Zona de Bajas Emisiones

La restricción en el centro de Donostia afectará también a motos y estará activa de lunes a domingo

En la primera fase de la ZBE, que durará tres años, podrán entrar todos los residentes y aquellos vehículos que cuenten con el distintivo ambiental 0, ECO, C y B, además de bicicletas, bicicletas con pedaleo asistido, otros ciclos y patinetes; y vehículos catalogados como históricos. Los eléctricos, híbridos, los de combustibles alternativos y los gasolina matriculados a partir de 2001 y los diésel desde septiembre de 2006, podrán seguir circulando por la zona vigilada, al menos hasta el inicio de la segunda fase. En esa segunda etapa, que entrará en vigor en enero de 2028 y durará dos años, se les exigirá también a los residentes que dispongan de una de las etiquetas ecológicas requeridas, aunque habrá una pequeña excepción con los residentes mayores de 70 años, que no tendrán que acreditar ninguna etiqueta medioambiental. La intención es vetar los vehículos más antiguos y contaminantes. Asimismo, aquellos que no sean residentes ni tengan vehículos aptos para circular por la ZBE podrán solicitar un permiso especial al Ayuntamiento a través de la web o en las propias oficinas municipales.

Será la próxima semana cuando el Ayuntamiento donostiarra apruebe de manera definitiva el proyecto de Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que sirve de base para la ZBE, una vez que ya ha finalizado el plazo de alegaciones y han concluido los procesos participativos. La concejala de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarza (PNV), y el concejal de Ecología, Juantxo Marrero (PSE), explicaron ayer que, «tras la aprobación definitiva de ambos planes, se aceptará también con carácter inicial la ordenanza», que servirá como herramienta para regular tanto la delimitación de la ZBE como su debida señalización. En Donostia las medidas se aplicarán toda la semana, de lunes a domingo.

Respecto al regimen sancionador, fuentes municipales confirmaron ayer a este periódico que en los primeros tres meses tras la aprobación de la ordenanza «no va a haber multas económicas. Los infractores recibirán cartas en sus domicilios en las que se les notificará que han infringido la norma de la ZBE». Una vez terminada esa moratoria, se empezará a sancionar con 200 euros a todo aquel que ingrese en la Zona de Bajas Emisiones sin el debido permiso. «Esa cantidad se podría incrementar un 30% en caso de reincidencia», aclaró el concejal de Ecología.

Entre las principales novedades que recoge esta ordenanza se encuentra la colocación de 10 cámara fijas para el control de los accesos de vehículos a esta área. Estarán instaladas en el puente de Zurriola, puente de Santa Catalina, cruce del paseo Árbol de Gernika con San Martín y con Valentín Olano, cruce entre el Parque Araba y Easo, rotonda de la calle Autonomía, cruce de la calle San Roke con Belizalde y con paseo Beloka, cruce de la calzada Aldapeta y paseo de la Fe y paseo de Miraconcha (a la altura de Villa Almudena). Finalmente, el consistorio ha decidido incluir también en este mapa el muelle y el parque de Arbaizenea «con el fin de evitar que queden aislados».

Las cámaras leerán las matrículas de los vehículos, y así se comprobará –a través de la base de datos correspondiente– si los conductores tienen el permiso o no para circular por esa zona. Estos resultados se complementarán con la labor diaria de los agentes de movilidad. En el capítulo de las alegaciones, Marrero subrayó que han desestimado una en la que se pedía «que las motos fueran incluidas dentro de las excepciones –bicicletas, vehículos de movilidad personal...–. Son vehículos con un motor de combustión», zanjó.

El proceso participativo entre vecinos y asociaciones en el nuevo Plan de Movilidad ha dejado «un poso de satisfacción, por el nivel de las alegaciones y por la implicación de la gente». Yarza se refirió a las alegaciones que sí fueron estimadas y que, finalmente, fueron agregadas a la redacción definitiva del proyecto, «como la coordinación de líneas específicas de transporte público a los aeropuertos cercanos, especialmente el de Hondarribia, un plan de movilidad para los días de partido en Anoeta, el plan especial de ordenación de carga y descarga en la Parte Vieja o los cursos de conducción eficiente para los taxistas».

Para informar a la ciudadanía de la existencia de esta área restringida a determinados vehículos el Ayuntamiento ha diseñado cuatro capas de señales que se colocarán a lo largo de toda la ciudad. «En la primera se informará de que Donostia es una ciudad con una ZBE, en la segunda se advertirá al conductor de que se está acercando a ese área, en la tercera se le avisará de que está a punto de entrar y, finalmente, en la última se le hará saber que ya ha entrado».

El objetivo de este proyecto es que el tráfico rodado por el Centro de Donostia se reduzca paulatinamente, hasta que en 2027 haya 7.500 vehículos menos circulando cada día en esa zona.