El mejor tomate de Gipuzkoa es de Itziar
La familia de Jesús María Pérez Sorasu, fallecido en junio tras haber plantado y cuidado sus tomateras, logra un emotivo éxito en el Concurso de Tomates de Variedades Autóctonas
Nidia González
San Sebastián
Sábado, 31 de agosto 2024, 02:00
¿El mejor tomate? Para ello se requiere afinar el olfato, observar el corte, la textura de la piel, la apariencia y sobre todo, que ... sorprenda por su sabor. Y el jurado, habló. Jesús María Pérez Sorasu, de Itziar; Imanol Pildain, de Zarautz; y Josetxo Garde, de Donostia, fueron los tres baserritarras galardonados en el Concurso y Exhibición de Tomates de Variedades Autóctonas, organizado anualmente por la Cofradía Vasca de Gastronomía. Este certamen celebró ayer su tercera edición en el kiosco del Boulevard de Donostia y congregó a numerosos amantes de este fruto, también a muchos curiosos que se acercaron hasta los puestos donde se exhibía este manjar. Algunos, incluso se animaron a fotografiar o a preguntar sobre este singular evento.
Este año han participado 25 caseríos, que expusieron su producto ante el jurado. Tras seleccionar los mejores seis tomates para una segunda cata, el público pudo degustar los frutos mientras el jurado deliberaba. Y llegó el momento de anunciar el mejor tomate de Gipuzkoa. El primer premio fue para Jesús María Pérez Sorasu, del caserío Elorriaga de Itziar. Lamentablemente, este hombre falleció el pasado junio y su hija Cristina Pérez recibió el premio en su nombre. «Mi padre amaba el caserío, cultivaba tomates. El año pasado le animé a participar, pero no se presentó. Este año, ya iniciada la plantación, mi padre falleció», expresaba emocionada esta mujer, rodeada de su familia y amigos tras recibir el premio, tras recibir el premio de manos de Luis Mokoroa, presidente de la sociedad organizadora. «Para nosotros, la idea era rendirle un bonito homenaje y continuar con sus tomates», añadía. «Vinimos solo para presentar lo que él dejó, y nos llevamos esta grata sorpresa».
El público disfrutó de lo lindo con la degustación. La legazpiarra Maribel Lizarazu fue una de las personas que se acercó a la exposición. Apasionada por los tomates y las verduras de proximidad, compartía el secreto para saber si un tomate es bueno. «No me gusta apretar el tomate, prefiero palparlo. Se nota mucho la diferencia cuando un tomate tiene exceso de agua, debe ser carnoso», aseguraba. Jesús Arce y Pilar Mendia, un matrimonio de Ordizia, también se detuvieron a observar la exhibición. Contentos con la iniciativa, expresaron su compromiso por seguir apoyando a los negocios y productos de proximidad. «Hay que fomentar el consumo local. La diferencia entre un tomate de supermercado y uno de caserío es abismal», comentaban. Si se van comer uno, lo tienen claro. «Lo preparamos con aceite y sal», explicaban.
Alba Alberdi, donostiarra que se acercó con su nieto Leo hasta el Boulevard, precisaba que «es fundamental el aceite de oliva virgen extra y sal en escamas. La calidad de la materia prima es esencial». Otra amante de esta joya de la huerta es Arantxa González, que acudía preparada con un tenedor para probar los ejemplares expuestos, que ya estaban aliñados con aceite y sal para que el público los degustara. Algunos llegaron justo a tiempo para saborear los últimos trozos de tomate.
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