Movilidad pone orden en los puntos más conflictivos de la red de bidegorris del Centro
San Marcial se transforma en calle de coexistencia con prioridad peatonal y el trazado ciclista frente a Bataplán se señalizará con placas metálicas
El Ayuntamiento quiere resolver los problemas de seguridad vial que se generan en los tramos más conflictivos de la red de bidegorris del Centro ... y, a través del Departamento de Movilidad, ha diseñado diferentes soluciones que se terminarán de implementar a lo largo del verano.
En la calle San Marcial se han suprimido las líneas que delimitaban el carril bici, una decisión que ha suscitado dudas entre peatones y ciclistas. Según explica la concejala de Movilidad y Transporte Sostenible, Olatz Yarza, esta arteria de la 'milla de oro' comercial donostiarra registra «movimientos cruzados» de personas entre tiendas que suponían un riesgo para peatones y ciclistas, por lo que se ha optado por borrar el trazado para bicicletas.
Esto no significa que los ciclistas tengan prohibido circular por este punto. Al contrario, pueden hacerlo sin necesidad de poner pie en tierra, pero sabiendo que San Marcial es ahora una vía de coexistencia con prioridad peatonal. En realidad no se trata de una novedad, ya que como puntualiza la delegada del PNV, antes las bicicletas también debían ceder el paso a los viandantes incluso dentro del carril señalizado, algo que por desconocimiento no siempre se producía.
El carril bici se suprime por el riesgo que suponía para los «movimientos cruzados» entre tiendas
La medida adoptada en San Marcial se basa en la experiencia de la paralela calle Arrasate, donde desde su reurbanización se optó por no pintar bidegorri. «Se ha visto en estos años que era una solución más adecuada en términos de seguridad y por eso hemos aplicado la misma fórmula en San Marcial», afirma Yarza, quien detalla que «tras varias pruebas», los técnicos se han decantado por el microfresado para hacer desaparecer las líneas marcadas en el pavimento. Los nuevos criterios de preferencia quedan reforzados por la señalética vertical instalada en las esquinas de cada manzana.
A pocos metros de allí, frente a la discoteca Bataplán, Movilidad se ha visto en la obligación de poner orden ante los constantes frenazos, sustos, reproches y algún que otro accidente registrados en la plaza Clara Campoamor, antes llamada del Padre Vinuesa.
En este ámbito, el bidegorri que discurre junto a la calzada del paseo de La Concha penetra en la acera dibujando un trazado zigzagueante para enlazar, a la altura de Villa Manolita, con el que viene del Boulevard. Antes de la obra acometida en 2022 para ensanchar la acera del paseo, renovar la barandilla y construir el nuevo carril bici que desemboca en San Martín, los ciclistas circulaban por el propio paseo y al llegar a La Perla continuaban en línea recta hacia el hotel Londres, lo que provocaba muchos conflictos con los peatones.
Las líneas apenas se ven y hay constantes frenazos y sustos, además de algún que otro accidente
Tras la segregación del bidegorri –que ahora está pegado a la carretera, protegido por una valla–, la conexión con la trasera de la calle Zubieta se realiza a través de Clara Campoamor. El problema es que las líneas pintadas en el suelo se han difuminado con el paso del tiempo, por lo que muchos peatones invaden el espacio de las bicicletas sin siquiera darse cuenta.
Redondas y brillantes
Para ponerle remedio, Movilidad apuesta por resaltar el trazado ciclable en este tramo y, después de sopesar las distintas opciones, se ha decantado por colocar unas placas metálicas en el pavimento. Serán redondas, su diámetro oscilará entre diez o quince centímetros, estarán fabricadas de acero inoxidable brillante y se instalarán a lo largo de los bordes del carril bici, advirtiendo a los usuarios del recorrido a seguir y a los viandantes de su existencia para que presten atención al cruzarlo.
En estos momentos, el Departamento de Proyectos y Obras analiza varios modelos de placas con el reto de acertar con la más adecuada para este fin. En la elección se tendrán en cuenta características como la altura, ya que se quiere evitar que sobresalgan en exceso de la baldosa y puedan causar tropiezos o caídas de los peatones.
Una vez elegido el diseño de las chapas, su colocación no requerirá de redacción de proyecto ni licitación, ya que es un proceso sencillo que se hace en el momento, sin obra y, al estar incluido en el mismo contrato, correrá a cargo de la empresa que realizó la reurbanización del paseo.
Hay un tercer punto de la red de bidegorris del Centro que a futuro podría generar fricciones entre viandantes y ciclistas. Se trata de la plaza del Buen Pastor, en concreto el tramo de la calle San Martín, que cuando concluyan las obras de la pasante del Topo será un gran espacio peatonal. La idea del Ayuntamiento es dar continuidad a la plaza, respetando su configuración actual e integrando la superficie ganada en el conjunto protegido.
Movilidad trabaja en el diseño definitivo del trazado del carril bici que atraviesa la zona de oeste a este, bajo la premisa de reducir al máximo los riesgos para la seguridad vial y, de momento, no se descarta ninguna opción. A finales de año se conocerá el proyecto y cómo se resuelve la delimitación de espacios en este enclave estratégico de la ciudad.
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