El tramo final de Easo, solo para autobuses, bicis y peatones

El cierre parcial de estas dos manzanas al tráfico permitirá ganar un nuevo espacio para el ciudadano y el ciclista en un entorno que va a cambiar sustancialmente cuando, si se cumple lo previsto, en 2025 entre en funcionamiento el Topo por el centro de Donostia. Este tren subterráneo tendrá una parada (La Concha) justo ahí debajo, con bocas de entrada y salida frente al Londres, el Buen Pastor y la calle San Bartolomé, además de un ascensor en la misma calle Easo.

Se prevé, por lo tanto, un aumento exponencial en la afluencia de viandantes en ese entorno a diario. Es por ello que el área de Movilidad del Ayuntamiento donostiarra entiende que toda esa zona debe ser objeto de una transformación «gradual», con el condicionante que supone que la calle Easo ha sido históricamente uno de los ejes principales de entrada al centro de la ciudad. Una transformación que también alcanzará a calles como Urbieta o Arrasate, que se han visto afectadas por los cambios de tráfico que entraron en vigor en verano y sobre las que el gobierno municipal se dispone a plantear nuevas soluciones.

Así las cosas, esas dos manzanas de la calle Easo verán ampliadas sus aceras, si bien no se peatonalizarán del todo al ser necesitario dejar una vía de circulación para el servicio público de autobuses. Y es que si el actual paradigma de la movilidad urbana es sacar los coches de la ciudad a cambio de fomentar la interoperabilidad de los diferentes sistemas de transporte público, se hace necesario habilitar paradas de buses urbanos allí donde existen estaciones de transporte interurbano.

La fecha para llevar a cabo está actuación está supeditada al desarrollo y finalización de las obras del Topo, por lo que se prevé pueda ejecutarse en 2024 o 2025.