Descubren en la Vía Láctea un objeto que no se parece a nada visto antes
Se localiza a 4.000 años luz de la Tierra y libera tres veces por hora una gran gran cantidad de energía
DV
Jueves, 27 de enero 2022, 11:16
El universo alberga infinidad de incógnitas que quién sabe si algún día el ser humano será capaz de descubrir. El último hallazgo se ha producido en la Vía Láctea, donde investigadores australianos han descubierto un extraño objeto giratorio que, según han explicado, no se parece a nada visto antes por los astrónomos.
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El objeto en cuestión, detectado por un estudiante universitario que trabaja en su tesis, libera una enorme cantidad de radiación electromagnética tres veces cada hora. El pulso se da «cada 18,18 minutos, como si se tratase de un reloj», indicó la astrofísica Natasha Hurley-Walker, quien dirigió la investigación tras el descubrimiento del alumno gracias a un potente telescopio.
La investigadora explicó que existen otros objetos en el universo que se encienden y apagan, como los pulsares, pero Hurley-Walker señaló que la frecuencia de 18,18 minutos es algo que nunca antes se ha observado. Encontrar este objeto fue «un poco aterrador para un astrónomo», dijo la especialista, «porque no hay nada conocido en el cielo que haga eso».
Los investigadores tienen ahora trabajo por delante para entender lo que han encontrado. De momento lo que conocen es que el objeto se encuentra a unos 4.000 años luz de la Tierra, es «increíblemente brillante y tiene un campo magnético sumamente fuerte».
La señal ha sido observada en una variedad de frecuencias lo que significa que es un proceso natural
Pero quedan varios misterios por desvelar. «Si haces toda la matemática, vas a encontrar que no debería tener suficiente energía para producir estas ondas radiomagnéticas cada 20 minutos», indicó Hurley-Walker.
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En cuanto a si la poderosa y consistente señal radiomagnética pudiera ser enviada por otra forma de vida, Hurley-Walker admitió que «estaba preocupada de que fueran extraterrestres». Pero el equipo investigador pudo observar la señal en una variedad de frecuencias. «Eso significa que debe ser un proceso natural, esta no es una señal artificial», subrayó.
El próximo paso de los investigadores es buscar objetos similares para determinar si se trata de un caso aislado o no.
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