Un nuevo parque de tirolinas en el monte Igeldo
El recorrido, apto para mayores de nueve años, consta de dieciocho tramos, dura unos 45 minutos y las entradas tienen un precio único de dieciocho euros
El monte Igeldo cuenta desde este miércoles con una nueva atracción. Canopy Donosti Aventura, el parque de tirolinas promovido por el empresario local Adolfo ... Muriel, ha abierto sus puertas con un recorrido de dieciocho tramos que tendrá una duración de unos 45 minutos con salidas cada hora y media.
Publicidad
Los amantes de las emociones fuertes pueden ya deslizarse entre árboles, a una distancia del suelo de hasta doce metros en algunos puntos, por la zona boscosa existente entre el restaurante Alaia y la barrera oeste de acceso al Parque de Atracciones, propietario de los terrenos. Se trata de un ámbito natural, hasta ahora degradado, que ha sido recuperado para la puesta en marcha esta actividad.
Muriel, que además del propio Alaia regenta la cafetería Chez Croissant, en la esquina de Easo y San Marcial, vio hace ya tiempo que un parque de tirolinas podría tener éxito en San Sebastián al calor del boom turístico, el auge de las nuevas formas de ocio y la singularidad del enclave. Tras muchos trámites en diferentes instituciones, incluida la aprobación de un Plan Especial de Ordenación Urbana, y una pandemia que ha retrasado aún más sus planes de inauguración, esta semana ha visto por fin el fruto de tres años largos de trabajo, entre burocracia y preparativos.
El interior de Canopy Donosti Aventura está diseñado por el alpinista y guía de montaña madrileño Miguel Ángel Vidal, con dieciocho tramos de tirolina -el más largo, de ochenta metros de longitud- y dos retos -un paso de monos y una red de escalada- repartidos por una superficie de 10.000 metros cuadrados que, si la idea funciona tan bien como se espera, podría ampliarse en un futuro a un ámbito de 30.000 metros cuadrados. Muriel explica que es una atracción para toda la familia. Los niños -a partir de 9 años- deberán ir acompañados y los mayores de 15 años podrán montarse solos. «Los que realicen el recorrido verán unas vistas impresionantes tanto de la bahía de La Concha como del mar Cantábrico», promete.
Publicidad
Una línea de vida continua asegurará a todos los participantes de principio a fin. «Nadie se puede soltar de este seguro en todo el recorrido, que será de unos 45 minutos de duración y estará vigilado por monitores debidamente formados», subraya.
Protocolo higiénico
También se aplica un estricto protocolo higiénico para evitar contagios de coronavirus, con desinfección constante de los elementos que más en contacto están con las manos, como los arneses, y la obligatoriedad de uso de protectores de plástico bajo el casco. Al poder mantenerse la distancia social de metro y medio y desarrollarse la actividad al aire libre, en principio la mascarilla no es necesaria.
Publicidad
Al parque se puede llegar en coche, autobús urbano -la línea 16 de Dbus a Igeldo- o funicular, de manera que es accesible para todos los públicos. Aunque «todo el mundo podrá disfrutar de esta aventura», Muriel cree que la disfrutarán sobre todo cuadrillas de gente joven, turistas que suban al Parque de Atracciones e incluso grupos de empresas, no en vano este tipo de actividades son cada vez más demandadas para hacer piña entre compañeros de trabajo. Las despedidas de soltero también tendrán cabida.
El precio único de la entrada individual es de 18 euros, si bien hay reducción para grupos a partir de 20 personas -15 euros- y descuentos importantes para quienes deseen realizar una segunda vuelta. El promotor remarca que el recorrido discurre «por un bosque, no por un jardín», y asegura que los usuarios disfrutarán solos porque no irán acompañados de un monitor» ya que los encargados están en el suelo por si hiciera falta su intervención. En cualquier caso, insiste, «la gente debe estar tranquila» porque los arneses y el diseño de la tirolina «impiden que alguien pueda caer y hacerse daño».
Publicidad
«Esta actividad va a ser un reclamo para el Parque de Atracciones»
Pilar Pascual, directora del Parque de Atracciones de Igeldo, está muy ilusionada con la apertura de Canopy Donosti Aventura, el parque de tirolinas que amplía la oferta de ocio del monte. «Este verano va a ser atípico por el coronavirus y, a falta de turistas extranjeros, necesitamos atraer a un visitante más de proximidad y al público local. Por eso, poder contar con las tirolinas va a ser un reclamo y un atractivo que sumar a los que ya tenemos», señala.
En 2019 pasaron por el Parque de Atracciones 700.000 personas, cifra que este año resultará imposible igualar por los tres meses de cierre forzoso durante el estado de alarma. Sin embargo, Pascual confía en que la temporada estival permita al menos recuperar parte del tiempo perdido.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión