros en su área y fuera de ella. Será Educación quien determine finalmente qué colegio corresponde a cada menor según la baremación y teniendo en cuenta el índice de vulnerabilidad. Esto supone que habrá movimiento de alumnos a otros centros para garantizar la equidad. Desde Educación se insiste en que esos 'movimientos' se harán dentro de las preferencia solicitadas por las familias, lo que garantiza la libertad de elección, pero pueden surgir problemas si la adjudicación llega a complicar la conciliación de las familias debido a las distancias entre centros en un mismo área.