¿Qué pasó en el Urumea?

La madrugada del 30 de diciembre el coche en el que patrullaba el ertzaina Iñigo Echarri 'Tiri' se precipitó al río Urumea en Donostia. Su compañero logró escapar, pero él quedó atrapado en el interior y falleció. Dos semanas después de que ocurriera el fatal accidente, siguen sin esclarecerse las causas. La investigación que dirige la Guardia Municipal de Donostia, en colaboración con la Ertzaintza, sigue abierta, a la espera de los informes periciales que permitirán elaborar el informe final.

Las incógnitas que han rodeado al suceso son muchas. ¿Por qué cayó el coche al río? ¿Sufrió el ertzaina fallecido algún tipo de desvanecimiento o indisposición cuando conducía que provocó el accidente? ¿Por qué uno de los agentes pudo escapar y el otro no? ¿Trató la víctima de salir del coche? Son preguntas a las que tienen que dar respuesta las diferentes pruebas practicadas por los investigadores: la forense, la reconstrucción del accidente, la declaración del agente superviviente, el análisis de las videocámaras de la zona...

El informe de la autopsia de Iñigo Echarri, de 47 años, aún podrían tardar semanas en redactarse. Se trata de una prueba crucial, ya que determinará cuál fue la causa de la muerte. Aunque todo apunta a que el agente falleció ahogado, el análisis médico determinará si sufrió algún tipo de afección previa. Las muestras extraídas de la autopsia se enviaron al laboratorio del Instituto Vasco de Medicina Legal, ubicado en Bilbao, y al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de España, situado en Madrid. En estos casos se envían pruebas de todo tipo: biológicas, histopatológicas, toxicológicas, etc. Todo aquella muestra que pueda ser importante para la investigación. El análisis de estas pruebas, no obstante, puede tardar semanas.

Por otro lado, el departamento de Seguridad anunció que, aunque la investigación del suceso la está realizando la Guardia Municipal de Donostia, la Ertzaintza iba a realizar una reconstrucción digital tridimensional del accidente ocurrido el pasado 30 de diciembre. Agentes de la comisaría central de Erandio realizaron esta reconstrucción se realizó hace unos días, con la cual realizarán un informe pericial que remitirán después a la Policía municipal. La Ertzaintza realizará asimismo otro informe sobre el análisis de las cámaras de videovigilancia ubicadas en la zona en la que se produjo el accidente, junto a las estaciones de tren y autobús de San Sebastián.

Asimismo, tal y como confirmó el director de la Ertzaintza, Rodrigo Gartzia, se hará una lectura de la centralita del vehículo así como un análisis del arma del agente fallecido, ya que en el interior del coche patrulla hundido se realizaron dos disparos que impactaron en uno de los cristales. Se cree que el agente habría pretendido romper los cristales a balazos para poder salir del coche, aunque está hipótesis no se ha confirmado oficialmente.

Por su parte, el agente que logró escapar del coche antes de que se sumergiera en el río ya ha prestado declaración ante los agentes municipales. El director de la Ertzaintza señaló que «en una situación de confusión o de cierto shock y tampoco le dio tiempo a conocer mucho», por lo que su relato podría tener algunas lagunas de memoria. El policía, vecino de Zumaia de 33 años recién graduado en la academia de Arkaute, pudo escapar rompiendo la ventana con sus piernas y fue rescatado con síntomas graves de hipotermia y en el Hospital Donostia se comprobó que tenía agua en los pulmones. No obstante, al día siguiente del accidente recibió el alta y se encuentra totalmente recuperado.