Euskadi solo reabrirá las aulas mínimas y las dos evaluaciones hechas marcarán las notas

Dudas despejadas y ante una situación excepcional, medidas excepcionales. El Departamento de Educación dio a conocer las directrices que marcarán el fin de curso en la enseñanza no universitaria, una demanda que cada vez había cobrado más fuerza en la comunidad educativa. Concluirá el 30 de junio; la mayoría de cursos no volverán a las aulas; sí regresarán los alumnos de 4º de la ESO, Bachillerato y 1º de los distintos niveles de FP, siempre que Salud lo considere oportuno, y las dos evaluaciones realizadas hasta ahora serán las que marcarán si un estudiante aprueba o no. La tercera solo se tendrá en cuenta para mejorar la calificación.

La consejera de Educación, Cristina Uriarte, explicó que ante la imposibilidad de estimar con certeza la evolución de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, su departamento ha visto necesario «planificar la intervención docente en toda su extensión de cara al desarrollo de la actividad del último trimestre». Como criterio general se va a mantener la duración del curso hasta el 30 de junio porque, como recordó la consejera, aunque las aulas estén cerradas, «el curso no ha terminado». Las excepciones previstas incluyen prolongar hasta el 3 de julio el calendario para 2º de Bachillerato ya que las fechas previstas para la EBAU son 6, 7 y 8 de julio.

Otra cosa es que todos los alumnos puedan asistir a clases presenciales. Si la denominada desescalada sigue los plazos marcados, parece muy poco probable que todos los estudiantes regresen a los centros. Educación ha trabajado en el diseño de un retorno limitado, durante el tramo final del curso escolar. Atendiendo a la información remitida por Salud, y «ante la imposibilidad de recuperar una normalidad absoluta en las aulas a lo largo de las próximas semanas», ha elaborado un posible retorno priorizando aquellos niveles educativos que se consideran especialmente sensibles.

El Gobierno Vasco incluye al alumnado de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato. «En el caso de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato, el alumnado obtiene un título oficial -lo que convierte ambos cursos en especialmente relevantes-, y el de 1º de Bachillerato requiere de una formación intensa previo paso a 2º de Bachillerato. En relación a la Formación Profesional, será el alumnado de 1º de los diferentes niveles (Superior, Grado Medio y Básica) los que retornen a las aulas. El alumnado de 2º -que debería estar realizando prácticas en empresas- se reincorporará a las mismas y si no fuera factible, se le ofrecerá de manera excepcional un nuevo sistema de formación «mixto online y presencial», explicó la consejera. Esto significa que cerca de 250.000 alumnos de todo Euskadi, de los que 95.000 son guipuzcoanos, seguirán estudiando online. Desde Educación también explican que «del mismo modo que se ha tenido que adecuar la metodología de impartición de clase al entorno online, la evaluación también debe hacerlo» y jugarán un papel fundamental los registros de seguimiento de las tareas que se han propuesto durante el confinamiento.

Dadas las especiales características de este curso, la información recogida sobre el nivel alcanzado por el alumnado antes del momento de la suspensión de la actividad presencial es la que se utilizará como base «para la toma de decisiones sobre la evaluación definitiva y su calificación al acabar el curso».

En relación a la tercera evaluación, desde Educación se proponen varias alternativas. La primera es valorar exclusivamente el logro de los objetivos y competencias a lo largo del tercer trimestre y será el centro el que determine el modo en que se llevará a cabo: presencial si es posible, mediante exámenes online, realizando trabajos... Otra posibilidad es, en el marco de una evaluación formativa y continuada, realizar una evaluación final integrada donde la formación a distancia realizada en este último trimestre sirva para sumar, para mejorar la nota.

En los casos en los que la evaluación del alumnado que durante el tiempo de actividad educativa presencial no hubiera alcanzado los objetivos y competencias previstos, durante el último trimestre del curso se trabajará con el objetivo de conseguir el logro de los objetivos mínimos correspondientes a los dos primeros trimestres. Cuando el equipo docente considere que la medida educativa más adecuada para un alumno o alumna que no haya alcanzado los objetivos mínimos es la repetición de curso, deberá realizarse un informe individualizado en el que se indique el motivo y que estará a disposición de la Inspección de Educación.

El plan para el fin de curso da mucha autonomía a los centros para que establezcan sus metas formativas, sus programaciones y sus proyectos curriculares porque, como señaló la consejera, «cada uno tiene su propia idiosincrasia y sabe cómo planificarse, y así se evitan desigualdades». Algunos colegios han optado por avanzar en las materias, sobre todo en los cursos en los que el alumno tiene que graduarse, mientras que otros han preferido reforzar lo ya dado.Una vez concluido el curso, Educación no estima conveniente que los centros abran durante julio para actividades de repaso o recuperación, pero aconseja que «se encomiende con carácter general tareas de refuerzo o recuperación durante las vacaciones estivales. El mes de septiembre tendrá un claro carácter de refuerzo».

De cara al próximo curso, todavía se desconoce la fecha exacta de inicio. En principio será el 7 de septiembre y al final de junio saldrá la resolución.

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