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Las familias vascas con niños nacidos en 2024 y 2025 empiezan ya a moverse para poder inscribir a sus hijos en centros infantiles. Una de ... las opciones preferidas en los últimos dos años ha sido la de las haurreskolas públicas, gratuitas desde 2023, y el plazo de inscripciones está abierto hasta el próximo 9 de mayo. En estos momentos el consorcio tiene capacidad para acoger a 8.848 críos, pero desde el departamento vasco de Educación confían en que «se habiliten unas 400 plazas más en los próximos meses», sin especificar si estarán ya listas para el arranque del curso, a partir del 4 de septiembre.
El curso que viene va a ser el tercero desde que el departamento vasco de Educación instauró en 2023 la gratuidad en esta red educativa que acoge en sus aulas a niños de 0 a 2 años. La eliminación de las cuotas para acceder a este servicio ha hecho que las matriculaciones se hayan disparado en estos dos años y hayan crecido, según datos del Gobierno Vasco, «en un 22,5%».
Ante este notable crecimiento de las inscripciones, los ayuntamientos, que son quienes en muchas ocasiones ceden los locales al consorcio Haurreskolak para que dispongan del espacio que necesitan, se han decidido a activar nuevos recursos para atender toda la demanda que se da en Euskadi, donde hay algunas zonas tensionadas como las capitales Donostia, Bilbao y Vitoria, o localidades como Irun y Eibar, donde muchas familias se suelen quedar sin sitio por la falta de plazas. Precisamente en Eibar se van a abrir próximamente dos nuevos espacios con capacidad para albergar a 41 niños, mediante una inversión municipal de 463.000 euros. La previsión es que las obras terminen a finales de 2025, y en Educación aclaran que «las plazas de estos dos nuevos centros se ofertarán cuando los trabajos estén terminados». La habilitación de estas nuevas plazas del municipio armero se enmarca dentro de los 1.879.000 euros que concedió el Gobierno Vasco (a través de los fondos NEXT GENERATION de la Unión Europea) a Gipuzkoa a finales del año pasado, a través de un programa de subvenciones, para crear 115 nuevas plazas en el consorcio Haurreskolak.
En la actualidad Educación dispone de más de 2.000 plazas libres en 238 haurreskolas, divididas en 181 municipios vascos, de las cuales 91 están en Gipuzkoa. De cara al periodo de inscripción, desde Educación recuerdan que «es imprescindible que el niño tenga una edad mínima de 16 semanas y que los padres hayan disfrutado ya del permiso de paternidad/maternidad». En cuanto a las normativas de admisión, cabe resaltar que el ratio de niños por aula se mantiene igual que hasta ahora, siendo de un máximo de 8 en el aula de 0-1 años y de 13 en la de 1-2.
La red educativa que se encarga de la educación de los niños más pequeños en Euskadi también ha estado envuelta en las tensiones sindicales que han salpicado en los últimos meses a la enseñanza pública vasca no universitaria.
Los más de 1.800 trabajadores de esta red fueron convocados a hacer cuatro días de huelga entre enero y febrero para protestar por sus condiciones laborales, pero finalmente Educación alcanzó un acuerdo con los sindicatos y solo hubo dos días de paros tras firmar el nuevo convenio laboral de este colectivo, con duración hasta el 31 de diciembre de 2026.
Entre otras cosas, el acuerdo recoge un descenso de 100 horas en la jornada anual, junto con varias medidas para aliviar la carga de trabajo, además de 6 días adicionales de fiesta a partir del próximo curso.
Uno de los requisitos indispensables a la hora de hacer la inscripción en una haurreskola pública es que el bebé haya nacido y que tenga un mínimo de 16 semanas de edad. De forma irremediable, esta circunstancia hace que las parejas que han sido padres en la segunda mitad del año, en especial a partir de agosto, lo tengan mucho más complicado para encontrar una plaza en el centro deseado del consorcio, porque antes que ellos otras familias ya habrán realizado la solicitud.
Este es el caso de Maite Rico, una madre de Eibar que explica con resignación que «mi hija nació en septiembre del año pasado. Cuando quisimos inscribirle en enero nos encontramos con que ya no había sitio en el aula de 0-1 años». El caso de su familia no es único ni en Eibar ni en las localidades del Bajo Deba. «Somos varias las familias que por haber tenido los niños en la segunda mitad del año hemos tenido que llevar a nuestros hijos a otro pueblo, porque en Eibar nos habíamos quedado sin sitio», indica Rico, que lleva a su hija a la haurreskola de Ermua. Sin haber una distancia muy grande entre Eibar y Ermua, esta ama eibartarra sí que lamenta que «la logística familiar no tiene nada que ver. Ahora nos resulta más complicado organizarnos y, de hecho, tuvimos que pedir que se alargara el horario de la estancia de la cría por si perdíamos el tren de Eibar a Ermua».
«Hay pocas plazas en Eibar, esa es la realidad», resume Rico, quien añade que «son tres las haurreskolas públicas, y de ellas dos son pequeñas». «Mandamos cartas al ayuntamiento y al consorcio haciéndoles saber nuestro descontento con la situación», concluye esta ama eibartarra, quien pide a las instituciones competentes «que piensen en estas situaciones y en la posible solución para que no vuelvan a darse problemas de este tipo».
La previsión desde el ayuntamiento armero es que Eibar cuente con dos nuevas haurreskolas públicas con 41 nuevas plazas que estarán operativas en 2026.
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