El portal de Belén llega al Urumea
Asociación Belenista ·
Montan el belén de la Diputación, cuidan el de la plaza de Gipuzkoa y trabajan doce meses al año para la Navidad en su sede de LoiolaJaunak izan zazute/errukiltasuna/iya galdua daukat/ nere osasuna./(...)Hauxe deskalabrua/pasatu zaiguna./(...)Mendi guztiak su hartu/lengo arrats batez/baita itzali ere/guk geren ustez./' La viuda de un vecino de Oiartzun que había sido de niño carbonero, o más bien, pinche o ayudante de una txondorra, le enseñó a Lorena López, miembro de la Asociación Belenista de Gipuzkoa, estos bertsos. Están escritos por Fermín Perurena y cuentan el sufrimiento de aquel niño de 7 años cuando se le incendió la carbonera que habían dejado a su cuidado. Había que vigilarla día y noche y se necesitaba un niño para subirse encima y alimentarla con leña de los árboles trasmochados. Tenía que estar encendida pero sin llama, para poder así 'cocer' la madera. Pero una tarde aquella txondorra se incendió.
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Toda una historia que Lorena ha sumado a sus investigaciones sobre las txondorras de carbón vegetal que se hacían en los montes de Gipuzkoa años atrás. Ello, para elaborar una de ellas, de metro y medio de altura, que puede verse a la entrada de la Diputación, junto al belén. Es parte del trabajo de la Asociación Belenista, que se ocupa, además del de la Diputación, del belén de la plaza de Gipuzkoa , de los de Capuchinos y Sagrada Familia y del que se pone en el Buen Pastor. Exponen también en otras localidades guipuzcoanas. Sus trabajos pueden verse y comprarse en el Mercado de Navidad del paseo de Francia.
«Hace un tiempo que me interesé por las txondorras y su relación con el Olentzero, el carbonero que llega en Navidad», explica Lorena Gómez. «En una carnicería de Oiartzun siempre ponían una y empecé a hacer miniaturas, que vendíamos desde la asociación. Llevan mucho trabajo. Primero hay que hacer la estructura de madera con palitos pequeños y luego cubrirla con tierra. Algunas las dejamos solo con la madera».
María Castillo, presidenta de la asociación, y Begoña Lamy, tesorera, animaron a Lorena a hacer una carbonera a tamaño casi natural para la decoración navideña de la Diputación. «Aproveché la estructura de una cueva que había hecho una de las socias y le dimos la forma de la txondorra».
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Aunque ya está jubilada, a Lorena López no le falta trabajo con el cuidado de su madre y sus nietos. Sin embargo, las manualidades le relajan. «Notaba que al hacerlas se me pasaba el estrés y me llegaba una sensación de paz. Hay que estar muy atenta a lo que haces, sin pensar en otras cosas, y eso ayuda».
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Disfrutar de lo que se pueda
María Jesús Larrañaga también se divierte con las manualidades. «Trabajo en comedores escolares y tengo mucha tarea en casa, pero me gusta mucho el trabajo artesanal que se hace en la asociación», dice. «En nuestro puesto del Mercado de Navidad hay unos complementos maravillosos. Las huertas han volado. Tenían mucho encanto. Vendemos unas miniaturas hechas a mano que da gusto verlas. Yo no me puedo resistir y todos los años compro alguna».
Su hermana Amaia también ha acudido este año en varias ocasiones a la caseta de la asociación a vender estos trabajos. «Creo que la gente está con ganas de disfrutar de lo poco que pueda y viene al mercadillo de Navidad», dice.
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«En el Mercado de Navidad vendemos miniaturas hechas a mano preciosas; las huertas han gustado mucho y ya han volado»
A Pedro Ibargoyen le toca ocuparse del belén de la plaza de Gipuzkoa junto a sus compañeros José Antonio y José Manuel: «Tiene muchos componentes, además de los muñecos: tablas, montajes, etc., y hay que ponerlo todo a punto». Acompañan a los operarios que traen y descargan el material desde el almacén de Martutene donde se guarda: «Hay muchas piezas y algunas acaban rotas y hay que estar atento a reponerlas. En la asociación hay mucha gente mayor y estos trabajos nos tocan a nosotros. Las tareas no faltan. En los locales de Martutene hemos estado cambiando baldas. Muy atareados».
Está contento con su decisión de apuntarse a la Belenista. «Fue hace cuatro años, estando ya jubilado», relata. «La jubilación requiere de estas ayudas porque tienes que ocupar el tiempo que te queda libre. También voy a cursos de talla de madera en Merkatuzar de Errenteria».
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Mecánico de profesión, lo pasó mal los primeros días sin el despertador y la rutina y el orden que aporta el trabajo. «Estar con los belenistas es un entretenimiento», dice. «Aprendes y tienes buenos compañeros. No ves malas caras».
Actividades suspendidas
Este año, por las medidas para prevenir el coronavirus, actividades que habitualmente realiza la asociación se han suspendido. Por ejemplo, los cursos de iniciación belenista que se imparten en mayo. «Ha habido mucha gente que en la pasada campaña de Navidad se interesó en ellos», dicen. «Les iremos avisando durante el próximo año. Todo ello, supeditados a la situación sanitaria con que nos encontremos en cada momento».
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No hubo pregón de Navidad ni tampoco el tradicional nombramiento del belenista del año. Ha faltado la exposición de belenes que se ofrece en Donostia. Pero se han instalado otros en distintos puntos de la ciudad que podrán ser visitados por el público.
«Un buen grupo de socios ha estado preparándolos con ilusión y gran esfuerzo, teniendo en cuenta las medidas sanitarias adoptadas en cada momento como consecuencia de la pandemia», dicen. «Han montado los belenes y todo lo necesario para las exposiciones y actividades de la campaña de Navidad».
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La empresa Super Amara ha patrocinado un año más el tradicional belén de la plaza de Gipuzkoa, que cuenta también con la colaboración del Ayuntamiento de San Sebastián. Podrá ser visitado hasta el día 6 de enero. «Este año cuenta con novedades en el vestuario de algunas de nuestras figuras», explican.
Han cumplido con la tradición de montar el belén que se coloca en el vestíbulo de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Pero hay más hechos por ellos. Pueden verse en la catedral del Buen Pastor, en la Iglesia de los Padres Capuchinos y en la parroquia de la Sagrada Familia, donde se han colocado varios dioramas como en años anteriores. En Garbera han montado un belén de ambiente vasco.
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Fuera de Donostia, la iglesia del Santo Cristo de Bonanza de Pasai Donibane cuenta con un belén de la asociación y ofrecen una exposición en el salón Amaia de Irun con ocho dioramas y un belén popular. En colaboración con la Asociación Cultural Ttopara, comerciantes y Ayuntamiento de Hondarribia, hay siete belenes en los escaparates de comercios del centro de esta localidad, así como en la Oficina de Turismo y en el Parador.
«La caseta del Mercado de Navidad nos sirve para dar a conocer la asociación y las actividades que hacemos, así como ofrecer nuestros belenes, complementos y adornos», dicen los belenistas. En colaboración con Fomento San Sebastián participan en la tienda online puesta en marcha vendiendo varios de sus productos. Se accede a través de la web www.donostiagabonetakoazoka.eus.
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