Aitor Esteban, en un acto en Zarautz este verano. GORKA ESTRADA
Alcaldía de Donostia

Relevo en San Sebastián, una jugada de riesgo que augura un tablero vasco más competitivo

Aitor Esteban da luz verde a un inédito movimiento para frenar el desgaste jeltzale y visibilizar el recambio generacional

Alberto Surio

San Sebastián

Domingo, 5 de octubre 2025, 02:00

El anuncio de la renuncia de Eneko Goia a la alcaldía y la próxima designación de Jon Insausti como sustituto ha supuesto una sacudida de ... alcance al tablero donostiarra que augura futuros cambios en la política vasca en una dirección de mayor competitividad. El movimiento es inédito y conlleva sus riesgos. Abre en canal el debate sobre las candidaturas en todas las formaciones y va a poner el foco sobre el modelo de ciudad y la gestión de los últimos diez años. Pero también trasciende y afecta a lo que significa la renovación en los liderazgos políticos en Euskadi con referentes más empáticos y menos encorsetados por el poder de las siglas.

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Goia se va con la sensación de misión cumplida y de que ha elegido el mejor momento para irse. La coyuntura escogida encierra sus aristas aunque podría también tratarse de una oportunidad. Hay quienes sostienen que, siendo comprensible que el alcalde considerase que su ciclo había terminado después de una década, lo más lógico y democrático hubiera sido esperar a que la legislatura acabara en 2027 para explicitar entonces la renuncia y la elección de un nuevo aspìrante.

Este movimiento de piezas se ha adelantado quizá a los planes inicialmente previstos. La renovación en la Alcaldía se ha forzado en la mitad de la legislatura con el objetivo de forjar como alcalde a Insausti, cultivar su perfil de gestor y promover su imagen pública de cara a 2027.

Es una explicación que plantea incógnitas sobre el manejo de los tiempos y debe combatir una sensación tácita de interinidad. Según ha conocido El Diario Vasco, en algunos batzokis donostiarras el relevo ha desconcertado y ha pillado de sorpresa. No tanto la decisión de Goia de anunciar su renuncia sino la rapìdez con la que se ha elegido a su relevo. El pasado lunes, es el PNV el que anuncia para el miércoles una convocatoria urgente de su comité interjuntas para abordar la situación del grupo municipal. Los jeltzales optan por blindar el asunto para que no se filtre. En varios batzokis de Donostia, entre ellos Gros, se han escuchado algunas voces que planteaban una alternativa: que, tras la renuncia de Goia, fuera la primera teniente de alcalde, Nekane Arzallus, la que se pusiera al frente de la alcaldía hasta las elecciones de 2027. Y así dar la posibilidad de que el PNV, con más margen de tiempo, pudiera elegir un aspirante electoral.

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Eso sí, la dirección del PNV tiene muy claro que el perfil más valioso con potencial de futuro es Insausti y que, con el refrendo de la militancia, es el mejor sustituto de Goia, que tiene claro que su decisión es la acertada y la oportuna porque «nunca hay un momento bueno» .

La sustitución tendrá efectos a medio plazo en la política vasca. No solo porque vaya a 'mover' a sus rivales. Aitor Esteban activa su apuesta por dar inicio a un proceso de relevo generacional que permita a los jeltzales tener más punch y recuperar terreno electoral para frenar el auge de EH Bildu. Y polarizar con ellos. Esa es la prioridad. En cierta forma se intentaría evitar el error que creen que el anterior EBB cometió con el exalcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, al que no sustituyó a tiempo. El cambio de cartel en los últimos comicios –fue la exconsejera Beatriz Artolazabal– se saldó con un sonoro fracaso y la alcaldía se la llevó la socialista Maider Etxebarria.

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Otras de las hipótesis es que una de las razones del final de ciclo de Goia tuviera un fondo más político. En concreto, la creciente distancia que habría sentido en Gipuzkoa con la ejecutiva territorial de su partido en los últimos años, primero con la capitaneada por Joseba Egibar y ahora por la encabezada por Euge Arrizabalaga. No es divorcio, pero sí se perciben tonos y matices diferentes. El origen político de Goia arranca en ese núcleo duro del GBB pero su dilatada experiencia institucional ha roto ciertos estereotipos y le ha convertido en un valioso activo propio, con un perfil más amplio e inclusivo como referente del nacionalismo clásico.

Algunos precedentes pueden encajar en el puzzle. Goia fue tanteado en el último proceso interno para formar parte del nuevo Gipuzku Buru Batzar. Su nombre comenzó a ser votado entre los batzokis como un símbolo de renovación, pero él mismo dejó claro que su trabajo estaba centrado en la alcaldía y no pasó a la segunda vuelta.

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El escenario es novedoso. El PNV juega fuerte para no perder poder municipal en 2027. No solo debe hacer frente a la marea in crescendo de EH Bildu, cuya fuerza municipal enciende las luces de alarma en los jeltzales, sobre todo en los municipios grandes y medianos. Mantener Donostia se antoja fundamental. El PNV necesita asentar su espacio, sacar a su gente de la abstención, taponar la fuga de 'voto de orden' descontento con su gestión y confrontar con Bildu, que está rodando a sus nuevos alcaldes con la sensación de haber puesto en marcha un inteligente relevo generacional. El siguiente escaparate público será Bilbao, en donde la rumorología apunta la posibilidad de que el actual alcalde, Juan María Aburto, no se presente a la reelección en 2027, que sería la oportunidad para que diera el salto a la arena municipal la vicelehendakari primera y consejera de Cultura y Euskera, Ibone Bengoetxea.

El segundo frente vulnerable es que aflore el descontento social en determinados municipios por el desgaste por la gestión ante una realidad cada vez más compleja y conflictiva que aconseja gestores con aplomo y seguridad en la toma de decisiones. Además, de empatía y de capacidad de comunicar a la ciudadanía. Los alcaldes lo son las 24 horas del día. Es un puesto que, como una vez señaló Andoni Ortuzar en relación con la Dirección General de EITB que desempeñó, se asemeja a una permanente silla eléctrica. En una sala de urgencias de un hospital, como llamó Goia a la alcaldía, resulta imprescindible llevar la iniciativa y tener reflejos. La política –sobre todo la municipal– es cada vez más rápida y exigente.

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