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Las obras de reurbanización del tramo de la calle San Bartolomé que está situado entre Easo y Urbieta han comenzado este lunes. Esta vía que ... no llega a los 100 metros de longitud se ha visto afectada durante meses por las obras de la pasante ferroviaria del Topo. Una vez que Euskal Trenbide Sarea (ETS) ha finalizado la construcción bajo tierra de las ventilaciones de emergencia de la futura estación de Centro-La Concha, ha llegado la hora de renovar la calle. Operarios de la empresa Campezo empezaron a trabajar ayer por la mañana en una vía que contará con dos carriles de circulación en sentido único para conectar la calle Easo con Urbieta a través de San Bartolomé. Uno de los carriles estará reservado para los autobuses y el otro lo podrán utilizar los vehículos privados. Estos trabajos de reurbanización tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y un presupuesto de casi 700.000 euros.
ETS, ente público del Departamento de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco, adjudicó el pasado mes de noviembre esta actuación de San Bartolomé, que también incluye las obras de reurbanización de la calle Easo y la plaza Xabier Zubiri, con un coste total de 1,77 millones. Las obras de la calle Easo, en su tramo comprendido entre San Martín y San Marcial, comenzaron el pasado 21 de enero. Cuando aún no se han cumplido dos meses desde su inicio, ya se aprecian avances, al menos en los números pares de la manzana de Easo más próxima a la plaza Xabier Zubiri y el hotel de Londres y de Inglaterra. En ese tramo ya se han ampliado las aceras. ETS tiene previsto finalizar esta actuación en la calle Easo para el próximo mes de julio.
La situación de la calle San Bartolomé «es diferente respecto a la calle Easo en la que estamos actuando, al tratarse de un espacio más acotado», señalan desde ETS. El tramo afectado por la reurbanización abarca una longitud aproximada de unos 80 metros e incluye las aceras de ambos lados de la calzada.
La solución adoptada se enmarca en la necesidad de restaurar y mejorar la funcionalidad de la calle. De este modo, ETS pretende aprovechar esta intervención para la «reordenación integral del espacio» y la creación de un carril bus de dirección única, «en consonancia con los planes de desarrollo urbano de la ciudad», indican. Para que los autobuses que giren desde la calle Easo hacia San Bartolomé tengan más facilidad para realizar sus maniobras, está previsto que la acera situada en esa esquina se reduzca ligeramente para favorecer esos giros.
En paralelo a ese carril reservado para buses y taxis, se construirá un segundo carril para turismos en la misma dirección única, que servirá para conectar la calle Easo con Urbieta a través de San Bartolomé. También se habilitará un área para carga y descarga y se ampliarán de manera sustancial las aceras, para brindar más espacio a los peatones, con zonas de descanso y vegetación.
«Con esta actuación se persigue mejorar la comodidad de la ciudadanía y promover un ambiente más amigable y sostenible», aseguran desde la entidad pública que está liderando la construcción en Donostia de la variante soterrada del Topo.
Una vez que ya están en marcha las obras de reurbanización de la zona de la calle Easo y su entorno y de San Bartolomé, solo restaría que comenzaran las obras de renovación del frente del Buen Pastor en San Martín para acabar con las urbanizaciones afectadas por las obras del Topo en el Centro.
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