Sanfermines 2023
Cuenta atrás para volver a colocarse el pañuelicoDespedida. ·
Tras el 'Pobre de mí' solo quedan 366 días para que la fiesta tome las calles, un día más porque el 2024 es bisiestoPilar Fernández
Sábado, 15 de julio 2023, 00:24
El reloj marca la cuenta atrás y en esta ocasión lo hace con 24 horas añadidas. El 2024 es año bisiesto y obliga a esperar ... un día más a las próximas fiestas de San Fermín. La plaza del Ayuntamiento se quedó pequeña a medianoche para despedir nueve jornadas de fiesta y para comprobar que, como siempre, transcurren demasiado rápido.
El entonado cántico del 'Pobre de mí' puso fin a interminables días vertiginosos donde la máxima es disfrutar y pasarlo bien. Así los pañuelicos abandonaron su lugar habitual del 6 al 14 de julio en Pamplona, el cuello, y con ellos en mano iluminados por la tradicional presencia de velas se constató la tristeza de que las fiestas se acaban al mismo tiempo que se repite 'ya falta menos'.
La alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, fue la encargada de despedir la fiesta desde el balcón principal del Ayuntamiento. «Hemos vivido juntos unas fiestas increíbles, con una gran participación y un número de visitantes de récord. Y todos gracias a vosotros y vosotras, que habéis sido los mejores embajadores. ¡Ya falta menos para los Sanfermines de 2024! ¡Viva San Fermín, Gora San Fermín!», proclamó ante miles de personas con pañuelos que tiñieron de rojo la plaza.
El 14 de julio es una jornada de despedidas que resultan tan intensas como los reencuentros. Las primeras del día se produjeron nada más terminarse el rápido y limpio octavo encierro protagonizado por los imponentes Miura que llegaron a la plaza en dos grupos de tres, dieron buenos sustos y mantuvieron en alto su ganada fama de peligrosos.
66 encierros en Pamplona
En julio de 1842 el montañero ruso Paton de Tchihatcheff, apoyado en un botánico normando y cuatro guías occitanos, fue el primer hombre en escalar el Aneto, el techo de los Pirineos (3.404 metros). Ese mismo año la familia Miura abría en Sevilla el campo base de una ganadería que continúa escalando páginas en la historia. 181 años de toros indómitos revestidos de nobleza rotunda. El de este 14 de julio fue su encierro 66 en Pamplona y dieron lustre a su leyenda, aunque escaparon instantes del guión, como si quisieran evitar que alguien adelantara la crónica o jugara a una quiniela sencilla. Habituados a verles hermanados, se separaron en dos grupos de tres en la plaza del Ayuntamiento y así llegaron hasta la otra plaza, la de toros. El parte de heridos dejó seis personas trasladadas por contusiones. Varias recibieron el alta médica a las pocas horas.
Miura es un hierro mítico, una amistad con Pamplona forjada a fuego lento; amor de los que perduran, igual que las historias que pueblan los 848,6 metros del encierro. Hay quien corre arropado entre amigos, o junto a viejos conocidos o en pareja y hay padres e hijos. Y hay quien avanza solo y con el corazón en mil lugares o en uno solo, como el mozo que este año ha suscrito bellas carreras delante de las astas, siempre con una camiseta blanca que dice: «Aita, maite zaitut». Papá, te quiero, grita en silencio el joven corredor que perdió a su padre pocos días antes de estos Sanfermines. Vivir el duelo en el encierro es una manera más de honrar a una persona amada. La carrera es, en fin, un lugar de liturgias.
Los ocho encierros han dejado un balance de 35 heridos atendidos, ninguno de ellos de carácter grave
Así que en cuanto entraron en los toriles, los carpinteros empezaron con la faena de deshacer el vallado del recorrido más fotografiado, observado y sobrecogedor del mundo, como si solo hubiera estado en hilvanes. Con las seis personas atendidas ayer el total de heridos durante las ocho carreras ha sido de 35, ninguno de ellos de carácter grave. El momento más espectacular se produjo el jueves cuando un varón holandés de 58 años recibió un puntazo en el escroto.
Por otra parte, los servicios de urgencias hospitalarias y extrahospitalarias del Servicio Navarro de Salud (SNS) han prestado durante estos Sanfermines, hasta el 13 de julio, un total de 385 atenciones directamente relacionadas con las fiestas, lo que supone un descenso del 27,7% respecto a 2022, cuando se produjeron 533 asistencias.
Gigantes y Cabezudos
Uno de los actos más emotivos de los Sanfermines es la despedida de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona. Un evento que atrae a los pequeños sanfermineros y a los que no lo son tanto. Se trata del adiós, o mejor dicho un hasta luego, a esos personajes de cartón piedra y a sus bailes hipnotizantes, en la retinas la adrenalina de sentirse perseguido por el kiliki más travieso u observar la última vuelta del gigante preferido al ritmo de la música.
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