«Estaría bien que adelantaran el lanzamiento de los fuegos artificiales»

La respuesta entre los padres es casi unánime. Diferentes voces coinciden en lo beneficioso que sería, para los que tienen que trabajar y para los pequeños de las casas, que se lanzaran antes, «aunque sea a las 22.30 horas». Defienden que «no es solo que los fuegos artificiales terminen tarde, sino que hay tanta gente en la calle que hasta que sales y consigues llegar a casa se hace tarde». Ana Esteban, madre de un niño de 7 años, reconoce que «con adelantarlo quince minutos sería suficiente. Todo lo que se gane es bienvenido».

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A su juicio, uno de los problemas es «la vuelta a casa. No es lo mismo vivir en el Centro que en Miramón. Si te retrasas y pierdes el autobús, tienes que esperar al siguiente. Eso, si lo hay, porque depende de a dónde vayas ya no hay más y con los niños se va despacio». Para intentar ganar tiempo, lo que ha hecho este año es ir «a Ondarreta, donde es más fácil aparcar y después podemos volver en coche sin problemas».

A Nerea Berasategui, madre de dos hijos de 2 y 6 años, tampoco le importaría que las colecciones se lanzaran a las 22.15 horas. Más bien lo contrario. De hecho, se pregunta por qué siempre son tan tarde cuando a la mayoría de las familias o de los trabajadores les perjudica. En su caso, «la vuelta a casa siempre es complicada y requiere de logística. Aunque merece la pena porque los niños disfrutan esos quince minutos pero ir y venir con pequeños es complejo», cuenta. En la misma línea se expresan Daniel y Sofía. Vecinos de Amara y padres de un hijo de dos años dicen que las vueltas suelen ser duras. «Cuando terminan los fuegos siempre hay atascos, las aceras van llenas y hay colas en las paradas. El otro día volvimos andando y tardamos 25 minutos. Al final se hace tarde y el niño se duerme en el carro. No me parece que sea una locura adelantar la hora», consideran. Para Pablo Laseras, padre de tres pequeños de 3,6, y 8 años, «también se podría adelantar el toro de fuego, porque a nosotros los adultos no nos importa tanto pero a los niños sí».

También hay alguna voz disidente como la de Lucía Palazón, madre de tres hijas de 11, 8 y 5 años. A ella no le «importa el horario actual porque ya nos hemos acostumbrado. ¿Es tarde? Sí, pero es solo una semana y al final tampoco solemos ir todos los días», valora. Aún así reconoce que siempre tienen vacaciones y que no le importa acostar a sus hijas más tarde esos días «porque merece la pena. Pero entiendo que haya familias a las que no les venga bien el horario».

Por su parte, desde el Festak reconocen que no se lo habían planteado modificar el horario histórico «porque siempre ha funcionado bien». Además, recuerdan que «los cierres se hacen ahora a las 21.30 horas y que en caso de adelantar los fuegos habría que hacer lo propio con los cortes con lo que ello pueda conllevar».