Starlink, los satélites que parecen estrellas
El brillo que produce el proyecto del magnate Elon Musk que inunda cada vez más el cielo incomoda a los astrónomos y desconcierta a los aficionados
Quizá recuerde con devoción la primera noche que pasó al raso y miró al cielo. Aquel firmamento no era el que conocía en su ciudad. ¿ ... La razón? La contaminación lumínica le impedía descubrir el espacio. Más tarde, con el paso de los años, si la costumbre se mantuvo, quizá ya desarrolló la habilidad para dar nombre y situar los diferentes cuerpos celestes que lo forman: la estrella polar, el planeta Venus, la osa mayor, la osa menor, la Vía Láctea... Y qué decir de las estrellas fugaces. Un entretenimiento como otro cualquiera que en estos tiempos cuenta con unos nuevos compañeros. Unos satélites. Pero no unos cualquiera, no. Son los satélites Starlink. Los de Elon Musk.
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El magnate norteamericano lidera un proyecto de la empresa SpaceX para la creación de una constelación de satélites de internet con el objetivo de brindar un servicio de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo coste. La idea es lanzar 12.000 satélites para mediados de la década de 2020, de los cuales en torno a 700 ya están 'danzando' por ahí arriba. Quizá haya visto alguno este verano y los haya confundido momentáneamente con estrellas...
El proyecto de Elon Musk tiene como objetivo brindar un servicio de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo coste
Lo cierto es que a los eventos celestes propios de la época, se ha sumado este verano un tren de luces que cruza la noche con un ritmo de lo más ordenado. Pero aunque el tren de satélites cruzando el firmamento es muy llamativo, no todos los científicos ni los amantes del cielo están muy contentos con esta iniciativa.
Contaminación lumínica
Y es que su brillo, que hace que parezcan estrellas moderadamente tenues, también está generando alarma sobre la contaminación lumínica que provocan. Desde SpaceX se ha segurado que va a realizar cambios para evitar que se produzcan estos reflejos, dotando a los satélites de una capa más oscura para reducir la reflectividad. También se ha hecho un cambio en su inclinación, y llevarán incorporado un escudo protector para que no sean visibles a simple vista.
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Entre el público en general, digamos que hay desconcierto. Aunque hallar los satélites atravesando el cielo nocturno está siendo toda una distracción que genera miles de fotos y vídeos compartidos en redes sociales...
Los satélites que conforman la red de Starlink orbitan a unos 440 kilómetros de la Tierra. Están provistos de grandes paneles solares por lo que, al estar orientados al Sol, reflejan su luz. Por eso desde la Tierra podemos verlos pasar a modo de tren de estrellas que atraviesa el cielo a gran velocidad. Los satélites se pueden ver puntualmente desde España, pero cada vez cuesta más, porque se van separando y ajustándose a una altura e inclinación diferentes, reduciéndose la probabilidad de verlos.
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