Cada vez más alumnos de Bachillerato se decantan por grados superiores de FP

Desde Ikaslan estiman que el aumento en el último lustro de estudiantes de Bachillerato que han solicitado acceso a un grado superior de FP ha crecido a un ritmo del 4% anual. Este hecho ha provocado que en algunos ciclos haya notas de corte e incluso listas de espera porque la demanda supera a la oferta de plazas.

Entre los motivos que atraen cada vez a más estudiantes hacia la FP están los avances en las metodologías de enseñanza, así como la calidad de las instalaciones de los centros formativos: muchos de ellos cuentan con tecnología de vanguardia para abordar su oferta académica. A ello se suma un factor tremendamente atractivo: las tasas de empleabilidad. La FP vasca puede presumir de que sus alumnos tienen trabajo al terminar sus estudios en la familia profesional en la que han obtenido el título. Así, siete de cada diez estudiantes vascos de FP consiguen un empleo a los seis meses de terminar sus estudios.

El número de plazas en un grado superior de FP viene marcado por las cuotas de alumnos según su vía de acceso, que puede ser Bachillerato, desde un grado medio de FP y de la superación de pruebas de acceso. La proporción establecida es de un 60%-20%-20%. Es decir, si un grado tiene 25 plazas, 15 irán destinadas a estudiantes que hayan hecho Bachillerato, 5 a alumnos que provengan de un grado medio y otros 5 que hayan superado las pruebas de acceso. Estas cifras pueden verse reducidas porque cada ciclo formativo debe reservar un 5% para personas con discapacidad igual o superior al 33% y otro 5% para deportistas de alto rendimiento.

El único criterio para elegir a los estudiantes es el expediente académico en cada una de las vías, y pueden ser muy variables de una ruta de acceso a otra. A esto se añade la variante de zonificación, por lo que un mismo grado puede tener distintas notas de corte según dónde esté ubicado. La nota de corte corresponde a la calificación del último estudiante admitido. En el caso de Bachillerato, se hace una nota media de los dos cursos académicos. No se exige Selectividad, aunque muchos jóvenes optan por realizar la evaluación de acceso a la Universidad (EAU) para poder tener más opciones de cara a un futuro formativo. Porque el paso a la Universidad desde la FP es, también, cada vez más frecuente.

Las mayores demandas de plazas se dan en grados formativos superiores relacionados con las familias de Sanidad, Informática y Comunicación, Fabricación Mecánica, Actividades Físicas o Servicios culturales a la comunidad. Entre todos destaca el interés por los grados superiores de automatismo y robótica industrial así como mecatrónica.

El número de matrículas en los centros asociados a Ikaslan en este curso ascendió un 5,6% respecto al curso anterior. En los centros acogidos a otra agrupación, HETEL –asociación sin ánimo de lucro que reúne a 30 centros de Formación Profesional de Euskadi– han recibido un incremento del 4,1% de solicitudes de prematrícula para el curso 2022-23 en comparación a este que está a punto de terminar.

Euskadi es la segunda comunidad autónoma que cuenta con una tasa bruta de escolarización –la relación porcentual entre alumnado matriculado de cualquier edad y la población en edades teóricas asociadas a la enseñanza– más alta en grado superior. Alcanza un 55% y está por detrás de Galicia (56,1%), según los datos estadísticos que ofrece el Ministerio de Educación con respecto a la Formación Profesional en el curso 2021-22. En cuanto a la tasa neta de acceso, alumnos que se espera que accedan a cada una de las enseñanzas en la edad que les corresponde, los valores más altos son los del País Vasco, con un 41,8%. La media estatal es del 33,2%.

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