El Eibar logró un triunfo que no tiene contestación alguna, que le coloca en tercera posición a solo un punto de los dos primeros. Efectividad ... cien por cien, precedida de un juego asentado, sin fisuras y sabiendo lo que tenía que hacer. Un golpe en la clasificación, tres puntos para mirar hacia adelante y seguir creyendo en lo que hacen, explícitamente en el futuro. La visita del Granada servía para testar, muy especialmente al Eibar, su nivel con otro máximo aspirante al ascenso. El equipo armero transmitió buenas sensaciones, interpretó su guion y estuvo por encima de los nazaríes. La firmeza exhibida por los eibarreses fue un plus para noquear a un Granada con una escasa producción y que sigue teniendo en Ipurua un campo maldito (en sus seis últimas visitas solo ha logrado un punto). Los goles locales fueron obra de Matheus Pereira y Tejero, con dos golazos de estrategia, un tiro raso de Stoichkov y el cuarto de Bautista tras un gran recorte y cruzar el balón ante André.
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Garitano buscó un revulsivo, alineó en el once inicial a Aketxe por Javi Muñoz y a Imanol por Ríos Reina. El técnico quiso aprovechar el gran momento de Aketxe para este partido. También buscó mayor profundidad con Imanol por banda izquierda, jugador dotado de calidad y un guante en sus botas, que resalta por su precisión para colocar balones en el área, sin olvidar su cometido de defender. La vuelta a la titularidad del lateral derecho Tejero ante la sanción de Correa. La pareja Aketxe-Tejero fue protagonista en dos de los tres goles del partido. Variantes que dieron la razón a Gaizka Garitano. Con el relevo en el descanso dejando a Blanco Leschuk en el vestuario (con tarjeta) y apostando por Bautista con gran aportación. Garitano buscó la movilidad del errenteriarra. Estos cambios dieron la razón a su libreta que tiene un guion de equipo.
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