«Las placas nos parecen importantes para que lo que pasó no se olvide»
El Ayuntamiento donostiarra coloca sendas baldosas en la Parte Vieja para recordar el asesinato hace 32 años de Miguel Paredes y Elena Moreno
El Ayuntamiento donostiarra ha colocado esta mañana dos placas en memoria de una pareja asesinada a tiros por ETA en 1990 cuando salían de un bar de la Parte Vieja. Los familiares de Miguel Paredes y Elena Moreno recibieron ayer el homenaje que merecían tras haber sufrido la dramática pérdida de sus padres y la estigmatización promovida por el entramado terrorista sobre su vinculación con el mundo de la droga, algo que la investigación judicial desmontó.
El matrimonio compuesto por Miguel Paredes, de 33 años, y Elena Moreno, de 27, murió el 6 de abril de 1990 en un atentado con arma de fuego a manos de ETA, cuando ambos salían del bar Txiki de la calle San Lorenzo. En el suceso quedó también herido de bala Javier Marcos Espiga, de 18 años y natural de Logroño, que pasaba casualmente por el lugar y cumplía el servicio militar en la Comandancia de Marina de Pasaia.
Fue la primera placa que la asociación de víctimas del terrorismo Covite colocó en San Sebastián en 2014 en su campaña para recordar a los asesinados. El gobierno municipal de Bildu, que entonces dirigía el Ayuntamiento, no tardó ni 48 horas en quitarla alegando que no respetaba la normativa municipal.
Esta es la placa número 19 que el consistorio actual ha colocado en la ciudad dentro de la iniciativa impulsada desde la pasada legislatura para dar visibilidad en el espacio público a las víctimas del terrorismo y la violencia política. Operarios contratados por el Ayuntamiento colocaron la placa hoy mismo en el pavimento de la calle, ante el temor de que fuera objeto de un sabotaje antes de la celebración del acto con los familiares.
La inauguración de las placas en la calle ha tenido como preludio la recepción a los familiares de Miguel Paredes y Elena Moreno en el Ayuntamiento a la que han asistido el alcalde y concejales de todos los grupos de la corporación. Entre los presentes estaban las dos hijas del matrimonio asesinado, Tamara y Sherezade, la madre de Miguel, Petra García, su hermanos Eugenio y Juan Carlos, su cuñada Mónica Rosales, y sus sobrinas Judith y Sara y el novio de esta Mikel Rosales.
La estrecha calle San Lorenzo fue cortada al paso peatonal desde media hora antes del acto. Al lugar acudieron concejales de todos los grupos municipales, salvo EH Bildu, representantes de las Juntas Generales de Gipuzkoa y de la Diputación, amigos de la familias y otras víctimas del terrorismo como Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez.
Con la música de la banda municipal de txistularis de fondo, los presentes fueron depositando rosas blancas junto a las placas. Primero, las hijas de los asesinados y el resto de familiares y después el alcalde, Eneko Goia, los concejales y demás representantes institucionales, entre quienes estaba el subdelegada del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique.
El alcalde, Eneko Goia, señaló que es «un paso más» en la iniciativa acordada el año pasado, indicó que la protagonista hoy era la familia de Miguel Paredes y Elena Moreno que han venido a San Sebastián «para estar con nosotros en este momento y ser testigos de la colocación de estas placas que darán testimonio de dos muertes injustas».
Tamara Paredes, hija menor de los asesinados, manifestó que el acto había sido «emocionante y positivo, un buen día». Explicó que ella tenía 5 años y su hermana 7 cuando se cometió el atentado, una «época complicada, en la que nadie hablaba de este tema» porque era «tabú» y había «mucho miedo». Agradeció al Ayuntamiento el acto que ha sido «muy emocionante y emotivo» y «nos ha obligado a contenernos». Tamara consideró que las placas vendrán bien, sobre todo, para las generaciones venideras. «Me parece bueno para que las personas jóvenes pasen por esta zona, vean y les haga tener curiosidad y saber lo que pasó. Hay que conocer la historia de dónde vives y creo que los pequeños no lo estudian en el colegio, no se habla nada. Me parece importante por la memoria y para que no se olvide lo que pasó».