Así se preparan las playas de Andalucía para un verano diferente por el coronavirus

El verano está a la vuelta de la esquina y aunque estamos inmersos en un mar de incertidumbres la costa de Andalucía, uno de los destinos más visitados por los vascos, busca ya opciones para poder acoger a turistas los próximos meses estivales. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha intentado arrojar algo de luz a una pregunta que está sobre la mesa: ¿Se podrá ir a la playa en los próximos meses? Moreno no duda de que podrá hacerse, pero «¿vamos a tener playas concurridas? Pues, eso no va a ser posible», ha aclarado.

El presidente andaluz ha asegurado que todos los aforos se verán reducidos: restaurantes, chiringuitos, zonas comunes de los hoteles y, también, las playas. «Para ello, vamos a tener que poner ciertos perímetros, una serie de metros (de distancia)», ha explicado, una tarea que sería supervisada por la policía local, que actuarían como una especie de «vigilantes de playa». En la práctica, esto supondría según una de las fórmulas que se proponen, que «una vez que se completase el aforo, ya no podría entrar nadie más a las playas». Ello estaría vigente «mientras no haya un tratamiento eficaz y una vacuna contra el coronavirus», ha recalcado.

Moreno ha admitido que este verano no va a ser como el anterior tampoco para los visitantes que se desplacen a Andalucía y que hay que «asumirlo», se ha mostrado optimista al considerar que puede haber una apertura «con garantías» en determinados sectores. «Creo que se puede ir abriendo el sector turístico de manera progresiva y siempre con las máximas garantías, pero es verdad que no va a ser igual que otros años», ha insistido.

De momento, los ayuntamientos costeros no se plantean otro escenario que no conlleve algo de turismo y esperan que los chiringuitos y los visitantes vuelvan «ordenadamente». Almuñécar se ha ofrecido como laboratorio para poner a prueba la reactivación turística y estudia las posibles vías para hacerlo. Sus empresarios abogan por controlar la temperatura y los aforos en playas y establecimientos, mientras que el resto de municipios resuelven los trámites para adecuar la arena y esperan luz verde del Gobierno central. Juan Bermúdez, alcalde de Conil de la Frontera (Cádiz), uno de los municipios más turísticos de la costa andaluza, cree que la medida de controlar el aforo de las playas puede ser muy compleja en algunos enclaves como en su municipio, con muchos kilómetros de costa y multitud de accesos a los arenales. Manuel Flor, alcalde de Vejer de la Frontera, del que depende la playa de El Palmar, que llega a acoger en días álgidos de verano a 30.000 personas a lo largo de sus siete kilómetros, ha señalado por el contrario que por muy difícil que sea el control del aforo en un lugar así se hará, redoblando esfuerzos. «Lo que no podemos permitirnos es que no haya temporada. No nos podemos permitir un verano sin turismo», ha afirmado.

«Preparamos un plan de comunicación porque el turismo tendrá que ser nacional y estudiamos medidas económicas para que los bares y restaurantes no paguen la ocupación de vía pública hasta verano, además de otro tipo de bonificaciones», asegura la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro. Su edil de Turismo, José Lemos, afirma que se estudiará tomar medidas sanitarias en las playas del municipio en el caso de que el Gobierno confirme la apertura bajo estas condiciones.

Jesús Megías, presidente de los hoteleros de la Costa Tropical, señala que prepara un protocolo para poner en marcha los establecimientos que contempla desinfecciones diarias; el uso obligatorio de mascarillas y guantes; toma de temperatura e instalación de arcos para medirla en los establecimientos que sea posible. Todo ello se extiende a establecimientos pero hay que tener en cuenta los accesos a las playas y su infraestructura, por ejemplo, las duchas y aseos. «La apertura del sector turístico y las condiciones las marcará el Gobierno, pero no vamos a renunciar fácilmente al verano porque somos seres turísticos», alega.

Las ideas son muchas con tal de salvar al menos en parte la temporada veraniega, pero de momento no cunde la idea que estudia Italia para colocar mamparas en las playas para separar a sus usuarios. «No estamos defendiendo cuestiones poco viables, como separar a los visitantes con mamparas, planteamos medidas asequibles como guardar la distancia de seguridad y controlar los aforos», explica el concejal de Turismo y Playas de Almuñécar, Daniel Barbero. La propuesta italiana consiste en colocar dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato o plexiglas con el objetivo de proteger a los usuarios de las playas de saliva de los vecinos de tumbona.

Aún está por ver cómo puede afectar esta crisis a los precios de los establecimientos turísticos, bares y restaurantes. De momento la Junta de Andalucía ha explicado que estudia la creación de un bono vacacional, pero sería un descuento directo solo para ciudadanos de esa comunidad. El sector hostelero ha acogido bien la idea pero pide que no se discrimine a ningún establecimiento ni haya distinciónes entre interior y litoral. «Estamos estudiando establecer unos bonos vacacionales para que los andaluces que hagan turismo aquí tengan unas bonificaciones de la Junta. Es una medida similar al bono que ha planteado Italia a nivel nacional. Lo ideal sería que lo hiciera el Gobierno, pero no sabemos si va a tomar alguna decisión», ha asegurado Juan Marín, vicepresidente de la Junta.