Crece la cifra de familias en Euskadi que viven en habitaciones de alquiler o comparten piso
El 36% de los nuevos solicitantes de VPO, casi 10.000 personas, recurren ya a esta opción, lo que supone 14 puntos más que en 2022
El problema del alquiler no afloja en Euskadi y periódicamente se publican datos y estadísticas que muestran las crecientes dificultades de acceso a una vivienda. ... El último informe del Observatorio vasco de la Vivienda, dependiente del Gobierno Vasco, revela cómo ante las complicaciones para encontrar un piso en alquiler o para poder hacer frente a las rentas que se piden en el mercado por la escasa oferta existente, cada vez son más las personas o familias a las que no les queda otra opción que vivir en una habitación o en un piso compartido.
Así, más de una de cada tres unidades convivenciales (36,7%) que se han inscrito en las listas del servicio vasco de vivienda (Etxebide) entre enero de 2023 y junio de este año declaran vivir de este modo. Son casi 10.000 personas y familias (9.662) de las 26.327 que se sumaron en ese periodo al registro de demandantes de un piso de alquiler protegido. Hasta diciembre de 2022, ese porcentaje se quedaba en el 22,4% (uno de cada 4,5), con 12.833 casos de 57.290 inscritos.
Se observa así que la cantidad de nuevos inscritos en Etxebide que comparten vivienda es casi tanta en el último año y medio como en todos los años precedentes.
La proliferación de esta alternativa habitacional hace que entre el colectivo en cuestión sean ya casi tantas las familias que comparten hogar como las que se permiten vivir en un piso de alquiler entero para ellas (42,7%). De estas, la amplia mayoría (40,9%) lo hacen en un arrendamiento en el mercado libre, y el restante 1,8% en una VPO de alquiler. Entre los inscritos en Etxebide hasta diciembre de 2022, el porcentaje de quienes vivían en un piso de alquiler superaba el 54%.
El fenómeno de alquilar una habitación o compartir un piso entre varias familias es más representativo en Álava, donde el porcentaje crece hasta el 44%, por el 38,5% de Bizkaia y el 29% de Gipuzkoa. En Álava incluso ya son más los nuevos inscritos en Etxebide en esa situación que los que pueden habitar una vivienda por sí solos en el mercado libre (35,7%). En Bizkaia la cifra es pareja. El 38,5% que comparte hogar se aproxima al 40,9% que vive de alquiler solo o solo con su familia. En Gipuzkoa, en cambio, el 29% que opta por compartir aún se queda a distancia del 46% que vive por sí mismo en un piso alquilado (44% en el mercado libre y 2% en VPO).
En la misma línea, esta situación se repite más en Vitoria y Bilbao (46,6% y 47,4% de los nuevos inscritos comparten piso o tienen alquilada una habitación) que en San Sebastián, donde la proporción baja al 33,4%.
Este menor porcentaje en Gipuzkoa y Donostia casa con el hecho de que también son los puntos donde más nuevos inscritos siguen viviendo en casa de los padres por no haber podido emanciparse. Una situación en la que se encuentran el 18,6% de los nuevos apuntados a Etxebide en Gipuzkoa, el 13,9% en Bizkaia, y el 11,5% en Álava. En el caso de las capitales, esos porcentajes son del 22,6% en Donostia, el 11,8% en Bilbao y el 11,1% en Vitoria.
Así, el escenario en Euskadi es que en Álava proliferan más las unidades convivenciales que deben vivir alquilando una habitación o compartiendo piso con otras familias, mientras en Gipuzkoa este fenómeno se da con menor intensidad porque abundan más que en los otros territorios las personas que ni siquiera llegan a independizarse.
Precios
Más de 700 euros por piso y casi 400 por habitación, que se encarecen más que aquellos
Una realidad que parece íntimamente relacionada con los precios inmobiliarios. Gipuzkoa es el territorio, y Donostia la capital, con los alquileres más altos. Tanto para un piso como para un dormitorio. La renta media de un piso a la que hacen frente los inscritos en Etxebide en el último año y medio es de 708 euros en Gipuzkoa, 692 en Bizkaia, y 669 en Álava. En el caso de las habitaciones, la mensualidad promedio es de 377 euros en Gipuzkoa, 370 en Álava y 358 en Bizkaia.
En las capitales, el alquiler medio de una vivienda es de 846 euros en San Sebastián, 716 en Bilbao y 707 en Vitoria. Por las habitaciones se pagan 427, 357 y 372 euros, respectivamente.
En todos los casos, estas tarifas han aumentado respecto a 2022, con incrementos de entre el 2,8% y el 12%.
Lo que más se ha encarecido ha sido precisamente el precio de las habitaciones, en línea con el aumento de la demanda. En Vitoria y Álava han subido un 12%, en tanto que en San Sebastián lo han hecho un 11,6% y en Gipuzkoa un 5,2%. En Bizkaia la subida ha sido del 6,8% y en Bilbao del 4,5%.
