Ipurua se viste de gala para vivir «una gran noche»

Imposible olvidar que, teniendo la oportunidad de alejar a los pucelanos a ocho puntos a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato regular, aquella derrota (0-2) les acercó a solo dos puntos y supuso el inicio del cruel final que los azulgranas padecieron primero en Alcorcón y después con la eliminación en el playoff.

El espectáculo promete, porque ambos afrontan esta lucha de egos convertidos en los dos equipos más en forma del momento, los eibarreses con seis triunfos y un solo empate cedido en las siete últimas jornadas, mientras que solo la derrota ante el Espanyol en su último desplazamiento impidió que los blanquivioletas firmaran un pleno de victorias.

Eso sí, la trayectoria de los de Pezzolano lejos de su estadio, donde tan solo han cosechado dos triunfos en Oviedo y Elda, por las tres derrotas sufridas en Zaragoza, Albacete y la mencionada ante el Espanyol, deja entrever que ése es precisamente el punto débil a explotar.

Es el momento y el lugar, y por primera vez en lo que va de temporada, Joseba Etxeberria tiene la posibilidad de exprimir todo el potencial de su plantel, puesto que la enfermería armera se ha vaciado por completo.

Sin embargo, el técnico elgoibarrtarra se está mostrando fiel al bloque que le ha reportado los mejores resultados, por lo que es de esperar que su propuesta sea muy similar, si no la misma, a la que puso en liza en la victoria en Zaragoza.