Los narcisos vuelven a teñir de amarillo el paseo de Francia de San Sebastián
El año pasado esta preciosa estampa tuvo un gran éxito tanto a nivel local como en las redes sociales
A. I.
San Sebastián
Miércoles, 22 de febrero 2023, 08:43
Por segundo invierno consecutivo el paseo de Francia de San Sebastián comienza a teñirse del amarillo de los narcisos. El pasado mes de abril se podaron estas flores que ya comenzaban a marchitarse. Tras esta operación, el césped volvió a crecer y los bulbos han recuperado nutrientes para florecer.
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La anterior vez, ya en marzo, esta preciosa estampa tuvo un gran éxito tanto a nivel local como en las redes sociales. Así, el paseo de Francia se convirtió en punto 'instagrameable', compitiendo en otros puntos emblemáticos de la ciudad, como el Paseo de La Concha o el Peine del Viento. Turistas y vecinos de la ciudad se detenían frente al río Urumea para admirar y fotografiar el paisaje amarillo.
Los narcisos llegaron al Paseo de Francia en octubre de 2021. Se plantaron 130.000 bulbos durante la renovación de los jardines y, ya entrados en febrero del pasado año, con la llegada de su floración, la avenida se tiñó de un intenso color amarillo. La «espectacular alfombra», como la definió el Ayuntamiento de San Sebastián, cuando anunció que empezaron a florecer era visible desde cualquier punto del paseo.
Pero quien quiera fotografiarse junto con el nuevo lugar favorito, tendrá que darse un poco de prisa. La alformbra no presentará el distinguible color amarillo durante todo el año. Desde el Ayuntamiento de San Sebastián se subraya que cuando las plantas terminen su ciclo, «en torno al comienzo de la primavera», se segarán, y el Paseo de Francia volverá a presentar su habitual manto verde hasta que los bulbos vuelvan a brotar el año que viene. En 2021 se colocó un cercado de cuerda alrededor de los jardines del paseo de Francia con el fin de proteger los narcisos.
Un trabajo laborioso
La ciudadanía podrá disfrutar sin obstáculo de estas flores, pero es necesario un respeto para que el conjunto pueda lucir como merece. Por ejemplo, un solicitud especial a los propietarios de mascotas para que no dejen que entren a los jardines y destrocen las flores, y a los progenitores para que tampoco los jardines sean un escenario de juego de sus hijos.
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Se trata de una intervención paisajística que requiere un trabajo laborioso para su implantación inicial pero que, a largo plazo, es de bajo mantenimiento. Solo requiere el cierre puntual de la pradera al comienzo de la brotación de los bulbos, ya que en ese momento son muy sensibles al pisoteo. Tras la floración y agostamiento de los narcisos la pradera volverá a ser un manto de césped con sus siegas habituales. Los bulbos implantados se reproducen bajo tierra y año tras año rebrotan y van aumentando en número por lo que en unos años el efecto invernal del manto amarillo puede ser realmente espectacular.
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