Son ya doce los ahogados en Euskadi este año, dos de ellos en Gipuzkoa, más que en todo 2024
La mayoría de los casos se registraron en ríos, playas con y sin vigilancia y en piscinas duranteuna natación recreativa
A. De las Heras y A. Iparraguirre
Sábado, 30 de agosto 2025, 08:15
Un total de doce personas han muerto ahogadas en Euskadi este año, dos de ellas en Gipuzkoa. La cifra supera a la total del pasado ... año, cuando fallecieron once, según los datos recopilados y hechos públicos por la Escuela de Socorrismo de Segovia, en colaboración con el Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Cantabria. Ocho de las víctimas eran hombres y cuatro mujeres. Dos tenían más de 80 años; cinco, entre 50 y 78, tres eran veinteañeros y uno, menor de edad.
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La mayoría de los casos, tres, se registraron en ríos o pantanos, tres en playas con vigilancia, dos en arenales sin socorrista y otros dos en piscinas públicas durante actividades de natación recreativa o cerca del agua. Tres sufrían una enfermedad o les sobrevino un ataque cardíaco, mientras que dos se registraron por accidentes o zambullidas y otros dos se pueden atribuir a las malas condiciones del mar. Una de las personas carecía competencias acuáticas y otra se suicidó. Ocho de los ahogados fueron descubiertos de forma casual por otro ciudadano, que avisó a los servicios de emergencia, quienes extrajeron el cuerpo del agua de seis de ellos. Según estos datos, que se van actualizando hasta final de año, dos habían violado las normas de seguridad, tales como no prestar atención a la bandera roja que prohíbe el baño en las playas.
En total, en Euskadi se han registrado 25 incidentes, en nueve ocasiones por las adversas condiciones del medio acuático y en siete no terminaron en fallecimiento gracias a que las víctimas fueron rescatadas sin consecuencias.
Hasta el 28 de agosto pasado, en España son ya 396 fallecidos por ahogamientos, más de 300 de ellos hombres y 45 menores, y se han contabilizado un total de 725 incidentes. No se pueden comparar con los 757 muertos de 2024, que incluyen los de la Dana. «La causa del ahogamiento suele ser multifactorial, puede haber una principal pero luego influyen otros factores como la edad, las condiciones del medio acuático, si la persona tiene habilidad suficiente para solventar un momento de peligro o si está influenciada por las drogas o el alcohol», explica el responsable del estudio, Luis Miguel Pascual, profesor de socorrismo. «Los hombres se ahogan tres o cuatro veces más que las mujeres».
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Como accidentes de tráfico
«No se trata de una estadística oficial, pero sí es la más fiable, ya que no existe ninguna otra que discrimine los ahogamientos de los atragantamientos, por ejemplo», aclara. Pascual y su equipo recogen estos sucesos desde 2013 a través de las noticias publicadas en prensa. Como docente de socorristas, carecía de información. «No sabíamos cómo se producían los ahogamientos y los datos son la única manera de conocer lo que ocurre. Un socorrista tiene que saber cómo se ahoga la gente, cuáles son los signos porque cuando te sientas en una torre y la playa está hasta la bandera, el ahogado es invisible, no grita ni hace aspavientos». Si alguien mantiene la cabeza debajo del agua durante más de diez segundos y no contesta o tiene el pelo por encima de la cara, hay que ponerse alerta.
«El ahogado es invisible, no grita ni hace aspavientos», advierte el responsable del estudio
A partir de los cinco minutos y hasta los diez sin oxígeno, se va a producir un «daño cerebral». Luis Miguel Pascual sufrió un infarto hace cinco años durante una carrera, que por fortuna, gracias al traslado a un hospital no le ha dejado secuelas. «Si me hubiera ocurrido en el agua, no me salvan. Es lo que les pasa a muchas personas mayores».
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Desde esta Escuela de Socorrismo proponen que se traten los ahogamientos como los accidentes de tráfico, que han descendido de forma drástica en la última década, o los laborales, con cifras de muertes similares. «Que se ofrezca una educación acuática en las escuelas, como de seguridad vial, se cree una dirección general de ahogamientos y se invierta en la formación de los socorristas», plantea.
Dos muertes en Gipuzkoa
Un donostiarra de 78 años murió el pasado 7 de julio mientras se bañaba en el Náutico en Donostia. El fallecido, de la Sociedad y habituado a darse un chapuzón en el mar todos los días del año, se sintió indispuesto en el agua y nada pudieron hacer las asistencias sanitarias para salvar su vida.
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Los hechos ocurrieron poco antes de las 16.00 horas. La víctima salió a nadar muy cerca de las escaleras de la pasarela del Náutico, como hace todos los días independientemente de la temperatura y el clima. Cuando estaba volviendo ya a tierra, se sintió indispuesto en el mar. En ese momento, dos personas que se encontraban allí saltaron al agua para tratar de socorrer al donostiarra, según detallaron testigos del suceso a este periódico.
Las dos personas que fueron al rescate llevaron como pudieron el cuerpo hasta tierra firme, a la terraza de madera del Náutico. Una vez allí, llamaron inmediatamente a las asistencias sanitarias para tratar de salvar la vida de la víctima.
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La Ertzaintza y la Guardia Municipal se personaron inmediatamente en el lugar de los hechos para tratar de reanimarle. Para ello se hizo uso del desfibrilador del Ayuntamiento, pero no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Una vez confirmado el fallecimiento, la ambulancia acudió al Náutico.
En mayo un joven de nacionalidad marroquí y procedente de Canarias falleció, en la presa de Usako en Oñati. Había salido por la tarde con un grupo de compañeros del centro en el que residía y varios monitores a pasear por la zona, como suelen hacer habitualmente en excursiones que organizan. En el momento del suceso, el joven se encontraba en la presa, refrescándose en una jornada calurosa especialmente en el interior de Gipuzkoa. En un momento dado, saltó al agua junto a otro compañero. Tristemente, uno de ellos nunca consiguió salir a la superficie y murió ahogado. La víctima, de 24 años, llevaba solamente una semana en el centro de acogida para refugiados de Oñati.
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En agosto del año pasado, un marroquí de 28 años murió ahogado en la cala Tximistarri de Igeldo. El cuerpo de este joven magrebí residente en Donostia fue encontrado cuatro días después de habérsele perdido la pista, a unos cien metros de la cala. Se trataba del segundo suceso trágico en esta cala en poco más de un año, porque el 16 de junio de 2023 fue recuperado el cadáver de un hombre a unos 400 metros de la costa de Tximistarri.
En 2023, en los últimos coletazos del verano a inicios de septiembre, un hombre de 60 años fue encontrado flotando a 500 metros del espigón del arenal de Gros. Trabajadores del Catamarán Ciudad San Sebastián-Katamarana fueron los primeros en avistar al hombre y dieron la voz de alerta a los servicios de emergencia. Los socorristas de Donostia activaron rápidamente las labores de rescate y enviaron a un equipo con una moto de agua para alcanzar al hombre y llevarlo a la playa, donde se le practicó una reanimación cardiopulmonar sin que surtiera efecto.
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