Ipurua alberga la gran fiesta del fútbol vasco en Segunda

Con solo cuatro puntos de distancia entre ellos y mucha dinamita y ambición en ambos bandos, este choque de altos vuelos promete emociones fuertes y un ambiente festivo que ni la lluvia ni las bajas temperaturas que se anuncian para hoy van a conseguir aguar.

De hecho, la peña 'Eibar-Gasteiz Elkartea', compuesta por una treintena de miembros, la mayoría de ellos eibarreses residentes en la capital alavesa, ha impulsado un acto de confraternización entre peñas, mientras que Eskozia la Brava instalará una txozna en Unzaga a la que, por supuesto, están invitados a acudir los más de 300 seguidores babazorros que han conseguido alguna de las preciadas entradas para presenciar el partido.

Pero más allá del ambiente que se vivirá en las calles de la localidad armera, lo que prima son los tres puntos que se pondrán en liza, que bien podrían dejar las cosas como están, pero también comprimir al máximo la zona noble de la tabla o provocar que el Eibar pierda comba respecto a uno de los rivales más fuertes en la lucha por conseguir el ansiado billete a Primera División.

De ahí que Garitano haya preparado con mimo un choque «especial» se mire por donde se mire, para el que en principio cuenta con todos sus jugadores a excepción de Arbilla y Aketxe, que siguen recuperándose de las lesiones que hace ya varias semanas frenaron en seco la progresión que llevaban.

Además de los ya reaparecidos en Copa Ríos Reina y Berrocal, también podrían volver a la lista Bautista y Yanis, por lo que dispone de más alternativas que en las últimas jornadas tanto en defensa como en ataque para tratar de dar continuidad a la racha de dos victorias y un empate sumados en los tres partidos que se concentraron en la anterior semana.

El Alavés tampoco sabe lo que es perder en sus últimos cinco partidos y la ausencia por sanción de Benavídez es la única que condicionará los planes de Luis García Plaza.