El repunte del número de vascos abocados a vivir en compañía de personas o familias distintas de la suya es lo más destacado del último informe del Observatorio vasco de Vivienda. Publicado esta semana, analiza la situación particular de las nuevas solicitudes que demandaron vivienda protegida en alquiler en Etxebide en el año 2023 y el primer semestre de 2024. Además de este aspecto, revela otras realidades que son consecuencia de la escasez de oferta de viviendas en alquiler y los elevados precios de las pocas que salen al mercado, insuficientes para satisfacer una demanda que va en aumento.
Suben los inscritos
Las solicitudes para optar a una VPO de alquiler se disparan un 46% en 18 meses
La primera es que ante las dificultades para acceder a un piso de alquiler en el mercado libre, se disparan las solicitudes para optar a una VPO de alquiler. En los apenas 18 meses contabilizados, Etxebide recibió 26.327 nuevas inscripciones, lo que supone un aumento del 46% respecto a las 57.290 que había a finales de 2022. Por territorios, los inscritos aumentan un 50% en Álava, un 46% en Bizkaia y un 43% en Gipuzkoa. En cifras absolutas, de los más de 26.000 nuevos registrados, 13.577 son de Bizkaia, 7.744 de Gipuzkoa, y 5.006 de Álava.
Personas y familias independizadas
Ocho de cada diez solicitantes están emancipados y son más las familias con hijos
El 85,2% de los nuevos inscritos en el servicio vasco de vivienda ya están emancipados. Solo un 14,8% viven en casa de sus padres, si bien este porcentaje es más alto en Gipuzkoa (18,6%). Predominan las familias con hijos sobre los solteros o solteras. Y son más las personas solas con hijo/s a cargo (familias monoparentales). Estas suponen el 28,5% de las nuevas solicitudes, por el 27,6% de las parejas con hijos, el 27,2% de los solicitantes que viven solos, el 8,7% de parejas sin hijos, y el 8,1% de demandantes con mayores o dependientes a cargo.
Esfuerzo económico
Con unos ingresos medios de 1.311 euros, un dormitorio se lleva el 24% de los recursos
El informe revela que el nivel de ingresos de los nuevos demandantes de VPO de alquiler es «muy reducido». Una media de 1.311 euros al mes, inferior incluso a la de los que se apuntaron en Etxebide antes de 2023, cuyo promedio era de 1.332 euros. En Gipuzkoa (1.408 euros) y Donostia (1.452) la situación es más desahogada, aunque esa ventaja se anula con unos precios del alquiler más elevados que en el resto de territorios. Ello supone que el alquiler medio que declaran pagar los nuevos registrados en Etxebide representa el 45,4% de sus ingresos. En el caso de los que tienen una habitación alquilada, esta se lleva el 24% de sus recursos.
Uno de cada tres se muda por no poder pagar el alquiler
Otra derivada de la crisis del alquiler es la movilidad forzosa que genera en muchas personas y familias que no son capaces de encontrar un piso disponible en su localidad o, en caso de haberlos, de hacer frente a los precios de los arrendamientos.
El análisis del Gobierno Vasco entre las personas que se inscribieron en Etxebide entre 2023 y el primer semestre de este año muestra que en casi uno de cada tres casos entre las emancipadas (31,7%) los nuevos demandantes de VPO en alquiler tuvieron que mudarse de vivienda en los dos últimos años por no poder pagar la renta que estaban abonando.
Casi dos tercios pudieron hacerlo dentro de la misma localidad (un 14,2% dentro del mismo barrio y otro 49,8% a otra zona del mismo municipio), pero un 36,1% declara haber tenido que cambiar de pueblo o ciudad ante las dificultades para hacer frente al alquiler.
Curiosamente, en este caso Gipuzkoa y San Sebastián presentan las tasas más bajas de desplazamiento. En el caso del territorio, se mudaron el 30,6% de los encuestados, frente al 31,5% en Bizkaia y el 33,7% en Álava. Entre las capitales, en Donostia cambiaron de residencia el 33,3%, por el 33,4% en Vitoria y el 34,9% en Bilbao.
Entre los guipuzcoanos que hubieron de trasladarse, el 12,8% lo hizo a otro piso en el mismo barrio, un 51,1% dentro de la misma localidad pero en otra zona, y un 36,1% a otro municipio. Las mudanzas intermunicipales son más acusadas en Bizkaia (42,9%) y mucho menos en Álava (18,9%).
En las capitales se repite el esquema. Hubo más desplazamientos a otros pueblos en Bilbao (34,1%) que en Donostia (29,4%) y Vitoria (13%).
En esa línea, tres de cada diez guipuzcoanos (30,6%) y vascos (31,7%) considera propable tener que cambiar de piso en los siguientes 12 meses por no poder hacer frente a su renta actual.
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