La reforma educativa avanza tras un acuerdo inédito entre PNV, PSE, EH Bildu y Podemos

Lo que parecía iba a ser una jornada relativamente tranquila para llegar a un acuerdo a cuatro bandas sobre educación se convirtió en un día maratoniano de reuniones y de algún que otro temor de no llegar a cerrar un texto definitivo. Incluso el lehendakari Iñigo Urkullu hizo un llamamiento desde la sesión plenaria de control de Gobierno a todos los grupos a «renunciar a maximalismos» y a buscar «un mínimo común» para que la futura ley educativa pudiera salir adelante.

Finalmente hubo fumata blanca y el pacto fue ratificado por PNV, PSE, Podemos y EH Bildu después de numerosos debates y retrasos en la hora de votación del documento en la ponencia educativa. La primera cita era a las 13.30 horas, y la votación final se produjo a las 20.00 horas. En el transcurso de las horas incluso los socialistas llegaron a pedir que la votación de las enmiendas se aplazase para la semana que viene, algo que fue rechazado por PNV y EH Bildu.

En medio de las discusiones se situó el papel del euskera y el modelo lingüístico por el que apostar. Finalmente se optó por un marco plurilingüe sin restar el carácter preferente de atención al euskera. Era el escollo principal entre PSE y EH Bildu. Para salvar los papeles se tuvo que echar mano primero de buena voluntad por parte de todos, y segundo de un documento de 2018, 'Acuerdo por la Educación. Bases para el Acuerdo', en el que el plurilingüismo ya se recogía como uno de los principios fundamentales.

Los representantes de los cuatro grupos firmantes del pacto educativo mostraban al final del día su alegría por el hito conseguido conscientes de que no se suele llegar a consensos que compromete al 91% de representación parlamentaria y con una materia tan sensible como es la Educación. Fuera del acuerdo político se quedaron los grupos PP+Cs y Vox.

La parlamentaria jeltzale Leixuri Arrizabalaga calificaba de «histórico y trascendental» el acuerdo logrado por los cuatro grupos y aseguró que con él se dota al sistema educativo de la «estabilidad que necesita». Arrizabalaga destacó que todas las formaciones habían asumido que estaban «ante un reto de país» en el que todos «somos necesarios». Y añadía, «las formaciones hemos asumido que debemos trabajar de la mano las respuestas a las necesidades de nuestro sistema, nuestro alumnado y nuestra sociedad». Además la representante del PNV destacaba que «se han podido identificar los ejes para contribuir a transformar y mejorar la educación vasca en las próximas décadas, avanzar en la equidad y en la excelencia, y modernizar todo el sistema. Todo ello desde el reconocimiento del carácter esencial de la escuela pública vasca y situando al euskera como eje».

Desde EH Bildu, su portavoz Maddalen Iriarte, manifestaba que «este acuerdo abre la puerta a realizar los cambios estratégicos que el sistema educativo necesita con urgencia». Al mismo tiempo incidía en que «como en cualquier otra negociación» su grupo había tenido que dejar «cosas en el camino». El parlamentario abertzale Ikoitz Arrese se felicitaba por que tras «algunas discrepancias», se había aprobado su visión sobre el apartado lingüístico. «Se fomentará la creación de un alumnado euskaldun plurilingüe», manifestaba. «Hemos logrado un punto de encuentro en este tema, y hemos clarificado de qué estábamos hablando». Por otra parte indicaba cuáles era otros de los puntos que habían propuesto en sus enmiendas y que finalmente se han incluido en el pacto educativo. «Se detallan minuciosamente los requisitos para que los centros educativos accedan a ayudas públicas, no se financiará a los centros que segreguen por sexos, se generalizará la coeducación y se apostará por la laicidad del sistema educativo», enumeraba.

Eneko Andueza, secretario general de los socialistas vascos, destacaba que el pacto se basa «en una apuesta socialista por una educación que pivote sobre un marco plurilingüe con tres lenguas vehiculares». El portavoz del grupo socialista, José Antonio Pastor, ponía el foco en que se potencia la red pública, «y no alimenta ningún conflicto con los centros privados pero, se les ponen condiciones para participar de esa educación de calidad a la que aspiramos».

La portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, reconocía que todos se han tenido que dejar algún pero por el camino. «No es un acuerdo perfecto pero hemos conseguido mover al Gobierno», decía. «Ha sido un proceso corto y duro, nos ha costado llegar a un punto común». Se felicitada por lograr «un pacto con compromisos concretos, no podíamos concebir que se basase en generalidades», apuntaba. Y sobresalía su apuesta por dejar constancia de la necesidad de «reforzar la escuela pública y combatir la segregación». Así Gorrotxategi decía que «establecemos un modelo educativo mejor».

El grupo PP+Ciudadanos mostraba su «preocupación» en boca de su portavoz, Carlos Iturgaiz, y declaraba que «el PNV antepone la euskaldunización a la formación».

La próxima cita en la agenda será el próximo día 28 cuando el documento se ratifique en comisión parlamentaria. De allí irá directamente al pleno del día 7 de abril donde deberá ser aprobado. Con todos los trámites superados empezará la redacción de la nueva Ley de Educación.