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L. G.
Miércoles, 5 de marzo 2025
El consumo de zumos de fruta ha sido promovido durante años como una opción saludable. Sin embargo, el nutricionista Miodrag Borges advierte sobre la cantidad de azúcar libre que contienen, equiparable a la de un refresco. «Un vaso de zumo de brick del supermercado, con pulpa y todo, aporta aproximadamente 23 gramos de azúcar por cada 250 mililitros. Pero si optamos por un zumo recién exprimido, la cantidad de azúcar será prácticamente la misma», explica el experto.
El nutricionista enfatiza que, independientemente del origen de la fruta, el resultado es el mismo. «Si en lugar de un zumo industrial, exprimes naranjas en casa, incluso si proceden de un árbol milenario del Tíbet y han sido bendecidas por el Dalai Lama, el azúcar seguirá siendo de aproximadamente 23 gramos por vaso», ironiza Borges.
La razón detrás de esta afirmación es metabólica. «La fructosa, el azúcar presente en la fruta, se comporta en nuestro organismo de la misma manera que el azúcar añadido cuando hablamos de zumo», detalla el especialista. Esto significa que, aunque el zumo provenga de una fuente natural, su impacto en el organismo es similar al de otras bebidas azucaradas.
Miodrag Borges recalca que el zumo no es un alimento recomendable para el consumo habitual. «Es importante entender que, al exprimir la fruta, estamos eliminando gran parte de su fibra y concentrando su azúcar libre, lo que puede llevar a picos de glucosa en sangre», advierte.
La recomendación del experto es priorizar el consumo de la fruta entera en lugar de su versión líquida. «Si queremos beneficiarnos de todas sus propiedades nutricionales, la mejor opción siempre será comer la fruta tal cual», concluye.
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