La bandera roja colocada este lunes, con el operativo de reflote del yate de fondo. Morquecho
Yate hundido en la bahía de Donostia

«El yate estuvo 4 horas hundiéndose en La Concha; tenía que haberse remolcado antes»

Usuarios del Puerto y propietarios de embarcaciones explican que se cumplió el protocolo en el reflote del yate en la bahía, aunque piden operativos más ágiles para remolcar barcos en situación de emergencia

A. A.

Martes, 13 de junio 2023, 17:42

Solo han sido 24 horas con el baño prohibido, pero el hundimiento de un yate en la bahía de La Concha, que provocó una pequeña ... fuga de gasoil y un reflotamiento aparatoso de la embarcación, está generando debate entre bañistas y usuarios del puerto. ¿No se podía haber remolcado el barco antes de que se hundiera? ¿Hubo riesgo de un vertido mayor? ¿Hay que modificar los protocolos de actuación?

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El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, ha sido escueto este martes al explicar que la embarcación tenía una fuga de agua y al hundirse se produjo una fuga de gasoil que provocó el cierre de La Concha al baño durante todo el lunes. Un escape que, por suerte, no fue a mayores y se ha logrado dispersar en pocas horas.

La operación para detectar la fuga y reflotar el yate fue larga y se cumplió escrupulasamente con el protocolo establecido. Aunque entre los usuarios del Puerto, algunas voces críticas estiman que la bahía y la playa se expusieron a un riesgo severo de contaminación por los tiempos que requiere ese protocolo y la obligatoriedad de que el barco no se mueva hasta que no esté reflotado y totalmente seguro. «Si el yate vierte todo el gasoil que tenía, que podían ser cerca de 1.800 litros, igual no nos podemos bañar en La Concha en semanas», confiesa explica Carlos Lizancos, buen conocedor del Puerto donostiarra.

Y es que fuentes consultadas estiman que los protocolos establecidos impiden que una embarcación, por ejemplo, la del propio botero que alertó de la fuga que tenía el yate, pueda remolcar hasta la rampa del muelle donostiarra dicha embarcación antes de avisar a Salvamento Marítimo y que la situación sea evaluada. «En la situación en la que se encontró el yate, hubiera sido posible remolcarlo en media hora desde que pasadas las 4.00 horas se detectó la fuga», explica Lizancos.

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«Estuvo más de cuatro horas hundiéndose el barco y se realizó una maniobra espectacular para reflotarlo pero asumiendo un riesgo para la costa que no se debería asumir», expresa Lizancos, propiertario también de una embarcación en la bahía. «Lo indicado es cumplir los protocolos, pero se deberían diseñar operativos rápidos para poder actuar en estos casos», defiende.

Salvamento Marítimo, Guardia Civil y bomberos atendieron la emergencia y a las 16.00 horas lograron taponar la fuga y dejar el barco a flote para que fuera remolcado hacia Hondarribia, unas 11 horas después de que el yate comenzara a hundirse. Por suerte, el reguero de gasoil que salió del barco no fue a consecuencia de la rotura del depósito, por lo que el tanque permaneció casi intacto. «Un barco de ese estilo y recién llegado a la bahía, puede tener cerca de 2.000 litros de combustible para pasar todo el verano. La avería, de haberse roto el depósito, hubiera sido enorme», añade Lizancos.

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Por suerte, todo quedó en un gran susto, y el yate de 14 metros de eslora y de fibra de vidrio, volverá al dique seco para una nueva reparación en Hondarribia y la bahía se librará de un importante vertido de carburante.

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