El Ararteko critica el trato de la Ertzaintza a una menor que denunció una agresión sexual

El defensor del pueblo vasco cuestiona asimismo la investigación interna realizada por la Ertzaintza, y afirma que el departamento de Seguridad «no ha cumplido debidamente la obligación legal» de ofrecer información sobre la misma.

Según recoge la resolución, los padres de la menor acudieron al Ararteko para denunciar el trato que habían recibido en una comisaría vasca tras acudir a interponer una denuncia por una agresión sexual que su hija de 15 años había sufrido unos meses antes. Los progenitores señalaron que en la declaración la menor estaba «atemorizada y llorando», ya que los dos agentes que le atendieron «cuestionaron la veracidad del relato de la menor», porque había incongruencias con la declaración prestada por otra persona. Así, los agentes indicaron a la joven «que mentir era delito y las consecuencias que tendría», e incluso llegaron a abandonar el despacho para permitir que la menor y sus padres reconsiderasen seguir con le denuncia.

Tras estos hechos los progenitores pusieron una queja, en la que solicitaban por un lado que se les impusiera la sanción correspondiente y que se disculpasen por el trato «impropio» que se le dispensó a su hija, «teniendo en cuenta la situación de especial vulnerabilidad en la que se encontraba, debido a su condición de menor y de víctima de la agresión sexual que estaba denunciando».

La jefatura de la comisaría realizó una investigación por la que se concluyó que «la actuación de los agentes se había ajustado al procedimiento, que el trato hacia la menor fue correcto, educado, adecuado, utilizando un lenguaje acorde con la edad de la víctima y las circunstancias del hecho». No obstante, el Ararteko no aprueba la forma en la que se investigó el caso, ya que el Servicio de Asuntos Internos de la Ertzaintza realizó una investigación interna en la que concluyó que la actuación no constituía falta grave ni muy grave, pero que «pudiera tener encaje» en una falta leve, que en todo caso estaba prescrita (estas faltas prescriben al mes). «Es evidente la existencia de una disfunción o anormalidad en la tramitación e investigación de la denuncia contra la actuación de esos agentes de la Ertzaintza».

Analizados los hechos, denuncia Lezertua que la actuación de los agentes «se dirigiera a determinar el posible consentimiento de la menor en las relaciones, poniendo en duda la veracidad de su testimonio, y no tratara de asegurar si hubo relaciones sexuales o no, que era lo realmente relevante, teniendo en cuenta la edad de la víctima». Insiste el defensor del pueblo vasco que «cualquier cuestionamiento de los agentes sobre la formalización de la denuncia» supone a su juicio una conducta policial que «no discurre por los cauces legales debidos y puede propiciar que el presunto culpable de un delito quede en libertad sin someterse a la justicia». De hecho, indica que tras pasar a disposición judicial la persona denunciada ingresó en prisión, y que en 2017 ya había sido detenido por presuntos abusos sobre una menor de 14 años, una información recogida en la base de datos de la Ertzaintza y que «no hubiera exigido un gran despliegue investigador» por parte de los ertzainas.

Para concluir, el Ararteko recomienda al departamento de Seguridad que «adecúe su actuación a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en el Estatuto de la víctima» cuando una persona acuda interponer una denuncia; que cuando una persona denuncie una conducta policial susceptible de ser sancionada disciplinariamente se actúe con «celeridad»; y que «justifique en qué se fundamenta para entender que dicha actuación fue correcta».